domingo, 30 de septiembre de 2007

LA GUERRA DE ARAUCO


Guerra de Arauco

Los seguidores del padre Bartolomé de las Casas propugnaban la llamada guerra defensiva, que consistía en esencia en eliminar todo intento de conquista violenta y dejar que los evangelizadores realizaran su tarea.

Las ideas expuestas por el padre dominico Bartolomé de las Casas (1510), que no justificaba las guerras que se hacían para evangelizar a los indígenas y proponía la supresión de las encomiendas (ver recuadro) y la libertad a los indios, contaron con el apoyo de muchos teólogos y juristas. Todos ellos coincidían en propugnar la guerra defensiva, que en esencia consistía en eliminar todo intento de conquista violenta y dejar que los evangelizadores redujeran a los indígenas mediante sus misiones.

En esta empresa estaba el padre jesuita Luis de Valdivia, quien había celebrado con los indios el parlamento de Paicaví (1612) y los veía dispuestos a la paz. Sin embargo, la primera entrada de tres misioneros terminó en tragedia, ya que fueron asesinados por los indígenas.
A pesar de los esfuerzos del padre Valdivia y los del gobernador Alonso de Ribera, la guerra defensiva resultó ser un fracaso. Así, este sistema de guerra existió legalmente hasta 1626, cuando el rey Felipe IV autorizó volver a la guerra ofensiva, y por la falta de trabajadores en las haciendas declaró vigente la Real Cédula de 1608, que hacía esclavos a los rebeldes.
De este modo, el ejército profesional reorganizó la defensa de los fuertes y volvió a realizar malocas, con la finalidad de provocar a los indígenas y así poder esclavizarlos, ya que según la Real Cédula esta pena se disponía para aquellos que eran sorprendidos con armas. Los indios, a su vez, respondían con malones, en los que atacaban las estancias vecinas a la frontera, robando ganado y raptando niños y mujeres.

El desgaste mutuo, la larga data del conflicto –casi medio siglo–, la destrucción ocasionada por la guerra, a la que se sumaron la erupción del volcán Villarrica y los sismos que asolaron la región, y la siempre presente idea de evangelizar a los indígenas, fueron propiciando nuevas formas de entendimiento ocasional.

Una innovación de la guerra en este período fue el establecimiento de parlamentos, es decir, verdaderas conferencias o reuniones generales que celebraron los españoles con los diferentes jefes indígenas que representaban a los butalmapu (ver glosario), en un lugar señalado de antemano con el fin de establecer una política de paz.

En 1639 asume Francisco López de Zúñiga, Marqués de Baides, partidario de buscar el entendimiento, y bajo su gobierno, en 1641, se produjo el parlamento de Quilín. En esta reunión hubo banquetes, intercambios de regalos, discursos y promesas de paz por ambos lados. Los españoles reconocieron la libertad de los indígenas en sus tierras y estos permitieron el ingreso a la Araucanía de misioneros. Sin embargo, estos ofrecimientos incluían solo al grupo familiar, por lo que los que no estuvieron presentes en la reunión continuaban con los malones, en forma aislada, a lo que los españoles respondieron con nuevos ataques, convirtiendo la frontera del Biobío en escenario de un continuo conflicto.

Los parlamentos siguieron celebrándose cada vez que asumía un nuevo gobernador, pero ninguno dio frutos. El último de la época colonial fue convocado por Ambrosio O’Higgins, en Negrete (1793).

Estos parlamentos, más la labor de los misioneros y la influencia de los comerciantes, fueron configurando un especial modo de vida fronteriza. En la práctica, el límite se constituyó en una zona de intercambio que favorecía tanto a los españoles como a los indígenas. Estos últimos adquirían artículos de hierro, géneros, caballos, vino y aguardiente. Por su parte, los españoles requerían ponchos, alimentos y ganado.

La relativa paz y la voluntad mapuche permitieron crear algunos asentamientos al sur del Biobío: Lota, Arauco, Nacimiento, Negrete, Angol, Paicaví, Purén, Repocura y Boroa. Estos aseguraban la comunicación terrestre entre Concepción y Valdivia, que desde 1646 contó con fortificaciones que impedían el desembarco de piratas y corsarios.

Glosario
Encomiendas: institución que autorizaba a los españoles para usar a los indígenas como mano de obras (en minas, trabajos agrícolas, etc.).

