lunes, 18 de agosto de 2008

LEYENDAS DEL NORTE GRANDE (primera parte)

"EL EMPAMPADO"

Una de las historias más clásicas se remonta a la tarde del jueves 2 de febrero de 1956, cuando Julio Riquelme, abordó el tren Longitudinal Norte en La Calera para asistir al bautizo de su nieto en la ciudad de Iquique. Nunca llegó a destino y su rastro se perdió por más de 43 años en la inmensidad de la pampa. Los restos de este hombre se convirtieron en una verdadera leyenda, dando paso a libros y hasta películas.La última vez que lo vieron fue arrojándose desde el convoy a la altura de la estación Los Vientos, unos 100 kilómetros al sur de Antofagasta. Aparentemente agobiado por problemas personales y de salud decidió saltar del tren y ahí, tirado en el suelo, quedó inconsciente. Dicen que cuando despertó, en una especie de suicidio, se internó sin rumbo hacia la nada infinita.Recién en enero de 1999 los huesos blanquecinos de Riquelme aparecieron de cara al sol en medio del desierto solitario, abandonado junto a sus pertenencias. Hoy descansa en el Cementerio Nº 3 de Iquique.
"PAMPA UNION"
La hoy en ruinas ciudadela de Pampa Unión es quizás uno de los lugares ligados a la actividad salitrera más populares y emblemáticos. Por décadas su nombre fue sinónimo de bohemia, mujeres complacientes, comercio y parrandas eternas. Por eso dicen que una enigmática mujer llegó del más allá para darle un nuevo giro a esta historia y, tal vez, vengarse por el desprecio de un amor. Sólo hace un par de meses la vieron por última vez. Portaba un látigo y estaba vestida con el traje de cuero negro que resalta sus curvas. Con su rostro claro, indefectible, escolta un hombre encadenado y con el torso desnudo... como un verdadero esclavo. Desde hace algún tiempo es el comentario obligado de los choferes de buses y automovilistas, que en medio de la noche, pálidos de pánico, no han tenido el atrevimiento de detenerse para descubrir el misterio tras su figura.
"El POMBERO"
El Pombero es un divertido personaje de la mitología guaraní. Es un ser travieso, que desordena la casa, extravía los objetos, rompe o descompone los aparatos, dispersa a los animales, roba tabaco, miel, huevos o gallinas, desparrama el maíz, espanta a las aves de corral y abre las tranqueras dejando escapar al ganado, tira al jinete de su montura y asusta a la cabalgadura...Se lo conoce también con los nombres de Py-ragüe (pies con plumas), Karai-pyhare (Señor de la noche) y Kuarahy-Yara (Dueño del sol, tal como se lo conoce en el mito mbyá del sur del Brasil). E igualmente con el nombre de "Chopombe" (abreviatura de Cho - que equivale a la expresión castellana "Don") - y Pombéro.Se lo describe como un hombre alto, flaco, de abundante vello y que a veces luce un enorme sombrero de paja y, a veces se muestra andrajoso y con una bolsa al hombro. Otras versiones lo definen como un hombre más bien bajo, fornido, muy moreno y retacón, con manos y pies velludos cuyas pisadas no se sienten (algunos sostienen que podría tratarse de un aborigen Guaycurú, pueblo con los cuales los guaraníes tenían continuos conflictos).
Sus pies se pueden dar la vuelta, de manera que confunde a aquellos que quieren seguirlo. La mayoría de las versiones coinciden en describirlo con la boca grande y alargada y los dientes muy blancos; los ojos chatos, como los del sapo, una mirada fija, como la lechuza; y las cejas de pelo largo.Inicialmente era considerado un genio protector de las aves de la selva. Sin embargo, a medida que evolucionaba el mito fue "adquiriendo" nuevas habilidades: poder mimetizarse con facilidad o metamorfosearse en cualquier animal, imitar el canto de cualquier ave (en especial las nocturnas), hacerse invisible, deslizarse por cualquier ranura u orificio.Es muy atrevido ya que en sus andanzas nocturnas gusta de despertar a las mujeres con el suave y escalofriante roce de sus manos. A veces las secuestra y las posee, y después de saciarse las deja ir, generalmente embarazadas, en cuyo caso el hijo nacerá muy parecido a él.Si se habla mal de él puede vengarse molestando o ensañándose con esa persona.
Un mero roce con sus manos peludas puede producir que la persona se torne zonza, muda o experimente temblores. Para granjearse su amistad se le suele ofrendar tabaco de mascar, miel o botellas de caña, dejando estos productos cerca de la casa y rogando al Pombero que no haga más daño.Tal vez la más famosa mención al Pombero sea en el estribillo de la canción "María va" de Antonio Tarragó Ros y que inmortalizara Mercedes Sosa:"Mirar rasgado, patitas chuecas, María va, pisando apenas la arena ardiente, María va, calcina al monte un sol de fuego, María va, temor Pombero, palmar, estero, María va, quiso la siesta ponerle un niño a su soledad, de trigo y luna, y de su mano, María va, por el tabacal, tu paso María va, y se bebe el sol, que huele a duende, María va"
"LA RUBIA"
