miércoles, 10 de septiembre de 2008

Iglesias de la zona norte



Bailes de la zona norte



Los bailes y danzas de la zona norte de Chile se caracterizan por su origen religioso y festivo. La música cumple un papel fundamental dentro de esta cultura que posee variadas fiestas tradicionales como el Miércoles de Ceniza, la Fiestas de la Cruz, Limpia de Canales, Fiestas de los Muertos y la más conocida la Fiesta de La Tirana.

Las celebraciones religiosas toman especial significado en toda la zona andina de Chile, en la que resalta un gran interés por las danzas y bailes como; el cachimbo, el huachitorito, el trote y la cueca nortina.

A cada una de las ceremonias asisten por lo general, cofradías de otros lugares, y en este tipo de celebraciones, la música toma principalmente la forma de danza ceremonial.

La música andina se mantiene en localidades precordilleranas y altiplánicas destacando su carácter coreográfico. Merecen especial atención el "taquirari, el "huaino", el "hayno" y el "huaynito" y la danza de sicuras.Tanto el taquirari como el huaino son bailes de tipo festivo. Sin embargo el huaino mezcla varias danzas: las de cuyacas, trenzadoras de la vara de la fecundidad, las de llaneras, los bailes de villancicos y los de cacharpayas.
El Carnavalito

Si bien es una danza originaria de Bolivia y practicada en el norte de Argentina, el carnavalito se baila en Chile no solamente para la época de Carnaval, sino que en todas las festividades. Los instrumentos utilizados son la quena y el bombo, dando origen al Huaino, música característica del carnavalito. Es una danza de conjunto, es decir, se baila en grupo y con muchas parejas, quienes realizan hermosas coreografías al compás de la música. Podemos destacar figuras como "el puente", "las alas" y "las calles".

El Cachimbo

Propia de Tarapacá, Pica y Mamiña. Es un baile de pareja que se danza de manera separada. El cachimbo es muy parecido a la cueca, ya que en la coreografía se realizan vueltas y giros al compás de la música, sin dejar de "jugar a conquistar" con el pañuelo blanco que se lleva en la mano derecha. El cachimbo sólo tiene acompañamiento de una melodía, destacando instrumentos como el acordeón y la guitarra.

Cueca Nortina

A diferencia de nuestra tradicional cueca de la zona central, la cueca nortina no tiene texto, solo tiene melodía, al igual que el cachimbo.El hombre y la mujer durante la danza interpretan la conquista en una hermosa coreografía, reflejando como en todos los bailes la alegría de nuestra gente.Los instrumentos que acompañan este baile son la trompeta y la tuba con una tonalidad menor y tiene acompañamiento rítmico del bombo y la caja.

El Torito

En la celebración de la fiesta religiosa de San Pedro, el 29 de junio, se homenajea a este santo patrono a través del canto, la danza y la música caracterizada por su origen religioso. Durante el baile se forma una ronda, ubicándose en su centro dos hombres, uno vestido completamente de blanco y el otro entero de negro. Ambos para resaltar más la vestimenta y el disfraz, utilizan una gran máscara en forma de toro. Los participantes de la ronda, por su parte, aplauden y cantan, mientras los dos hombres simulan darse cornadas hasta que uno cae. Siempre será el hombre de negro.

El Huachitorito

Es un baile que se realiza en las casas durante la época navideña, utilizando instrumentos como la quena, guitarra, violines y acordeones, acompañado por el bombo y la caja. Es reconocido como un villancico danzado por "Pastores de Navidad" que recorren las viviendas del pueblo visitando otros pesebres frente a los cuales realizan sus "mudanzas". El Huachitorito, se realiza en el interior de las casas durante la Navidad, al son de villancicos y pasacalles.Durante el baile intervienen varias parejas que se ubican en filas de a dos o bien pueden formar un círculo que rodea a las parejas que se van ubicando al centro. El hombre imita a un toro y la mujer lo torea con un pañuelo rojo que desata de la cintura. Mientras se realiza este movimiento un caporal (que es quien dirige el baile) toca una campanilla. Parte de la canción dice así: Ay, si, ay no al niño lo quiero yo Ay, si, ay no al niño lo quiero yo Huachi, huachi huachi toritohuachi torito niño Dios. A la huachi huachi torito niñito del portalito A la huachi huachi torito niñito del portalito.

El trote

La vestimenta utilizada en este baile es muy colorida predominando la ropa de lana de alpaca o vicuña. Las mujeres utilizan faldas, una sobre otras, de terciopelo de colores. Otra parte de la indumentaria del trote es el "aguayo", cuadrado de lana que se coloca en la espalda y se afirma de los hombros prendido al pecho con una cuchara de plata. El hombre y la mujer usan sombrero.La pareja de bailarines realizan pasos como si estuviesen trotando. Mientras se mueven avanzan y retroceden rítmicamente. Se toman de las manos y giran para un lado y otro, sin dejar de mover los brazos.La música es acompañada por la guitarra, la quena, la zampoña, la caja y el bombo.

La Vara

Es un baile esencialmente femenino. Las mujeres que danzan La Vara cubren sus cabezas con un grueso paño rectangular, del mismo color del vestido. Usan largas y estrechas túnicas de dos colores: verde y marrón que adornan con muchos collares. La coreografía se realiza en torno a una "vara" o "poste" colocado perpendicularmente. Cada una de las bailarinas lleva en sus manos el extremo de una cinta de distinto color, que para ella tiene un profundo significado.La copla se canta marcando el paso en sus puestos, y en el estribillo se procede a trenzar la vara con pasitos cortos en ritmo de trote. En el acompañamiento instrumental intervienen la quena, el bombo y la caja.

martes, 9 de septiembre de 2008

leyendas de la zona central (tercera parte)


El "encanto" de La Campana


a) En remotos siglos, el cono del cerro de La Campana era un promontorio o peñasco reluciente de oro y pedrerías, codiciado por una nación extranjera y valerosa, que vino a conquistarlo. Pero los machis, o brujos del lugar, resolvieron burlar la codicia de los forasteros, disponiendo que en una noche cayera sobre el cerro una espesa capa de granito que ocultó sus codiciados tesoros.
Han pasado los años y muchos son los mortales que buscan las riquezas entre las rocas del misterioso cono, pero los machis de La Campana tienen afilados los puñales con que quitarán la vida al que rompa el encantamiento de La Campana.


La roca del buey


En la bahía de Valparaíso, la Roca del Buey es un peligroso escollo que flota a la superficie.
Numerosos accidentes han acontecido en esta roca, entre ellos el de una corbeta, en la cual funcionaba una escuela con un magnífico cuerpo de profesores y alumnos, jóvenes de familias de Francia y Bélgica.


Esto obligó a ponerle una boya que pasó a conocerse como la Boya del Buey, por su quejido característico cuando había oleaje, el cual servía a los barcos anunciando la proximidad del peligro.

Los porteños lo sienten como un bramido de buey, que en medio de la espesa neblina y del temporal, está junto a los náufragos en el furor de la tormenta y el frío de la noche.


Cariño Botado


a) Los habitantes de este caserío cercano a Los Andes, supieron que las columnas del Ejército Libertador pasarían por ahí y de inmediato comenzaron los preparativos para hacerles un cariño, sin embargo, cuando todo estaba listo para recibir a los soldados de la libertad, se supo que la columna desvió su ruta, por orden de San Martín, por lo que los preparados quedaron abandonados, el cariño tirado. Y de esta ocasión tomó el nombre de Cariño Botado.


b) Este poblado se llama así porque antiguamente, en todas las casas tenían chicha, chacolí, no faltaba la buena comida y mucha alegría. Había una juventud sana, vibrante, niñas tocaban la vigüela y cantaban muy bien.


Todo el que iba a este lugar recibía nada más que atenciones, es decir cariño botado.


c) En Mendoza, República Argentina, existe una calle El Cariño Botado y refieren que en la época sanmartiniana, un destacado núcleo de familias que admiraban al gran organizador del Ejército Libertador, quiso tributarle un homenaje y, con tal motivo, organizó un suntuoso banquete que, desde luego, fue aceptado. Este se realizaría en las inmediaciones de la finca del Dr. Biritos, en Godoy Cruz, calle Tucumán.


Pero, es el caso que el día y la hora fijados, los anfitriones esperaban la llegada del Libertador, cuando en vez de éste, llegó presuroso un ayudante para presentar toda clase de excusas a los dueños de casa, causando, pese a las disculpas, la natural contrariedad, conociendo el carácter rectilíneo y cortés del General San Martín.