Butalmapu: división indígena regional, existente en el siglo XVII, que reunía a los aillaregues de la costa, centro y precordillera.

Araucanos: población indígena de la región de Arauco (rag-co, agua gredosa), al sur de Concepción.

Mapuche: denominación usada, solo en el siglo XVIII, para los indígenas situados al sur del Biobío. Significa “hombre de la tierra”.

DESCUBRIMIENTO Y CONQUISTA DE CHILE

Conquista española en América

En la primera mitad del siglo XVI se desarrolló una nueva etapa en el proceso de penetración española en América: la Conquista de las tierras continentales.

Esta fase significó un cambio en las concepciones coloniales de la Corona española, que vio la posibilidad de extender su poderío territorial sobre la "tierra de nadie" que representaba América.

El proceso de incorporación de los nuevos territorios a la Corona española suponía la instauración de un nuevo tipo de conquista. Un sistema distinto al basado en el intercambio comercial y enfocado a la directa explotación de la mano de obra nativa para labores mineras y agrícolas, y al saqueo de las riquezas de los imperios indígenas.

La Conquista, cuyos puntos de partida fueron las islas de Juana (Cuba) y La Española (República Dominicana), se desarrolló con una rapidez extraordinaria. En 1521, Hernán Cortés logra conquistar el imperio azteca. En 1531, Francisco Pizarro comienza la conquista del imperio inca. Esta ayudó a Diego de Almagro, socio de Pizarro, a iniciar una expedición que lograría descubrir en 1536 lo que se conocería como Chile.

Características de un conquistador

Hombres inquietos, rápidamente comprendieron que el Nuevo Mundo les proporcionaba la oportunidad de mejorar su situación, sin las trabas y prejuicios sociales que los aplastaban en España.

La condición social de los conquistadores españoles era, fundamentalmente, de villanos (vecinos comunes del vecindario de un pueblo, a excepción de quienes pertenecían a la nobleza, al clero o al estamento militar) y unos pocos hidalgos (personas que por su sangre son de una clase noble y distinguida). Los simples hidalgos, desprovistos de fortuna y en una condición social desmedrada, se convirtieron en un sector propicio para cualquier empresa o aventura que prometiera buenas recompensas. Su afán era alcanzar la categoría de grandes señores, poseedores de tierras y vasallos que trabajaran por ello. Como en España no se les presentaba ninguna posibilidad de realizar sus ambiciones, América les daba la oportunidad que soñaban.
El porcentaje de villanos que pasó por América se calcula que sobrepasó el cincuenta por ciento. Hombres inquietos, rápidamente comprendieron que el Nuevo Mundo les proporcionaba la oportunidad de mejorar su situación, sin las trabas y prejuicios sociales que los aplastaban en España.


¿El paraíso escondido?

Las zonas descubiertas por Diego de Almagro en el valle de Chile -nombre con el que se conocía al valle del río Aconcagua- eran de suelos ricos y climas más benignos; sin embargo, los lavaderos de oro parecían agotados.

En la preparación de la campaña, Almagrogastó el oro y la plata que le correspondieron en el reparto del tesoro de Atahualpa. Equipó a alrededor de 500 españoles y reunió 1.500 yanacona -aborígenes al servicio de los conquistadores-, y 100 esclavos negros. Además, iban dos representantes del imperio inca -un miembro de la realeza cusqueña y el sumo sacerdote del templo del Sol-, encargados de predisponer favorablemente a las poblaciones indígenas que pudieran encontrar en el camino.

La expedición salió del Cuzco el 3 de julio de 1535. El grupo recorrió la meseta boliviana a lo largo de la Cordillera de los Andes, hasta llegar a la altiplanicie de Laguna Blanca, desde donde cruzaron los Andes por el paso San Francisco, a más de cuatro mil metros de altura. El paso de la cordillera fue en extremo duro; muchos murieron, víctimas del frío, el hambre y los accidentes.
Llegaron al valle de Copiapó a fines de marzo de 1536, donde fueron bien recibidos por los indígenas, por lo que permanecieron un tiempo para recuperarse.

Pese a que habían traspasado los límites de la Nueva Toledo, Almagro y su hueste continuaron en busca de la riqueza que tanto ansiaban. En los valles siguientes, Huasco y Coquimbo, hubo sangrientos enfrentamientos con los indígenas.