Una mujer delgada, joven y de largos cabellos claros deambula por la pampa. Su alma vaga por el desierto buscando sin descanso a su familia a la que tuvo que dejar forzadamente. Su historia es conocida por todos los ancianos de la zona y dicen que cada vez que sale de su tumba busca casa por casa a sus seres queridos, dejando un olor nauseabundo a su paso. Las oficinas salitreras son testigos de su constante peregrinar. Vestida con una túnica negra pedía alojamiento en cada vivienda y gracias a su poder de convencimiento y sus ojos indefensos terminaba por entrar al hogar pampino en busca de sus hijos. Al no encontrarlos, desaparecía misteriosamente. Para muchos "La rubia" representa a todas las personas que se niegan a abandonar su tierra... como un espíritu que protege a los entrañables hijos de las calicheras.
"EL PERRO NEGRO"
Quienes han visto a este animal cuentan que de lejos es un perro común y corriente, pero al acercarse... muestra sus grandes ojos del tamaño de un plato y color rojo fuego. De su cuello cuelga una maciza cadena de oro puro y tiene la particularidad de aparecer sólo una vez al mes. Se dice que es el guardián de la veta más rica de oro que existe en el mundo y muchos de los calicheros se sintieron atraídos por su siniestra figura, señal inequivoca de fortunas inimaginables. Para obtenerla sólo había que seguirlo y observar donde escarbaba. Ahí había que dejar un puñal con la punta muy afilada, para que la veta no se corra y volver al día siguiente a excavar. Sin embargo muchos desistieron porque no hay ser humano capaz de resistir el terror que esta fiera inspira.Y es que este famoso can azabache es el guardián del diablo y sólo obedece a su amo, quien acostumbra a llamarlo con un silbido tan penetrante que resuena en poblados enteros.
"YASTAY"
Al recorrer los cerros y quebradas del norte grande, en mas de alguna de oportunidad los viajeros podían encontrarse con manadas de tranquilos guanacos, pero pocos han tenido la fortuna -o la desgracia- de toparse de frente con la figura del "yastay". Este animal de impecable piel es el guanaco protector de las manadas. Es fácil de reconocer porque luce más grande que todos los demás. Es el "jefe de los jefes" y aparece en los momentos más inesperados. En algunos casos es capaz de mostrar toda su furia a los cazadores transfigurado en una cabeza de demonio lanzando fuego por su boca. No hay bala ni fuerza humana que sea capaz de derribarlo.Pero también puede ser de gran ayuda. A veces el yastay puede aparecer con un rostro angelical y servir de guía en medio del desierto cuando detecta la bondad en quienes se acercan a sus protegidos.
"EL PIJE"
Los ancianos cuentan que decenas de pampinos quedaron simplemente al borde del infarto en alguna noche de juerga luego de encontrarse con "El pije". Temido y envidiado por su éxito con las mujeres este hombre de sombrero de copa, impecable frac oscuro y bastón con empuñadura de oro, deambulaba con elegancia por los pasillos obscuros y fantasmales.Sin embargo, aparte del susto, su presencia era sinónimo de buenos augurios en materia de festejos. Sus ojos profundos, brillantes y que no necesitaban pestañar, respaldaban a los "enfiestados" para continuar con sus andanzas con la confianza de que nada les podría pasar.
"ALICANTO"
Para muchos mineros, es un sueño que algún día el quimérico alicanto les muestre el camino de la fortuna... pájaro enorme, de grandes alas color metálico que relucen bajo el sol, pico encorvado, y patas alargadas con afiladas garras. A este mítico ser se le atribuyen poderes tan mágicos que es capaz de señalar el sendero hacia una rica veta mineral. Muchos ya lo han visto, y dejando todo de lado. Lo han seguido hasta el lugar donde la enorme ave se posa, indicándoles el lugar exacto de la riqueza. Pero quienes lo siguen, lo hacen en forma tan inesperada que al llegar al sitio que esconde el supuesto tesoro el ave lo abandona dejando al aventurero sin agua ni comida. Sólo una plegaria a la virgen les pueda mostrar el camino de regreso.
"LA VIUDA"
Pero al viajar a través de los enigmas del desierto, también hay sorpresas que demuestran la delgada línea entre la fantasía y la realidad. Es el caso de "la viuda" de María Elena que por años asoló a los transeúntes que cruzaban el sector de las canchas sindicales ubicadas al oriente del pueblo. Muchos la vieron y sufrieron sus ataques. Ella no sólo se limitaba a asustar ya que de una vez era capaz de arrebatarle todas las pertenencias a sus víctimas que, preferentemente, eran hombres "pasados de copas". Su presencia desató un verdadero pánico colectivo que dejó inerme a la policía y obligó a la empresa a contratar una brigada especial de investigadores. Sólo después de varios meses se logró aclarar el enigma... aprovechando su conocimiento de las diligencias uno de los carabineros que allí prestaba servicios por las noches se disfrazaba con una capa negra para perpetrar sus fechorías, aún muy comentadas por los ???.