Transcurrido algún tiempo, los obsequiosos vecinos reanudan el convite, que el General acepta. Las familias invitantes echaron la casa por la ventana esta vez para atender como correspondía al Intendente General de Cuyo. A poco de esperar, aparecen varios oficiales de gala, pero no distinguen entre ellos a San Martín. Los oficiales explican que el General pocos minutos antes de asistir a la fiesta, tuvo que emprender un viaje de trascendental importancia para la campaña victoriosa de los Andes; explicaciones que las distinguidas familias no aquilataron y ordenaron a los criados que arrojaran a la calle comidas y dulces prolijamente preparados con que había de obsequiarse al General, cosa que se hizo en forma espectacular y pintoresca, con el natural asombro de los oficiales.


Y el botar todos los exquisitos manjares le dio popularidad a la calle en que vivían esas familias, llamándole la calle de El Cariño Botado.


CANARIO



Procede de las islas Canarias, es de trece centímetros de longitud, aproximadamente, con alas puntiagudas, cola larga y ahorquillada y plumaje amarillo, blanquecino o verdoso.
Se caracteriza por su mejor y más sostenido canto. Al macho se le encomia como pájaro de trinos.
Como ave canora se salva de la persecución a cambio de su vida en cautividad.
Se les tiene en jaulas doradas que cuentan con comedor, dormitorio y sala de baño.
Les cambian los insectos, el néctar de las flores del damasco, por una comida especial.
Se habla de canaricultura, cuidado e industria de los canarios. Se les presenta en exposiciones, tienen primeras medallas otorgadas en varios países.


Modulan sus trinos en las casas, donde ofrecen conciertos. Hay entre ellos magníficos cantores, verdaderos virtuosos que hechizan con sus melodías. Otros son concertistas. solistas, los canarios flauta.


Se habla de color Canario, que es el semejante a ellos. o vestida de amarillo; y Canario, es la persona rubia.


Antiguamente, en los hoteles se daba el nombre de Canario a la persona generosa y que otorgaba buenas propinas; Canario, se le llamaba al cajero de Banco, por el hecho de estar detrás de una rejilla de bronce.


Y al exquisito para comer, se le dice: Lo esperamos con sesos de Canario.


SIETE COLORES

Tachuris rubrigastra rubrigastra (Vieillot).


Desde Aconcagua hasta Chiloé. Se cuenta entre los pajaritos vistosos de Chile, tal vez por la belleza de los siete colores: amarillo, azul, blanco, bronceado, carmesí, negro y verde.


Su grito es como el croar de un sapito. No se adapta a la vida cautiva.


Consultado un campesino si sabía por qué se llamaba Siete Colores, respondió que cuando niño escuchó que un pajarito desplumado se escapó casi de la olla y como pudo llegó al taller de un maestro carpintero, y se untó todo su cuerpo de cola; después en la lengua de los pájaros, le fue contando a cada uno de ellos, hasta el número de siete, su desgracia de encontrarse desplumado, y les pidió tres plumitas, y se las iban dando; y como estaba untado de cola, se le iban pegando.
Como cada pluma era de un color; se quedó el pajarito más bonito que antes, con siete colores.
Otra versión de su cromatismo es ésta: Después del Diluvio, el Señor mandó un arco iris gigante. Este pájaro, que era juguetón, quería pasar sobre el arco iris, pero se caía a cada empeño. Volvía de nuevo a empezar y aleteaba bien rápido tratando de vencer el espacio coloreado. Tanto esfuerzo hizo, que al final pudo cruzar el arco iris y cuando salió de esta transverbera venía con siete colores.


La piedra feliz


La Piedra Feliz era un peñón enclavado en Las Torpederas, balneario de Valparaíso. Por muchos años los aburridos de la vida, los descontentos, los enamorados desencontrados, se despedían de sus vidas para siempre lanzándose desde lo alto al mar.


Toda una época señala a la Piedra Feliz, como la piedra de los infelices. Se suicidaban parejas, hombres o mujeres, ancianos, enfermos, abandonados.


Al pie de la roca, ramazones de algas se extendían y distendían como tentáculos de pulpos gigantes y se contaba que los suicidas erguían la cabeza entre estas plantas como incitando a lanzarse a las almas torturadas.

Leyendas de la zona central (segunda parte)



Cómo nació el Aku-Aku


Unos diablos, una tarde calurosa, se despojaron de sus ropas para entregarse al sueño. Pero aconteció que pasó un joven de apuesta figura y pudo observar con gran admiración que sus cuerpos carecían de carne y se les podían ver y contar las costillas.


A Takuihu —que así se llamaba el joven— se le quedó fuertemente grabado en la memoria tan extraño espectáculo.


Otro diablo por ahí cercano había estado observando la escena y prorrumpió en grandes gritos, hasta despertar a sus colegas y les refirió que Takuihu los había sorprendido durmiendo.
Los diablos, por temor al ridículo en que caerían entre los isleños si Takuihu contaba algo sobre su curiosa contextura, resolvieron salirle al encuentro, jurándose darle muerte si les decía que los había visto desnudos.


Interrogado el joven, que no tenía un pelo de tonto, negó con todo aplomo. Juró en tal forma, que los diablos lo creyeron sincero.


Los diablos lo acompañaron hasta su casa y no dejaron de vigilarlo y escuchar sus conversaciones, por si hacía comentarios sobre sus escuálidos cuerpos. Durante dos días estuvieron escuchando pero el joven les había espiado y guardaba la más absoluta reserva.
Después de este tiempo se retiraron, seguros de que el secreto de sus ridículos cuerpos no era conocido por ningún mortal.


Pero cuando Takuihu se vio libre de los diablos, cogió un trozo de toromiro y talló en él la figura descarnada que tenía en su memoria.


Tal fue la razón de las primeras imágenes de Akauaku que se tallaron en Pascua y éste el medio de comunicación que encontró el nativo sin recurrir al lenguaje, para contar lo que había visto.

Entierro de Drake

Drake, el aventurero, a quien llamaban Azote de Dios, robó en Valparaíso oro en polvo, saqueó los galpones aduaneros repletos de mercaderías; se proveyó de víveres y se apoderó de objetos de valor tanto de las casas particulares como de las iglesias.

Este pirata temía caer prisionero de los buques españoles, y se cree que el botín que recogió en Chile lo enterró, antes de partir, en un rincón de la costa, cercano a Arica.

Chon–Chon

Cuando los pobladores de la zona central de Chile escuchan unos gritos persistentes cuyo sonido es algo así como: tué, tué, significa que el Chon-Chon (o Chonchón) ha salido a anunciar que alguien se va a morir. Esta tenebrosa criatura es una cabeza humana desde la cual nacen unas enormes orejas que usa como alas para volar.

El Chon-Chon revolotea alrededor de la habitación de los enfermos, luchando contra el espíritu de estos y, si logra obtener la victoria, succiona la sangre de los pacientes.

Se dice que los chonchones son brujos o gente que sabe mucho de brujería, que después de aplicarse ciertos tipos de cremas en la garganta, salen a volar con solo la cabeza alada, dejando el cuerpo en la casa. Al momento de comenzar el vuelo dicen: Sin Dios ni Santa María.

Para espantarlos se rezan las Doce Palabras Redobladas; la Magnífica o esta oración: San Cipriano va para arriba, San Cipriano va para abajo, sosteniendo una vela de buen morir. Con esta oración el Chon-Chon cae al suelo.

Otro método para ahuyentar al Chon-Chon es echar sal al fuego de la cocina; extender un chaleco o decirle: pasa, Chon-Chon, tu camino, o vuelve mañana por sal. Al día siguiente, alguien se presentará a pedir sal y por ningún motivo hay que negársela.

Para hacerlo caer se hace en el suelo la firma de Salomón, en forma de estrella de cinco puntas, y se clava en el centro un cuchillo con la punta dirigida hacia el Chon-Chon. Al pasar, este se precipita hacia abajo y queda ensartado en el cuchillo, de donde se lo toma para luego ser quemado.

También se dice que otros brujos dan caza a este horroroso monstruo, con el objeto de crear poderosos conjuros, que después utilizan en sus diferentes hechizos.

Cueva del Chivato

Una de las tantas Cuevas del Chivato, existió al pie de un cerro de la ciudad de Valparaíso, y dicen que era honda como la eternidad. Esta cueva estaba situada en el centro de la población. Los habitantes de Valparaíso sabían que había dado a la cueva su nombre y mucha celebridad cierto chivato monstruoso que, por la noche, salía de ella para atrapar a cuantos por ahí pasaban. Era fama que nadie podía resistir a las fuerzas hercúleas de aquel feroz animal y que todos los que caían en sus cuernos eran zampuzados en los antros de la cueva, donde los volvía Imbunches si no querían correr ciertos riesgos para llegar a desencantar a una muchacha que el chivo tenía embrujada en lo más apartado de su vivienda.