La desilusión del valle central

Finalmente, y de manera pacífica, la expedición llegó al valle de Chile -nombre con el que se conocía al valle del río Aconcagua-. A su regreso al Perú, Almagro contribuyó a difundir el nombre Chile, hasta denominar así a la totalidad del país.

Las zonas descubiertas eran de suelos ricos y climas más benignos; sin embargo, los lavaderos de oro parecían agotados y las noticias de lo que estaba más al sur excluían la existencia de ciudades. Por el contrario, daban cuenta de pueblos muy belicosos ante los que se había detenido la expansión incaica.

Almagro decidió confirmar la información, enviando a un grupo de soldados encabezados por Gómez de Alvarado. Los exploradores no tuvieron contratiempos hasta cruzar el río Maule, donde se encontraron con los mapuche. En Reinohuelén, a orillas del río Itata, disputaron una encarnizada batalla, tras la que los indígenas emprendieron la huida, no sin antes ocasionar numerosas muertes. De regreso en el valle central, relataron lo ocurrido, con lo que la mayoría de los expedicionarios decidieron regresar al Perú.

A comienzos de 1537, Almagro abandonó Chile atravesando el desierto de Atacama. A la ausencia de riquezas y el peligro mapuche, se sumó una buena noticia: el rey Carlos V había reconocido sus derechos sobre el Cuzco. Sin embargo, al llegar se encontró con la ciudad sitiada por los incas; y, después de contener la insurrección, con la guerra con Francisco Pizarroy sus hermanos (Hernando y Gonzalo), quienes lo vencieron en el campo de Las Salinas (6 de abril de 1538). Tres meses más tarde, el 8 de julio, murió decapitado.

Pionero: El primer español que llegó a Chile fue Gonzalo Calvo de Barrientos, quien después de haber sido castigado por Pizarro a la pérdida de sus orejas, se ocultó en el valle del río Aconcagua, viviendo con los indígenas de la zona. A la llegada de Diego de Almagro, aconsejó a los indios no oponer resistencia.

A la Conquista de Chile

Tres años después del fracaso de Almagro, en 1539 Pedro de Valdivia le solicitó a su gobernador permiso para conquistar Chile, el cual le fue concedido.
Después del fracaso de Almagro, nadie en el Perú quería venir a Chile. Pero tres años después del regreso de esta expedición, en 1539, Pedro de Valdivia -experimentado soldado y maestro de campo de Pizarro- le solicitó a su gobernador permiso para conquistar Chile. Pizarro accedió, nombrando a Valdivia teniente y capitán general; pero dejó en sus manos organizar y pagar la expedición.

Nadie entendía las razones por las cuales Valdivia renunciaba a sus bienes y emprendía un viaje hacia un territorio pobre y que era defendido con fiereza por sus habitantes. Por ello sufrió dificultades para armar su expedición, ya que le costó reclutar soldados y, además, su fortuna no le alcanzó y debió asociarse con un rico comerciante, Francisco Martínez. Y por motivos políticos tuvo que asociarse, también, con Pedro Sancho de Hoz, a quien Carlos V había concedido en 1539 la autorización para descubrir y gobernar las tierras situadas al sur del Estrecho de Magallanes.

En enero de 1540, Valdivia salió del Cuzco acompañado por apenas once soldados, algunas decenas de indígenas y una mujer española llamada Inés Suárez, siguiendo la ruta del desierto por la que había regresado Almagro. En esta segunda empresa se pretendía la conquista de Chile y la fundación de asentamientos estables, por lo que llevarían consigo semillas y animales domésticos.

Durante el trayecto, se le unieron a Valdivia algunos grupos de conquistadores que venían de fracasadas expediciones al interior de la actual Bolivia, siendo su capitán Francisco de Villagra.
Bordeando la orilla oriental del salar de Atacama, llegó a Copiapó, tomando posesión de él en nombre del rey, llamándole valle de la Posesión. Luego siguió viaje por los valles de Huasco, Coquimbo, Limarí, Choapa y Aconcagua.

Como este último estaba bajo el dominio del belicoso cacique Michimalongo, Valdivia continuó hacia el sur, cruzó el cordón de Chacabuco y arribó al valle del Mapocho. Este valle presentaba condiciones favorables para establecer una ciudad y esto se llevó a cabo el 12 de febrero de 1541, cuando Valdivia fundó Santiago del Nuevo Extremo.