“LA NOVIA DEL CAMINO DE CHUQUICAMATA”

Los marinos tiene un amor en cada puerto, pero se preocupan que sus conquistas sean por la vía derecha y sin usar malas artes contra sus rivales ocasionales, porque están convencidos que ganar una mujer con malas artes no conduce nunca a buen puerto. La sentencia deberían conocerla también otros sectores del quehacer habitual. Podrían evitarse tragedias, muertes, revanchismo, leyendas, apariciones.

“EXTRAÑA PASAJERA”


En el camino de Calama a Chuquicamata, en la Cuesta de Monte Cristo y hasta en las cercanías del cementerio de Calama o por la vía a San Pedro de Atacama, cada diez años, los conductores comienzan a denunciar la presencia de una mujer vestida de blanco, como una novia, que se pone frente a sus móviles, les obliga a detenerse y hasta se sube a las carrocerías y les acompaña parte del viaje para luego desaparecer sin dejar ninguna huella.

La gran mayoría de los choferes reconocen que esa realidad les da miedo y que les cuesta reaccionar positivamente luego de la experiencia. Para los más viejos mineros esas apariciones corresponden a la de una joven hermosísima, amada por dos hombres jóvenes, ninguno de los cuáles logró casarse con ella, porque la muerte impidió una injusticia.

En torno a ella habrían quedado sin aclarar su propio deceso y el de su novio.
Esos convencimientos, sin embargo, no aparecen dentro de los hechos policiales denunciados, ocurridos o perseguidos por la justicia de la Provincia El Loa, pese a que no son tan antiguos.
En la actualidad lo que podría derivar de situaciones ingratas es conocida como la "Leyenda de la Novia" y, extrañamente, la historia coincidente ha cambiado de escenario desde la Provincia El Loa a la Pampa Salitrera en su enorme extensión.