Los que se arriesgaban a correr aquellos peligros tenían que combatir primero con una sierpe que se les subía por las piernas y se les enroscaba en la cintura, en los brazos y la garganta, y los besaba en la boca; después tenían que habérselas con una tropa de carneros que los topaban atajándoles el paso, hasta rendirlos, y si triunfaban en esta prueba, tenían que atravesar por entre cuervos que les sacaban los ojos, por entre soldados que les pinchaban. De consiguiente, ninguno acababa la tarea y todos se declaraban vencidos antes de llegar a penetrar en el encanto. Entonces no les quedaba más arbitrio para conservar la vida, que dejarse imbunchar, y resignarse a vivir para siempre como súbditos del famoso chivato, que dominaba allí con voluntad soberana y absoluta.

Lo cierto es que nadie volvía de la Cueva a contar lo que acontecía, y que casi no había familia que no lamentara la pérdida de algún pariente en la Cueva, ni madre que no llorase a un hijito robado y vuelto imbunche por el chivato, pues es de saber que éste no se limitaba a conquistar vasallos entre los transeúntes, sino que se extendía hasta robarse todos los niños malparados que encontraba en la ciudad.

Tesoro de las Islas de Juan Fernández

Las islas de Juan Fernández, refugio de corsarios y filibusteros, se sabe que es un lugar que guarda riquezas, tesoros escondidos. Muchos son los sitios señalados como tales y pocos los casos de hallazgos.


Leyendas de la zona central (primera parte)




Leyenda del Cristo de Mayo



Cuenta la leyenda que la Quintrala tenía un crucifijo que, en el terremoto de mayo 1662, se le calló la corona de espinas al cuello. Además, al tener ese amor imposible con el Fray Pedro, ella se desquitaba azotando a su Cristo, y se dice que una vez, mientras la azotaba, él giró su cabeza hacia ella.


Y que algún tiempo después le juró a ese mismo Cristo que si la salvaba de la presión, ella le pondría todos los días y para siempre dos velas de una libra.


El Cristo la salvó, y aún hoy día se le ponen las velas al Cristo de la Agonía. Ahora este Cristo se llama el "Cristo de Mayo", porque para el terremoto de mayo de 1647 todo se derrumbó en Santiago y solo él se mantuvo en pié con las dos velas encendidas y la corona de espinas en el cuello.


La Quintrala


Uno de los personajes más llamativos y enigmáticos de la época colonial fue Catalina de los Ríos y Lisperguer, más conocida como La Quintrala, durante su vida cometió múltiples asesinatos sin piedad, mató a su padre, a sus amantes y esclavos. Despiada, polémica y sin escrúpulos, mala hasta la saciedad, sangrienta y sin rencor, provenía de una poderosa familia bien relacionada que taparía durante tres décadas su crueldad con la ayuda del gobernador.



Corre la primera mitad del siglo XVII en las tierras de Chile. Época de continuas sublevaciones araucanas en el sur del país y de crisis de la administración colonial. El gobierno virreinal de Lima afronta graves dificultades para imponer el orden en la provincia chilena. Con la autorización del rey, se intenta poner en práctica la política de la “guerra defensiva” propugnada por los jesuitas, que busca establecer una tregua y diálogo con los araucanos alzados. Santiago de Nueva Extremadura cuenta con pocos miles de habitantes, la mayoría de ellos indígenas, mestizos y africanos ocupados en tareas de servicio doméstico en las casonas de criollos y españoles. El poder interior es ejercido por dos grandes familias, una de las cuales, los Lisperguer, constituye un ejemplo fundacional de las posibilidades de hibridación étnica y cultural en las colonias. Pedro Lisperguer, alemán y ex paje de Carlos V, el fundador de la casta, se había casado con doña Elvira, princesa mapuche de Talagante, propietaria de enormes extensiones de tierra en el Chile central, y Águeda, una de sus hijas, se unirá en matrimonio con Bartolomé Flores, dando origen así a una de las mayores fortunas del reino.



Catalina de los Ríos y Lisperguer (1604-1665), hija de Catalina Lisperguer, nieta de Águeda Flores y biznieta de Elvira de Talagante, reivindicará, dicha ascendencia híbrida a través de la estrecha alianza con su criada machi, depositaria de las tradiciones religiosas chamanísticas del pueblo mapuche. Catalina, llamada Quintrala por el arrebatador rojo de sus cabellos, fue juzgada implícitamente por brujería, su destino como presunta hechicera es inseparable de la sombra de su congénere autóctono.



La censura impuesta durante tanto tiempo a la historia de Catalina tiene fácil explicación en una sociedad patriarcal y ferozmente patrimonial como la chilena. La Quintrala no encarnaba sólo una figura secundariamente femenina de una gran familia principal: fue ella misma propietaria y jefe de una rama de la estirpe fundadora del futuro país. Era entonces necesario confinar la leyenda de una “Catalina la Loca”.



Desde muy joven, la existencia de Catalina revela un drama doméstico. Rechaza la autoridad del padre, estrecha alianzas y amistades con indios y criollos indeseables, se refugia en el seno de su nana indígena con la que oficia sahumerios y ensalmos y prepara alambiques y conjuros, defiende con denuedo a su madre, también acusada de brujerías, de la violencia patriarca. “Yo no quiero en mi casa hombres que me pongan mala cara”, es frase que pone la tradición en boca de una joven precoz y autoritaria, capaz ya en la adolescencia de maltratar a sus esclavos y desordenar la jerarquía familiar y social. Y sobre todo de jugar cruelmente con los incautos amantes, hasta hacerlos desaparecer de la faz de la tierra con la complicidad de su machi araucana. Su figura se tambalea entre una heroica feminista así como una cruel asesina.



Esta doña Catalina mató a su padre con veneno que le introdujo en un pollo que preparó ella misma con todo el cariño cuando su padre estaba enfermo.



La primera grave acusación contra Catalina de los Ríos provoca un pánico y acaba por dividir a la sociedad santiaguina. El odiado Gonzalo de los Ríos muere tras enormes sufrimientos y la sospecha, la certeza, de la autoría del delito da lugar a un bullado proceso en el que Catalina y la familia Lisperguer son defendidas y protegidas por las más altas autoridades limeñas gracias a los lazos de parentesco con el presidente de la audiencia virreinal. Amada y deseada por muchos hombres, odiada por la fracción opuesta de la buena sociedad e incluso por una parte de su propia familia, la Quintrala ha transmitido a la posteridad una imagen contradictoria. A lo largo de su vida fue acusada de asesinar a varios amantes con la complicidad de ritos hechiceros y más tarde de maltratar y asesinar a sirvientes y esclavos, especialmente en el período que se abre tras su casamiento y reclusión en la hacienda de La Ligua.



El primer proceso a la Quintrala no conoce sólo el asunto parricida, puesto que desde el comienzo se interpone la cuestión de los “duendes”.



Sin embargo este proceso, como todos los posteriores a los que fue sometida Catalina a lo largo de casi medio siglo, no estaba destinado a acabar rápido. En primer lugar, como se ha dicho, porque se trataba de querellas contra un poderoso, miembro de una familia principal que contaba con muchas cartas a su favor, pero, además, porque las acusaciones de brujería nunca pudieron ser sistematizadas y explicitadas, por tratarse de materia demasiado delicada en relación con este personaje y su entorno.



Se sabe que en una ocasión arrojó desde su casa un Cristo tallado en madera, que según ella la miraba con lástima mientras azotaba cruelmente a algún esclavo. Los padres agustinos, que tenían su iglesia al lado de la casa de La Quintrala, lo recogieron y lo pusieron en el altar donde permanece hasta hoy. El 13 de mayo de 1647, cuando un gran terremoto azotó la región, sucedió algo realmente extraño: la corona de espinas que el Cristo tenía sobre su cabeza, cayó hasta su cuello, hecho que lo bautizó como el Cristo de Mayo o Señor de la Agonía. Catalina de los Ríos y Lisperguer murió el 15 de enero de 1665 y fue enterrada en la misma iglesia de San Agustín.
Casi toda su fortuna fue legada en beneficio de su alma, para ser rescatada del purgatorio. Estableció que se dijeran 20 mil misas, para lo que dispuso 20 mil pesos.



En los días siguientes a su entierro, debían oficiarse otras mil misas, y también mandó se dijeran 500 misas más, esta vez por las almas de los indígenas que habían fallecido debido a sus malos tratos.



Mediante otras disposiciones, favoreció a algunos parientes y amigos cercanos. Por último, legó 6 mil pesos al Señor de la Agonía o Cristo de Mayo, para seguir realizando la procesión expiatoria de los días 13 de mayo, cuando se recordaba el terremoto acaecido en esa fecha. Sus funerales fueron realizados con una ostentosa pompa, que incluyó mil cirios para la iglesia. Ataviada con el hábito de San Agustín, fue enterrada en el templo de esa orden.