Esta ciudad se emplazó en una especie de isla formada por los brazos del río Mapocho, a los pies del cerro Huelén (actual Santa Lucía). El conquistador había escogido este lugar porque consideró que el río actuaba como barrera natural y el cerro permitía vigilar los movimientos indígenas.

El 7 de marzo, Valdivia instaló el Cabildo compuesto por dos alcaldes y seis regidores, que tomaban las decisiones para administrar la ciudad; un procurador, que recibía los reclamos de los vecinos; un mayordomo que manejaba los fondos; un alguacil mayor, jefe de la policía y alcaide de la cárcel; un fiel ejecutor, que supervisaba los precios establecidos, y otros funcionarios menores. Los primeros alcaldes de Santiago fueron Francisco de Aguirre y Juan de Avalos Jofré.

Las noticias que llegaban del Perú sobre la posible muerte de Francisco Pizarro a manos de los almagristas, despertó la inquietud de quienes temían que Valdivia fuera destituido de su cargo de teniente gobernador. Es por ello que, escuchando los deseos de los vecinos, el 10 de junio de 1541, el Cabildo abierto eligió Gobernador interino a Pedro de Valdivia. El nombramiento, en todo caso, debía ser aprobado por el rey.

Antes de aceptar el cargo -ofrecido en nombre de Carlos V-, Valdivia lo rehusó tres veces, porque no quería romper sus relaciones con Francisco Pizarro, en cuya representación había actuado hasta entonces.
El retroceso de la Conquista

A finales del siglo XVI resurgió la resistencia indígena, dirigida por los toqui Pelantaro y Anganamón, en lo que se conoce como desastre de Curalaba (23 de diciembre de 1598).
El período comprendido entre 1561 y 1600, con la excepción del gobierno de Alonso de Sotomayor (1583-1592), fue una sucesión de calamidades: continuó la guerra de Arauco; una epidemia de viruela ocasionó muchos muertos entre los indios que trabajaban en las minas; hubo dos grandes terremotos: el de Concepción, en 1570, y el que destruyó las ciudades al sur del Biobío, en 1575. Además, los corsarios ingleses atacaron las costas chilenas, entre ellos Francis Drake, que saqueó e incendió Valparaíso.

Los gobernadores que sucedieron a Francisco de Villagra, Pedro de Villagra (1563-1565), Rodrigo de Quiroga (1565-1567 y 1575-1580), la Real Audiencia de Concepción y su presidente, Melchor Bravo de Saravia (1567-1575), Martín Ruiz de Gamboa (1580-1583), Alonso de Sotomayor (1583-1592) y, por último, Martín García Óñez de Loyola (1592-1598), se avocaron, fundamentalmente, a tratar de finiquitar el conflicto de Arauco, pero la suerte les fue esquiva. De hecho, a finales del siglo XVI resurgió la resistencia indígena, dirigida por los toqui Pelantaro y Anganamón, en lo que se conoce como desastre de Curalaba (23 de diciembre de 1598), donde murió el gobernador Martín García Óñez de Loyola y toda su gente. Además, las siete ciudades construidas al sur del Biobío –Santa Cruz, Angol, Concepción, La Imperial, Villarrica, Valdivia y Osorno– fueron arrasadas, murieron más de mil soldados y fueron capturados 400 mujeres y niños españoles y mestizos.

Este desastre y el término del gobierno de Hurtado de Mendoza son los hechos que marcan el fin de la Conquista. Curalaba también constituía el mayor revés para los españoles en tierra americana, ya que el terreno perdido no volvería a recuperarse, efectivamente, en los doscientos años siguientes.

DESCUBRIMIENTO DE AMERICA


El descubrimiento de América

Tras 70 días de viaje, Colón llegó a una de las islas de Bahamas, llamada Guanahaní por los indígenas y a la que bautizó como San Salvador. Después recorrió Juana, actual Cuba, y la Española, que hoy corresponde a Haití y República Dominicana. Aunque creyó estar en el extremo este de las Indias, había descubierto un nuevo continente, que hoy conocemos como América.
La primera expedición de Colón -después hizo tres viajes más- estuvo integrada por tres naves, la Santa María, a su cargo, y las carabelas Pinta y Niña , dirigidas por los hermanos Martín Alonso y Vicente Yáñez Pinzón.