La historia no es tan lejana y la realidad estaría ubicada en los años de 1925 al treinta. Narra que en Calama había un matrimonio, cuya hija era muy agraciada y sencilla. La joven despertaba la admiración apenas la veían, porque tenía cualidades muy desconocidas entre las jóvenes de su tiempo, no sólo en Calama sino en todo el norte.

Un joven, vecino de esa familia, quien prácticamente se había criado con la hermosa niña, se enamoró y fue correspondido por la niña que veían en él, aparte de amor, muy buenas intenciones. Un día, en uno de los pimientos que había en la calle Balmaceda de Calama, estamparon un corazón atravesado por una flecha en el que inscribieron sus nombres. El árbol fue derribado y arrancado de raíz debido a que envejeció y se había convertido en un peligro. Fue el último testimonio de esa historia de amor, no muy conocida, especialmente porque los propios protagonistas querían mantenerla en secreto. Los viejos calameños aseguraban que entre ambos había una promesa de amor eterno.


“UN GRINGO”


La joven, debido a la urgencia económica familiar empezó a trabajar en Chuquicamata que, por esos años era sede repetida de grandes fiestas, en distintas casas de los gringos, de los jefes chilenos y en los establecimientos dedicados al rubro. Debido a la obligación de prestar servicio a sus patrones, la joven coincidió en una fiesta con un ingeniero muy joven recién llegado al mineral, quien había venido al norte ante la posibilidad de trabajar en la minería, pero no pertenecía a ninguna de las empresas que estaban laborando en Chuqui, Calama o la Pampa Salitrera.

Como le ocurría a todo hombre, el gringo joven se enamoró perdidamente de la joven. Tanto es así que esa misma noche le declaró su amor y le pidió matrimonio. La joven lo rechazó porque además de su promesa de amor, consideró que era motivo de burla por parte de quien sabía que ella era una simple empleada doméstica.

El gringo no se dio por vencido y convencido que podía subirse por el tronco y bajarse por las ramas, decidió conquistar a los padres de la niña. Lo logró a través de buenos regalos. Hay que decir que, en ese tiempo, los padres decidían el futuro de los hijos. De ese modo, le entregaron la niña al gringo, pero ésta mantuvo su rechazo y además, decidió dejar a sus padres. El papá se indignó y golpeó a la hija hasta mandarla al hospital. El gringo se sintió ofendido por la joven cuando ésta le dijo que lo rechazaba porque tenía una promesa de amor y era fiel a un joven calameño. El ingeniero cuyo amor por la joven era demasiado intenso, al límite de la locura, decidió ubicar al joven. Para ello, contrató los servicios de trabajadores que podían conocer a su rival de amores.

No se sabe que pasó, pero la tradición refiere que el joven del que la niña hermosa estaba enamorada, desapareció. La mayoría cree que lo hicieron desaparecer violentamente. Terceros se encargaron de contarle a la joven que su prometido ya no la quería y había dejado la Provincia El Loa para irse a las salitreras a trabajar y olvidar. El trabajo de convencimiento dio resultado y la niña terminó por aceptar al gringo.


“LA BODA”

Se hicieron todos los preparativos con grandes gastos, para una gran fiesta. Un vehículo debidamente engalanado pasaría a buscar a la niña a su hogar. La boda sería en Chuquicamata un sábado a las 20 horas. La novia, toda de blanco, esperaba que la fueran a buscar, pero pasó la hora y el vehículo no llegó. Ante esa realidad optó por salir a buscar locomoción para trasladarse al mineral. Esto es porque tenía muy claro que los compromisos hay que cumplirlos.

Pero, al salir de la casa, debido a la obscuridad reinante, dado que en Calama no había energía eléctrica, cruzó la calle, fue atropellada y debido a la gravedad de las lesiones murió. Los choferes a los que se les ha aparecido la describen como joven bonita que cruza delante de los automóviles llevando un ramo en la mano y como levantándose el vestido con la otra, como para no enredarse.

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