Las vegas del flaco



En cierta ocasión en que mineros iban en busca de minerales a lomo de mula, uno de los machos de la recua enfermó y hubo de dejarlo en una vega pastosa que se veía a orillas del río Tinguiririca. Desde aquel día los arrieros comentaban sobre la suerte que le habría corrido al pobre macho flaco y enfermo que habían dejado en la vega. Al regreso se encontraron con la sorpresa de que el macho no sólo se había repuesto, sino que había engordado. Y desde aquel día no se habla entre los arrieros sino de la bondad de esa vega, donde había sanado el flaco y su nombre pasó a ser el de Vegas del Flaco.




La casa misteriosa



En Valparaíso, Playa Ancha, había una casa muy bien tenida a cuyos moradores nadie conocía. Los vecinos por más que se empeñaban por verlos no los veían. Nadie entraba ni salía. Las flores del jardín, todas de cuidado, se mostraban bellas como atendidas por el mejor jardinero. Los árboles se destacaban hermosos. En general se apreciaba una limpieza como si se estuviera esperando a alguna visita.



Aumentaba más el misterio el que la casa quedara en el camino al cementerio. Un día vino el progreso e hizo que la casa misteriosa fuera demolida para levantar un edificio moderno y nadie vio a sus residentes.


Batalla entre las olas


Entre las costas de Concón y Quintero, los pescadores ven una batalla reflejada cuando revientan las olas. Agregan que es un combate de la revolución de 1891.


En las mismas costas, los pescadores aseguran haber visto emerger del mar una ciudad como por encantamiento.






José Miguel Carrera Verdugo

Nació en Santiago el 15 de octubre de 1785, siendo su padre el coronel de las milicias reales Ignacio de la Carrera, y su madre, Paula Verdugo, miembro de la aristocracia santiaguina.
En 1792 ingresó a estudiar en el Convictorio Carolino, donde destacó por su fuerte personalidad e inteligencia, trasformándose ya en esa época en un líder. Pero pronto abandonó el Convictorio e ingresó (a los nueve años) como cadete al regimiento de Caballería del Príncipe, en donde llegó a ser teniente en 1805.

Antes de cumplir los 18 años, enfrentó tres procesos criminales en los que había participado.
Se casó con Mercedes Fontecilla Valdivieso y tuvo cinco hijos: cuatro mujeres y un hombre, este último, que llevaba su mismo nombre, fue el padre del héroe del combate de La Concepción (9 y 10 de julio de 1882), capitán Ignacio Carrera Pinto.

Su Juventud en España

Su padre decidió mandarlo a Lima (Perú) después de saber de sus andanzas criminales. Ahí se hospedó en la casa de su tío materno José María Verdugo, pero como continuó con sus correrías, retornó al poco tiempo a Santiago. En 1807, fue enviado a España, donde se unió a los Voluntarios de Madrid y los Húsares de Farnesio, organizaciones del ejército español que luchaban contra Napoleón.

En este período, participó en más de veinte contiendas, siendo las más importantes los combates de Yébenes y río Guadiana y las batallas de Talavera y de Ocaña, en donde fue herido (1809). Producto de esto último fue trasladado a Cádiz, lugar en el que fue posteriormente condecorado con la cruz de Talavera y ascendido a sargento mayor del regimiento de Húsares de Galicia (1810).

Además, en este puerto se enteró del ambiente independentista que había en Chile y de la instauración de la Primera Junta de Gobierno en Santiago, de la que formaba parte su padre. Por esta razón, decidió regresar a Chile el 26 de julio de 1811.

Carrera al poder

Ya establecido en Santiago, y viendo que la situación política era compleja, el 4 de septiembre de 1811, junto a sus hermanos Juan José y Luis, dio un golpe de Estado, que tuvo por objetivo poner a la cabeza del Primer Congreso Nacional a los personeros que realmente deseaban independizarse de España. Así fue que se constituyó una nueva Junta de Gobierno, que él presidió.

Sin embargo, como las disputas continuaron entre políticos y militares, Carrera decidió dar un segundo golpe el15 de noviembre del mismo año, reemplazando a la junta por otra. Esta estuvo integrada por él, Gaspar Marín y Juan Martínez de Rozas, pero como este último se encontraba fuera de Santiago fue sustituido por Bernardo O'Higgins. Al poco tiempo, Marín y O'Higgins renunciaron, quedando solo Carrera en el poder.

Durante su mandato, llevó a cabo varias iniciativas y obras. Entre las más importantes están:
- Creó la Aurora de Chile, el primer periódico nacional.- Se promulgó la primera Constitución Política, denominada "Reglamento Constitucional de 1812".- Dispuso que los monasterios tuvieran escuelas de hombres y de mujeres.- Mejoró los hospitales de Santiago.- Se crearon la primera bandera y el primer escudo nacional.

Guerra por la Independencia

Al enterarse de la noticia de que fuerzas peruanas enviadas por el virrey del Perú, Fernando de Abascal, habían invadido Chile, Carrera abandonó la vida política y asumió el mando del ejército como comandante en jefe. Sin embargo, como no tuvo éxito en las contiendas, especialmente por el fracaso sufrido en el sitio de Chillán (en agosto de 1813), fue reemplazado por Bernardo O'Higgins.

Después de entregar el mando a O'Higgins en Concepción, marchó hacia Santiago, pero en el camino fue tomado prisionero por los realistas y conducido a Chillán en compañía de su hermano Luis (3 de marzo de 1814).

Entretanto, el director supremo de ese entonces, Francisco de la Lastra, negoció con los realistas el tratado de Lircay (3 de mayo de 1814), una tregua donde los chilenos reconocían como soberano a Fernando VII y los españoles al gobierno existente en ese momento en nuestro país. Además, s e especificaba que los prisioneros de guerra serían liberados. Pero esta medida no se aplicó a los hermanos Carrera, porque dentro del tratado se incluyó una cláusula secreta que establecía que estos hombres serían entregados al gobierno y luego deportados, debido a que su libertad implicaba inestabilidad política.Ante tal hecho, José Miguel y Luis lograron escapar desde su reclusión en Chillán con la ayuda de jefes militares de esa ciudad. Al llegar a Santiago, José Miguel no aceptó los acuerdos del tratado de Lircay y nuevamente dio un golpe de Estado (23 de julio de 1814), destituyendo el gobierno encabezado por De la Lastra.

La toma del poder de Carrera no fue aceptada por O'Higgins, por lo que junto a sus tropas marcharon hacia Santiago, siendo derrotados en el combate de las Tres Acequias (26 de agosto de 1814) por los soldados al mando de Luis Carrera.

Luego de esto, O'Higgins se enteró de la noticia de que el virrey del Perú había enviado a Chile una nueva expedición, a cargo de Mariano Osorio. Esto obligó a o'higginistas y carreristas a detener sus peleas para unirse en la defensa de la revolución.

Sin embargo, las fuerzas patriotas sucumbieron ante los realistas en el desastre de Rancagua (octubre de 1814), debiendo José Miguel Carrera (así como muchos patriotas) emigrar a Mendoza.

Su estadía en Argentina no fue de lo mejor, ya que José de San Martín lo mandó a prisión, para luego relegarlo a Buenos Aires.

En esta ciudad, no encontró buena acogida, por lo que decidió viajar a Estados Unidos, con el fin de reunir fondos y armas para liberar a Chile del dominio realista.

En febrero de 1817, volvió a Buenos Aires, pero el director supremo argentino, Juan Martín de Pueyrredón, le confiscó sus pertenencias y lo tomó prisionero. José Miguel nuevamente logró huir y se asiló en Montevideo (Uruguay).

Fusilamiento de Carrera

Carrera debió abandonar Montevideo debido a las presiones del gobierno argentino. A su regreso a Buenos Aires, tomó parte en la lucha entre los unitarios y federalistas, apoyando a estos últimos, que lograron la victoria en la batalla de la Cañada de Cepeda (febrero de 1820). Sin embargo, los federalistas no lo ayudaron, como le habían prometido, para poder regresar a Chile.
Por ello, decidió internarse en las pampas, junto a soldados chilenos, con la esperanza de cruzar la cordillera y llegar a Chile, pero se encontraron con las tropas del coronel José Albino Gutiérrez en Punta del Médano. Fue apresado y condenado a muerte y su fusilamiento se produjo el 4 de septiembre de 1821 en Mendoza.

Manuel Rodriguez Erdoyza


Manuel Rodríguez nació el 25 de febrero de 1785, en Santiago. Hijo del español Carlos Rodríguez de Herrera y de la peruana María Loreto de Erdoíza y Aguirre.