Zarparon del puerto de Palos a las cinco de la madrugada del 3 de agosto de 1492.
Tras 70 días de viaje, en la madrugada del 12 de octubre , el grito del vigía Rodrigo de Triana al avistar tierra despertó a la tripulación de la Pinta. En seguida sonaron los cañones para alertar a la Santa María y a la Niña.

Habían llegado a una de las islas de Bahamas, llamada Guanahaní por los indígenas y a la que Colón bautizó como San Salvador. Después recorrió Juana, actual Cuba, y la Española, que hoy corresponde a Haití y República Dominicana.

Aunque creyó estar en el extremo este de las Indias, habían arribado a un nuevo continente que algunos años después sería conocido como América.

Antes que Colón

Se estima que antes que Colón, llegaron a América expediciones fenicias, romanas y vikingas.
Según las leyendas nórdicas, los vikingos – un pueblo de implacables guerreros, que se estableció en Islandia a fines del siglo IX – llegaron a América a principios del siglo XI. Recorrieron y se establecieron en la costa atlántica de la actual Canadá.

El explorador vikingo fue Leif Eriksson, El Afortunado, quien alrededor del año mil exploró la Tierra de Baffin, que llamó Helluland. Más al sur, llegó a la península Labrador (Markland) y la isla de Terranova, que bautizó como Vinland, donde se habría formado la primera colonia europea en América.

Se cree que, al igual que Colón, los vikingos tampoco supieron que habían llegado a un nuevo continente.

PUEBLOS ORIGINARIOS DE CHILE I



La vida de los pueblos nómadas

El nomadismo es una forma de vida que caracteriza a un grupo humano que se desplaza en forma constante y periódica con el fin de asegurar su alimentación.Principales característicasLos pueblos nómadas no conocían la agricultura. Para sobrevivir se dedicaban principalmente a la caza de animales y a la recolección de alimentos que proporcionaba la naturaleza, tales como: frutos silvestres, raíces, hongos, huevos de ave, etc. Su traslado constante influía en el tipo de viviendas que usaban, las que debían ser livianas para poder transportarlas de un lugar a otro. Esta forma de vida no permitía la domesticación de los animales, pues el animal doméstico, por lo general, necesita un corral y cuidados permanentes.

La vida de los pueblos sedentarios

El sedentarismo es una forma de vivir de los grupos humanos que se establecen en un lugar de manera permanente y desarrollan su vida ligada al mismo hábitat. Ésta corresponde a un tipo de vida más evolucionada que la anterior.Principales característicasEl sedentarismo surge gracias al descubrimiento de la agricultura y la domesticación de animales. Por eso los pueblos sedentarios no se mueven del lugar en que viven, pues tienen que cuidar las plantaciones y las cosechas, y pastorear a sus animales. Esto hace que su vivienda sea más sólida, ya que no necesita ser trasladada. Más bien, está cimentada en la tierra, generalmente construida con piedras, barro o madera.

Los pueblos originarios de Chile

Mucho antes de que Diego de Almagro descubriera el territorio en que vivimos, éste era habitado por diversos pueblos indígenas. Ellos fueron los pueblos originarios de Chile. Sus costumbres y formas de vida se relacionaban con el lugar donde vivían, es decir, con su clima y paisaje natural. Debieron adaptarse a lo que les ofrecía la naturaleza para poder sobrevivir. A continuación, conocerás algunas características y costumbres de estos pueblos.

Pueblos de la Zona Norte

Los changos:Este pueblo nómada deambulaba por las costas de la Zona Norte. Sus integrantes se trasladaban de un lugar a otro en balsas fabricadas con cueros de lobos marinos, los que cosían y cubrían con aceite de este mismo animal. Eran pescadores que utilizaban arpones de huesos y redes tejidas de fibras vegetales o con intestinos de animales. Los changos vivían en pequeñas comunidades de familias. Construían sus viviendas con estacas de madera o costillas de ballena, cubiertas con cueros de lobos o algas marinas. Para obtener objetos de cobre, frutas y vegetales, recurrían al trueque.

Pueblos de la Zona Central

Los mapuches: Mapuche significa "gente de la tierra". Este pueblo llegó a tener más de un millón de integrantes, previo a la llegada de los españoles a América. Los mapuches ocuparon Chile entre los ríos Itata y Toltén en la VIII Región del Biobío. Su lengua es el mapudungun.