Sus primeros estudios los cursó en el colegio San Carlos. Más tarde, ingresó a la Real Universidad de San Felipe, donde recibió enseñanzas sobre Filosofía y Leyes, titulándose de abogado en 1809, al igual que sus tres hermanos.


Pronto los ánimos independentistas se apoderaron del país. Rodríguez simpatizó con la causa y se alió a uno de sus más fieles compañeros y vecino de infancia, José Miguel Carrera. Un año después de instaurada la junta de gobierno, en 1811, fue designado procurador del Cabildo de Santiago; pero este cargo lo ostentó por poco tiempo, ya que el golpe de Estado impulsado por Carrera el 4 de septiembre transformaría la dirección del país.


Rodríguez, al poco tiempo, fue elegido diputado, mientras que el gobierno lo designó como ministro de Guerra. El 10 de agosto de 1814, fue nombrado secretario de Estado y ministro de Guerra. Sin embargo, la tranquilidad alcanzada se remeció con la llegada de casi 4.000 hombres que buscaron aplacar los ánimos independentistas en el territorio. Manuel Rodríguez debió, entonces, dejar sus funciones administrativas, volcando todas sus energías hacia el campo de batalla.


Un nuevo escenario


Tras el desastre de Rancagua (1814) y el regreso de los realistas al poder, las fuerzas patriotas debieron refugiarse al otro lado de la cordillera.


Rodríguez también partió; sin embargo, adoptó un papel de vigilante y mensajero, por lo que continuamente viajaba a caballo al país para recabar información, entregándosela a los principales artífices del Ejército Libertador: Bernardo O’Higgins y José de San Martín.


También organizó a grupos de rebeldes que alteraron la tensa calma impuesta por los realistas.
De esta manera, confundió a las tropas enemigas con diversas acciones por el territorio, permitiendo el avance sigiloso hacia el país de los patriotas, por diferentes puntos de la cordillera de los Andes. Esto le valió, además, la admiración popular, ya que el botín de los saqueos a los reductos realistas eran distribuidos entre los más pobres.


Con el retorno de los patriotas al poder (1818), el escenario cambió bruscamente para Rodríguez. O’Higgins miraba con suspicacia su figura tan rebelde y popular, por lo que las disputas entre ellos no tardarían en aparecer. Incluso, tras el desastre de Cancha Rayada, ocurrido el 19 de marzo de 1818 y en el que las tropas realistas sorprendieron y derrotaron a las patriotas, Rodríguez alentó a los habitantes de Santiago para aunar fuerzas e impulsar la lucha armada. Organizó, entonces, una nueva fuerza militar, los Húsares de la Muerte, y fue proclamado por el pueblo como director supremo, cargo en el que duraría solo dos días y que complicaría aún más su relación con O’Higgins.


Una vez que la tranquilidad retornó al país, Rodríguez fue detenido en el cuartel de San Pablo, en Santiago. El 25 de mayo de 1818 lo trasladaron a la prisión de Quillota. Sin embargo, antes de llegar a destino, en las proximidades de Tiltil, fue acribillado por sus custodios.


A sus 33 años, moría una de las leyendas de la historia nacional, cuya muerte incluso está rodeada de misterio, ya que algunos hablan de conspiración y otros dicen que era el destino que le esperaba después de intentar huir.


La leyenda popular asigna a la figura de Manuel Rodríguez varios hechos anecdóticos. Durante la Reconquista, y para facilitar su labor de espionaje en el territorio, utilizó diferentes disfraces, los que le sirvieron para no ser descubierto y juzgado por las autoridades realistas.


Así, tras ser perseguido, se refugió en el convento de Apoquindo, vistiéndose de monje , incluso, dirigió a sus perseguidores al interior del recinto para que buscaran al fugitivo. Se cuenta, además, que en otra ocasión se vistió de mendigo y le abrió la puerta al carruaje del gobernador Casimiro Marcó del Pont, quien le dio algunas monedas como limosna.

Bernardo O'higgins Riquelme



Bernardo O'Higgins nació el 20 de agosto de 1778, en la ciudad de Chillán. Hijo de Isabel Riquelme Meza y Ambrosio O?Higgins, tuvo que cargar durante toda su vida con el estigma de ser hijo natural.


A pesar de esta situación y de la lejanía de su padre, este veló todo el tiempo por cada detalle de su crianza. Para ello, instruyó al comerciante portugués Juan Albano Pereira para que lo cuidara, llevándolo hasta su hogar en Talca, donde permaneció hasta los diez años. Luego, volvió al hogar materno en Chillán, donde recibió su primera instrucción en el Colegio de Naturales de los padres franciscanos, en la sección de españoles nobles.


Ya a los doce años, cuando su padre ostentaba en Chile el cargo de gobernador, fue enviado hasta Lima para cursar sus estudios.


En 1795 fue enviado a Europa para perfeccionarse en la Academia Católica de Richmond, donde conoció importantes personajes, como Francisco de Miranda, quien le inculcó la necesidad vital de una patria independiente.


De regreso al país, en 1802, se enteró que su padre había muerto un año antes y que le dejaba algunos de los bienes que poseía en el territorio: una casa en Santiago y la hacienda de San José de las Canteras, ubicada a algunos kilómetros de la ciudad de Los Ángeles.


Inicios en política


A pesar de que durante los primeros años de su estadía en el país, Bernardo O'Higgins se preocupó casi exclusivamente del manejo de la hacienda que le legó su padre, el interés por los asuntos políticos no disminuyó y la necesidad de difundir los ideales de independencia hizo que reuniera diferentes grupos de jóvenes para traspasarles sus conocimientos.


Una vez que se constituyó la primera junta de gobierno, el 18 de septiembre de 1810, Bernardo O'Higgins fue electo diputado para el próximo Congreso, representando a la ciudad de Los Ángeles.


Sin embargo, como las organizaciones aún eran deficientes y el control del país no tenía un rumbo definido, tras la llegada de
José Miguel Carrera al poder (por golpe de Estado), O?Higgins volvió a las labores que le demandaba la mantención de su hacienda en Las Canteras.

En 1813 fue nuevamente tentado por las fuerzas libertadoras para unirse en la lucha por la independencia del país. Se incorporó al Ejército y participó en varias acciones militares, que, finalmente, le valieron, en 1815, el mando del ejército patriota.


Reparación en Argentina


Tras el desastre de Rancagua, O'Higgins emprendió la retirada hacia el otro lado de los Andes. Allí prepararía la ofensiva patriota para derrocar a las autoridades realistas que se habían establecido en el país. Junto al argentino José de San Martín comenzó a preparar a las tropas chilenas, que más tarde formarían el Ejército de los Andes o Libertador.


Ya en 1817, el Ejército Libertador comenzó su marcha y cruzó los Andes, enfrentándose a las tropas realistas en la batalla de Chacabuco. Fue proclamado el 17 de febrero de 1817 director supremo de la nación, asegurando la emancipación nacional en la batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818.


Luego de su polémico gobierno, que muchas veces fue considerado excesivamente autoritario, y luego de intentar reformar el reglamento constitucional que él mismo había impulsado para permanecer por más tiempo en el poder, abdicó, en 1823. Continuó su vida en el Perú, país hasta donde se trasladó con su madre, su hermana Rosa y su hijo. Allí vivió en la hacienda de Montalbán, encargado de las labores agrícolas; sin embargo, nunca desatendió la emancipación del continente.


Cuando en 1842 le otorgaron la posibilidad de retornar al país, comenzó los preparativos de su viaje. Sin embargo, murió antes de salir, el 24 de octubre de 1842. Sus restos fueron repatriados en 1869 y hoy descansan en el Altar de la Patria, ubicado frente al palacio de La Moneda.

lunes, 8 de septiembre de 2008

La Primera Junta de Gobierno



Integrantes de la Primera Junta de Gobierno

Presidente: Don Mateo de Toro y Zambrano, Conde de la Conquista.

Vice-presidente: Obispo José Martínez de Aldunate

Vocales:

-Ignacio de la Carrera

- Juan Martínez de Rozas

- Vicente Pérez Rosales

- Fernando Márquez de la Plata

- Enrique Rosales

- Francisco Javier Reina

- Gaspar Marín

Secretario: Gregorio Argomedo

Principales Obras de la Primera Junta de Gobierno:

· Creó nuevos cuerpos militares y reorganizó los existentes.

· Decretó la apertura de los puertos chilenos al tráfico internacional (Comercio Libre) y dictó una Ordenanza de Aduanas complementaria.

· Estableció relaciones con la Junta de Buenos Aires

· Por una disposición especial, se eximió por un año y medio de todo impuesto a libros, planos, mapas, armas, imprentas, instrumentos de física, herramientas y maquinarias y todos los elementos que dan impulso al progreso de la sociedad.

· Convocó a un Congreso Nacional, cuya función seria relevar en el corto plazo a la Junta del mando.

· El golpe de estado Realista, conocido como "Motín de Figueroa", la obligó a disolver la Real Audiencia, institución que había sido tradicionalmente el principal reducto realista.

¿Qué celebramos el 18 de septiembre?



Celebramos La formación de la primera junta de gobierno, formada un 18 de septiembre de 1810. Con este hecho se da inicio al proceso que llevará a nuestro país a lograr su independencia del dominio español.


Los antecedentes que dan inicio a este proceso serán, en primer lugar, la captura del rey de España por Napoleón Bonaparte, esto propicio para que las provincias americanas comenzaran a buscar mayor libertad de la metrópolis española tratando de organizarse como gobiernos locales administrados por personas nacidas en los países americanos.


El otro antecedente importante es la entrada de todas las ideas liberales representadas en dos hechos destacados, la revolución francesa y todos sus ideales liberales concretados con la independencia de los Estados Unidos; esto llevó a muchos de nuestros jóvenes patriotas que estudiaban en Europa, a estar en directo contacto con todas las ideas liberales, y buscando, a su regreso, aplicarlas en Chile para lograr su independencia.


Todos estos movimientos patriotas de emancipación tuvieron sus frutos con la renuncia del Gobernador español Francisco Antonio García Carrasco, por problemas en su administración y principalmente por el destierro de personajes chilenos destacados hacia el Perú, todos estos problemas le trajeron la desaprobación del pueblo que pedía la salida de la autoridad.


La salida de este personaje propició que en su reemplazo se eligiera a un personaje notable, a Don Mateo de Toro y Zambrano, el Conde de la Conquista, quien rápidamente llamó a un “Cabildo Abierto” de vecinos ilustres, a la que también asistieron personas del pueblo, en la cual se decidió por mayoría que se conformara una junta de gobierno provisional que guiara al país en la búsqueda del conocimiento y experiencia para formar una república.


Con este significativo hecho se da inicio al proceso de independencia de Chile, es por ello que celebramos todos los 18 de septiembre en recuerdo a la primera luz de libertad de nuestro país.


martes, 2 de septiembre de 2008

"Costumbres y tradiciones de mi Tierra"

Curso: 5° A "El roto que engaño al diablo" (zona norte)


El Diablo es tan diablo, que hasta los más diablazos le temen a sus diabluras.
Es que nadie se atreve con el Diablo - al menos eso pensaba él - hasta que Oerta vez, hace muchos, muchísimos años, se encontr6 con un rotito chileno.

Bartolo era un huaso joven, al que todo le salía mal: en otoño se helaron sus chacras y en invierno se perdió el sembrado. De puro flaca se murió la vaca. Así que Bartolo tiró el yugo, al arado, la rastra, el rastrón, y partió...

Tenía unos tíos en la costa, pero ¿cómo se haría pescador si ni siqniem conocía el mar? - Ser minero debe ser más fácil - pensó Bartolo - encaminándose a los lavaders, donde decían que las pepitas de oro se hallaban como chicharrones en un plato de porotos.
Pero no encontró oro.

Volviendo triste a casa, pens6 si el oro brillaría como escamas de peces en la red, o las pepitas seríancomo granos de trigo en la era.
Oscureció en el bosque. Tuvo miedo, pero más miedo tenía de volver a su tierra sin un cobre, porque pronto sería "el 18', y él quería bailarse unas buenas cuecas con la Peta, la niña más linda y hacendosa de la comarca.

Entonces recordó que su abuelo le había contado cómo se hizo rico un patron suyo.
- ¡Más que hago pacto con el Diablo! - exclamó Bartolo - y los pelos se le pararon de susto. Sacando fuerzas de flaqueza, tomó aliento y llamó tres veces al Patas de Hilo.
Un relámpago abrió de par en par las puertas del cielo y por la tierra rodaron todos los ruidos del bosque. Entonces lo vio: de pera y bigote y rabo; de chispas por los ojos y una risa del demonio, lo vio.

Allí se estuvieron Bartolo y el Diablo, hablando de negocios: de venderle su alma al Diablo - no tenía más que vender el huaso Bartolo-. Cien mil pesos le pidió por su alma, pensando que si volvería en esa facha la Peta no darla un cinco por él.
Le pareció buen precio al Diablo. Se los dio.

-Pero hay que firmar un pacto - dijo el Diablo- àCuándo querIs que te lleve?
-Hoy mismo – respondió Bartolo - haciéndose el de las chacras.
Se extraño mucho el demonio, pues todos le pedían años y años para gozar la vida. Por fin acordaron que vendría a buscarlo mariana. El Malo le pinchó el dedo del corazón al huaso, y con su misma sangre escribió

Bartolo Lara
no te llevaré hoy,
pero te llevo mañana.

En cuanto el rotito firmó el pacto, el Diablo lo guardó y desapareció, en una explosión de fuego, humo y color de azufre.

No hay para qué decir cómo llegó al campo Bartolo, en caballo corralero, montura nueva, espuelas de plata y poncho multicolor. Un mozo arreaba una vaquilla para el asado, y otro venía en carreta con una tremenda pipa y un baúl de regalos para Peta.
Se les hizo corto el día para la fiesta, pero apenas anocheció, Bartolo montó a caballo y partió a su cita. El Diablo lo saludó con su risa endemoniada.

- Muy bien - le dijo - harto gozaste, ahora te llevo al Infierno.
-¿Cómo que te llevo? tan diablo es y no sabe leer. De mala gana el Diablo sacó el pacto y leyó:
Bartolo Lara
no te llevaré hoy,
pero te llevo mañana.
- Es verdad - dijo - la cosa es mariana.
Así es - dijo Bartolo - pero déjeme otros cien mil por el viaje.
El Malo le los dio. -Mañana te espero, -dijo al pasárselos.
-Mañana volveré - aseguró el huaso.

Y dicen que el Diablo volvió ese día y al otro y al siguiente, pero siempre Bartolo lo hacía leer el pacto:
Bartolo Lara
no te llevaré hoy,
pero te llevo mañana.

-¡Me hiciste leso! - le gritó un día, ya cansado el Diablo- y las chispas de sus ojos encedieron el azufre, que el el alimento preferido del demonio, y estalló.
Ardió como los fuegos artificiales que Bartolo encendió en la ramada, ese dieciocho, bailando con la Petita.

Los nietos de sus nietos cuentan ahora que Bartolo no trató más con el Malo. Hizo pacto con la tierra, y ella le dio siempre rocío de plata y espigas de oro, que son la fortuna de los campesinos.
Pero cuando a medianoche aúllan lastimeramente los perros, los ancianos aseguran que es el Diablo, que todavía ronda la casa del único roto que lo engaño.

Curso: 5°B "La mesa de Parinacota" (zona norte)


Esta es una leyenda realmente antigua y muy curiosa, en la Iglesia de Parinacota, en el pilar izquierdo del Altar principal, se encuentra una viejísima mesa amarrada de una pata. Dice la tradición que desde tiempos remotos esa mesa anunciaba la muerte, saliendo quien sabe como, por la noche de la iglesia y parándose frente a una casa donde, a los pocos días alguien se moría.
La mesa de la Iglesia de Parinacota hoy está firmemente amarrada al altar de la iglesia. Solo tres familias quedan viviendo en el pueblo y .don Cipriano Morales es el encargado de vigilar que no se arranque para anunciar más muertes. En los muros de la misma iglesia, unos curiosos frescos muestran a las mujeres malas sonriendo desde el infierno al ver como la mesa burlaba a los soldados españoles, que vigilaban cargando la cruz de Cristo. Ni que decir que hasta el momento a nadie se le ha ocurrido la idea de desatar la mesa.

Curso: 5°C "La Leyenda de la Virgen de las Peñas" (zona norte)

Una de ellas señala que en una pueblo de Carangas Bolivia se celebraba a la Virgen del Rosario. El alférez a cargo de las actividades era pobre y esto provoco un comentario despectivo de un rico que se había comprometido a su cargo la festividades del año siguiente.Este adorno la iglesia lo mejor que pudo, pero al día siguiente ocurrió allí un incendio, con las llamas desapareció la imagen de tan querida Virgen.Camino al pueblo, unos pastores rezagados se encontraron con una señora de rostro conocido, le preguntaron si ella no iba a la festividad; ella respondió: “Voy a otro lugar donde he de ser mas venerada, miles de personas llegaran a visitarme, las que partirán llenos de la gracia del Seños”. Los pastores siguieron su camino, extrañados voltearon y la vieron convertirse en una paloma que voló en dirección al oeste.Mientras tanto en la Villa de Humagata el gobernador había condenado a un curandero bajo la acusación de brujo.

Este buscaba leña para su suplicio en Livilcar, cuando vio una paloma. Quiso derribarla por la hermosura que tenia y llevarla al gobernador para pedir clemencia. Pero desapareció en una nubecilla.Al disiparse, estaba el rostro de la Virgen tallada en roca, la imagen habla al curandero diciendo: “Quiero que se me honre en este mismo sitio, vendrán muchos peregrinos con grandes sacrificios y no han de caber en este lugar”.
El reo corrió a decirle lo que vio en ese lugar, el Gobernador al pensar que era una mentira para poder escaparse en el camino, juro quemarlo en ese mismo lugar si lo que decía era mentira. Al ver aquel rostro lleno de paz el gobernador indulto al curandero.Los frailes franciscanos fueron avisados del suceso y decidieron desprender la imagen de la piedra, pero a pesar de los esfuerzos fue imposible extraerla.En la noche el sacerdote que había encomendado la tarea tuvo graves dolores. “¿Sufre mucho?”. Escucho en el silencio nocturno. Y la voz continuo: “Yo también sufro con los golpes que me dan. No quiero salir de este lugar, vendrán con grandes sacrificios a venerarme”.Una devota familia salió en busca de la imagen perdida. Recorrieron los diversos valles de Tarapacá y supieron de la Virgen de Livilcar, La visitaron y reconocieron su rostro, era la imagen que un día de fiesta, desapareció de su Pueblo.
El origen de esta imagen es un poco dudoso, ya que existen numerosas leyendas al respecto.Una de ellas señala que en una pueblo de Carangas Bolivia se celebraba a la Virgen del Rosario. El alférez a cargo de las actividades era pobre y esto provoco un comentario despectivo de un rico que se había comprometido a su cargo la festividades del año siguiente.Este adorno la iglesia lo mejor que pudo, pero al día siguiente ocurrió allí un incendio, con las llamas desapareció la imagen de tan querida Virgen.Camino al pueblo, unos pastores rezagados se encontraron con una señora de rostro conocido, le preguntaron si ella no iba a la festividad; ella respondió: “Voy a otro lugar donde he de ser mas venerada, miles de personas llegaran a visitarme, las que partirán llenos de la gracia del Seños”. Los pastores siguieron su camino, extrañados voltearon y la vieron convertirse en una paloma que voló en dirección al oeste.
Mientras tanto en la Villa de Humagata el gobernador había condenado a un curandero bajo la acusación de brujo. Este buscaba leña para su suplicio en Livilcar, cuando vio una paloma.
Quiso derribarla por la hermosura que tenia y llevarla al gobernador para pedir clemencia. Pero desapareció en una nubecilla.Al disiparse, estaba el rostro de la Virgen tallada en roca, la imagen habla al curandero diciendo: “Quiero que se me honre en este mismo sitio, vendrán muchos peregrinos con grandes sacrificios y no han de caber en este lugar”.El reo corrió a decirle lo que vio en ese lugar, el Gobernador al pensar que era una mentira para poder escaparse en el camino, juro quemarlo en ese mismo lugar si lo que decía era mentira. Al ver aquel rostro lleno de paz el gobernador indulto al curandero.Los frailes franciscanos fueron avisados del suceso y decidieron desprender la imagen de la piedra, pero a pesar de los esfuerzos fue imposible extraerla.En la noche el sacerdote que había encomendado la tarea tuvo graves dolores. “¿Sufre mucho?”. Escucho en el silencio nocturno. Y la voz continuo: “Yo también sufro con los golpes que me dan. No quiero salir de este lugar, vendrán con grandes sacrificios a venerarme”.Una devota familia salió en busca de la imagen perdida.
Recorrieron los diversos valles de Tarapacá y supieron de la Virgen de Livilcar, La visitaron y reconocieron su rostro, era la imagen que un día de fiesta, desapareció de su Pueblo.

Curso: 5°D "La Laguna del Inca" (zona central)

La Laguna del Inca esconde una atormentada historia de amor entre Yapanqui y Kora-llé.
Escondida en las alturas de la Cordillera de los Andes, en Portillo, se encuentra una hermosa laguna que hoy se conoce como Laguna del Inca. Algunas personas aseguran que sus tranquilas aguas color esmeralda se deben a una romántica historia de amor.

Antes que los españoles llegaran a estas tierras, los incas habían extendido sus dominios hasta las riberas del río Maule, y como se consideraban hijos del Sol, las cumbres andinas eran el escenario ideal para realizar sus rituales y ceremonias religiosas.

Según cuenta la leyenda, el inca Illi Yupanqui estaba enamorado de la princesa Kora-llé, la mujer más hermosa del imperio. Decidieron casarse y escogieron como lugar de la boda una cumbre ubicada a orillas de una clara laguna. Cuando la ceremonia nupcial concluyó, Kora-llé debía cumplir con el último rito, que consistía en descender por la ladera del escarpado cerro, ataviada con su traje y joyas, seguida por su séquito. Pero el camino era estrecho, cubierto de piedras resbalosas y bordeado por profundos precipicios. Fue así como la princesa, mientras cumplía con la tradición, cayó al vacío.

Illi Yupanqui, al escuchar los gritos, se echó a correr, pero cuando llegó al lado de la princesa, ella estaba muerta. Angustiado y lleno de tristeza, el príncipe decidió que Kora-llé merecía un sepulcro único, por lo que hizo que el cuerpo de la princesa fuera depositado en las profundidades de la laguna.

Cuando Kora-llé llegó a las profundidades envuelta en blancos linos, el agua mágicamente tomó un color esmeralda, el mismo de los ojos de la princesa. Se dice que desde ese día la Laguna del Inca está encantada. Incluso hay quienes aseguran que en ciertas noches de plenilunio el alma de Illi Yupanqui vaga por la quieta superficie de la laguna emitiendo tristes lamentos.

Curso: 5°E "La novia de Azapa" (zona norte)

hay varias versiones de esta leyenda, inclusive hace años leí en el diario local la historia con nombres y apellidos, ocurrida supuestamente en los años cuarenta. Otra versión mucho más pintoresca habla de una niña de raza negra, muy bonita ella, que era oriunda del Valle. Por lo bonita y alegre le decían “la novia de Azapa”, así cuentan que para la época del Puerto Libre la novia se comprometió en casamiento, comprándose un lindo traje blanco de bodas.

Resultó que la tarde de la boda, no aparecía el auto que iba a buscarla a la iglesia (recordemos que Azapa está a varios kilómetros de la ciudad) y así fue como salió al medio del camino, con su vestido de novia, a mirar. Apareció un vehículo a toda velocidad y la atropelló matándola allí mismo..

Esta muerte tuvo profundo impacto y quedó grabada en la imaginación colectiva en forma de una leyenda que ha llegado hasta nuestros días. La Novia de Azapa, sale por las noches por los caminos del Valle a asustar a extraños y lugareños.
Curso: 6°A "El Trauco" (zona sur)
El Trauco, es un hombre pequeño, no mide más de ochenta centímetros de alto, de formas marcadamente varoniles, de rostro feo, aunque de mirada dulce, fascinante y sensual; sus piernas terminan en simples muñones sin pies, viste un raído traje de quilineja y un bonete del mismo material, en la mano derecha lleva un hacha de piedra, que reemplaza por un bastón algo retorcido, el Pahueldún, cuando está frente a una muchacha.

Es el espíritu del amor fecundo, creador de la nueva vida, padre de los hijos naturales. Habita en los bosques cercanos a las casas chilotas. Para las muchachas solteras, constituye una incógnita que les preocupa y las inquieta. Según opinión de unas, se trata de un horrible y pequeño monstruo, que espanta y de cuya presencia hay que privarse, a toda costa. Otras opinan distinto y manifiestan, que si bien es feo, no es tan desagradable, sino, muy por el contrario, atractivo... Otras en lucha tenaz y permanente, dicen haberlo eliminado de sus pensamientos, en los que alguna vez vibró quemando sus entrañas...

Las madres toman todas las precauciones, para evitar que sus hijas, ya “solteras”, viajen solas al monte, en busca de leña o de hojas de “radal”, para el “caedizo” de las ovejas, ues generalmente es en el curso de estas faenas, cuando “agarra”, o con más propiedad “sopla”, con su “pahueldún”, a las niñas solitarias, pero nunca si van acompañadas, aún de sus hermanitos menores.El Trauco no actúa frente a testigos...éste, siempre alerta, pasa gran parte del día colgado en el gancho de un corpulento “tique”, en espera de su víctima.En cuanto obscurece, regresa a compartir la compañía de su mujer, gruñona y estéril, la temida Fiura.Cuando desea conocer de cerca, las características de su futura conquista, penetra en la cocina o fogón, donde donde se reúne, al atardecer toda la familia, transformado en un manojo de quilineja, que en cuanto alguien intenta asirlo, desaparece en las sombras.
A las muchachas que le tiene simpatía, les comunica su presencia depositando sus negras excretas, frente a la puerta de sus casas. Todo su interés se concentra hacia las mujeres solteras, especialmente si son atractivas. No le interesan las casadas. Ellas podrán ser infieles, pero jamás con él. Cuando divisa desde lo alto de su observatorio a una niña, en el interior del bosque, desciende veloz a tierra firme y con su hacha, da tres golpes en el tronco de tique, donde estaba encaramado, y tan fuerte golpea, que su eco parece derribar estrepitosamente todos los árboles. Con ello produce gran confusión y susto en la mente de la muchacha, que no alcanza a reponerse de su impresión, cuando tiene junto a ella, al fascinante Trauco, que la sopla suavemente, con el Pahueldún. No pudiendo resistir la fuerza magnética, que emana de este misterioso ser, clava su mirada en esos ojos centellantes, diabólicos y penetrantes y cae rendida junto a él, en un dulce y plácido sueño de amor.... Transcurridos minutos o quizás horas, ella no lo sabe, despierta airada y llorosa; se incorpora rápidamente, baja sus vestidos revueltos y ajados, sacude las hojas secas adheridas a su espalda y cabellera en desorden, abrocha ojales y huye, semiaturdida, hacia la pampa en dirección a su casa. A medida que transcurren los meses, van apreciándose transformaciones, en el cuerpo de la muchacha, poseída por el Trauco.
Manifestaciones que en ningún instante trata de ocultar, puesto que no se siente pecadora, sino víctima de un ser sobrenatural, frente al cual, sabido es, ninguna mujer soltera está lo suficientemente protegida... A los nueve meses nace el hijo del Trauco, acto que no afecta socialmente a la madre ni al niño, puesto que ambos, están relacionados con la magia de un ser extraterreno; quien no siempre responde al “culme”, lanzado con el objeto de alejarlo y escapar de los efectos de su presencia; o los azotes, dados a su Pahueldún, que debería afectarlo intensamente; como en igual forma a la quema de sus excrementos. Su potencia es tal, que en ciertas ocasiones, nada ni nadie puede detenerlo
Curso: 6°B "Los payachatas" (zona norte)
Esta es una leyenda Inca que cuenta la historia de dos tribus enemistadas. Las constantes peleas y discusiones por las tierras hacían su convivencia casi insostenible. Un día, el destino quizo que el Principe y la Princesa de los respectivos poblados se encontraran. Desde ese instante comienza a crecer un amor puro y sincero superior a los conflictos de sus pueblos.

Cuando las familias se enteraron de este romance no podían comprender lo que sucedía. El odio irreflexible imposibilitaba ver que esta relación podía traer la paz y la unión. Ambas tribus se afanaron en aconsejar e impedir la cercanía de los príncipes, a través de la magia, sin embargo, no tuvieron éxito. Era tanto el amor de la pareja que hasta la naturaleza sentía pena por ellos. Las nubes y la luna comenzaron a llorar. Los lobos aullaban y las tormentas cayeron sobre las tierras, advertencia de los dioses para ambas tribus. Mientras la naturaleza volcaba su fuerza para que los poblados cambiaran de actitud, ellos realizaban toda clase de artilugios para romper con el amor de los jóvenes. Tan inútiles resultaron los esfuerzos, que los sacerdotes decidieron sacrificarlos para que nunca llegaran a estar juntos. En una noche oscura y sin luna los príncipes fueron asesinados.

La fuerza de la naturaleza se hizo presente, llovió y llovió por días y noches. Las lluvias, cada vez más intensas, fueron acompañadas de truenos y relámpagos que asolaron la región. Las dos tribus desaparecieron, producto de las inundaciones y en lugar de ellas aparecieron dos hermosos lagos por donde se ha visto pasar en pequeñas canoas a los dos príncipes finalmente juntos. Los lagos creados por las intensas lluvias son el Chungará y el Cota-Cotani. La naturaleza no contenta con este homenaje, puso en el lugar de las tumbas de los jóvenes dos volcanes: El Parinacota y el Pomerame.
Curso: 6°C "El Caleuche" (zona sur)
El Caleuche es un buque misterioso que navega y vaga por los mares de Chiloé y del sur de nuestro país. Se dice que lo tripulan brujos muy poderosos. Por lo general aparece cuando hay neblina, que él mismo crea, y en las noches oscuras se ilumina intensamente. Nunca surca las aguas de día.

En la cubierta de esta legendaria embarcación se realizan grandiosos bailes y es posible escuchar una maravillosa música de fiesta. Son justamente estas melodías las que atraen a los náufragos o tripulantes de lanchas veleras, a los cuales incorpora como parte de su dotación.
Sin embargo, el Caleuche se convierte en un simple madero flotante si una persona, que no sea bruja, se aproxima a él o, incluso, se hace invisible.

Los marineros del Caleuche tienen ciertas particularidades físicas, como una sola pierna para andar, por que la otra la llevan doblada por la espalda, y también son desmemoriados, para impedirles que cuenten el secreto de lo que sucede a bordo.

Al Caleuche no hay que mirarlo, porque a los que lo hacen, los tripulantes los castigan torciéndoles la boca, la cabeza hacia la espalda o matándolos de repente, por arte de brujería. Pero cuando esta misteriosa embarcación se apodera de una persona, la traslada a las profundidades -porque también puede navegar bajo el agua-, mostrándole grandes tesoros y ofreciéndole parte de ellos con la sola condición de no contar lo que ha visto.

También se dice que cuando un comerciante de la zona se enriquece rápidamente, es porque ha hecho ocultas negociaciones con el Caleuche.

Una de las acciones más importantes de este barco es recoger a los que mueren ahogados, acogiéndolos en su interior, lugar que les sirve de eterna mansión.
Curso: 6°D "Los sampoñeros de Socoroma" (Zona norte)
El Pusiri Collo en aymará quiere decir "cerro de los músicos", cuenta la leyenda que esto tuvo su origen en Socoroma La Vieja, Marka Perdida, que esta al lado del Pusiri Collo, cerca del Cerro Aroma.

Había fiesta en el pueblo. En la casa principal los músicos zampoñeros estaban comiendo cuando llegó un viejo haraposo, ruinoso. Algunos invitados dijeron: váyase viejo mocoso. Los músicos, por su parte exclamaron: todos nosotros vamos a llegar a viejos; lo lavaron, lo limpiaron y lo sentaron en medio para que almorzara con ellos.

El viejito antes de entrar a la casa de los músicos se encontró en el corral con una señora que cargaba una guaguita, y la señora dijo: Ay tata, kunat jumax ak’am t’ant’apachas sarnaqtasa. Kawkit purjtasa? Kunara pasjtamsti tata..... (Ay tata señor, por qué andas así tú tan harapiento, tan perdido, qué te pasa, de donde vienes?...). Por su parte, el cabecilla de la fiesta dijo: ¿Qué quieres usted viejo cochino? váyase de aquí ahorita.

El viejito una vez que terminó de almorzar dijo: Me voy, pero ustedes zampoñeros váyanse de aquí muy lejos, sin mirar atrás porque algo terrible va a pasar, esto también se lo comunicó a la señora que cargaba su guagua. Los músicos salieron del pueblo con la señora. Cuando estaban en lo alto del cerro, miraron hacia el pueblo, y en un momento se convirtieron en piedra.

Actualmente, es posible ver en piedra a los músicos con sus zampoñas, como así también a la mujer. Para llegar a Pusiri Collo, desde el pueblo se tiene que caminar alrededor de dos horas. Antiguamente los habitantes de Socoroma subían al cerro Pusiri a rogar por sus cosechas y hacer ceremonias, por considerarlo cerro sagrado.
Curso: 6°E "La Quintrala" (zona central)
Cuenta la leyenda que la Quintrala tenía un crucifijo que, en el terremoto de mayo 1662, se le calló la corona de espinas al cuello. Además, al tener ese amor imposible con el Fray Pedro, ella se desquitaba azotando a su Cristo, y se dice que una vez, mientras la azotaba, él giró su cabeza hacia ella.

Y que algún tiempo después le juró a ese mismo Cristo que si la salvaba de la presión, ella le pondría todos los días y para siempre dos velas de una libra.

El Cristo la salvó, y aún hoy día se le ponen las velas al Cristo de la Agonía. Ahora este Cristo se llama el "Cristo de Mayo", porque para el terremoto de mayo de 1647 todo se derrumbó en Santiago y solo él se mantuvo en pié con las dos velas encendidas y la corona de espinas en el cuello.