La sociedad
Los mapuches vivían en lugares cercanos a los ríos. Se organizaban en tribus integradas por varias familias que tenían un antepasado común llamado pillán. El jefe de la tribu era siempre un anciano, el lonko, cuya labor consistía en aconsejar a las familias. Las familias emparentadas vivían juntas en un terreno con límites donde nadie que no fuese invitado podía entrar.Varias tribus formaban una agrupación mayor dirigida por un cacique, quien era el jefe en tiempos de paz. En tiempos de guerra, nombraban a un jefe guerrero al que llamaban toqui.

La familia
La vida familiar se desarrollaba en medio de la naturaleza. Desde muy pequeños, los niños y niñas eran educados en las labores familiares. La madre se encargaba de la alimentación, limpieza y vestimenta de los hijos, de enseñarles canciones, historias y juegos. El padre les enseñaba las tareas relacionadas con el campo, como cortar leña, traer agua, cazar y sacar el cuero a los animales.

La familia vivía en la ruka, fabricada de postes de madera recubiertos de paja o totora. En el centro estaba el fogón, donde cocinaban y se calentaban en los días de invierno. El humo debía salir por un agujero en medio del techo, ya que no tenía ventanas.

Pueblos de la Zona Insular

Los pascuenses o rapa nui: La cultura rapa nui es la cultura de la Isla de Pascua, que pertenece al conjunto de islas de la Polinesia y es la más oriental de todas.

Fue habitada por polinésicos que llegaron alrededor del año 300 procedentes de las islas aledañas. Por esta razón, se perciben claramente sus raíces polinésicas, ya sea en sus costumbres, sus ritos ancestrales, su música y sus bailes.

La cultura rapa nui se conoce mundialmente por sus inmensos moais, gigantescas esculturas que eran construidas de una misma piedra volcánica. Desde las laderas de los volcanes eran trasladadas hacia las playas y ubicadas de espaldas al mar.

La isla fue descubierta por el holandés Jacob Roggeveen en el día de Pascua de Resurrección del año 1722, razón por la cual la conocemos con el nombre de Pascua.

En 1888, el aviador chileno Policarpo Toro incorporó la Isla de Pascua al territorio nacional. Desde esa fecha, el Estado de Chile ha realizado esfuerzos por integrarla al país. En 1935, fue declarada Monumento Nacional y en 1965 los isleños obtuvieron la nacionalidad chilena. Hoy pertenece administrativamente a la V Región y su capital es Hanga Roa.

Su geografía
La isla es de origen volcánico. El cerro más alto es el Terevaka, que alcanza 600 metros de altura. Tiene forma triangular y en cada extremo hay un volcán apagado. Está rodeada por hermosas playas, a pesar de que sus costas son abruptas y carecen de puertos naturales.

Pueblos de la Zona Sur

Los chonos: Este pueblo habitó las islas de Chonos y las islas Guaitecas en la XI Región de Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo. Eran muy buenos pescadores. Practicaban preferentemente la pesca y la caza de lobos marinos, para lo cual utilizaban embarcaciones de tres tablones que unían con fibras vegetales sacadas de árboles y raíces de la zona.Su sociedad se organizaba en grupos familiares. Las mujeres participaban en la actividad de los hombres, pescando y mariscando en las playas. Criaban perros lanudos, cuyo pelo era utilizado en la fabricación de telas.

Mientras navegaban, vivían en sus embarcaciones, y cuando llegaban a tierra, plantaban estacas que cubrían con cueros o, simplemente, habitaban en cavernas naturales.

Pueblos de la Zona Cordillerana

Los chiquillanes: Habitaron a los pies de la cordillera de los Andes, desde Santiago hasta Chillán, es decir, desde la Región Metropolitana hasta la VIII Región del Biobío. Vivían de la caza de animales, tales como guanacos, pumas y ñandúes.

Los pehuenches: Vivían en todos los sectores cordilleranos donde existen bosques de araucarias, ya que de ellos obtenían el fruto llamado piñón, base de su alimentación. Eran altos y delgados.
Los huilliches y picunches: Eran pueblos independientes de los mapuches; sin embargo, tenían costumbres parecidas: hablaban mapudungun, eran agricultores y cultivaban la papa, el maíz y el poroto. También utilizaban la carne de llamas, guanacos y huemules.

Eran guerreros, y a pesar de vivir en pequeñas comunidades familiares, todas se unían frente a un gran enemigo. Aliados con los mapuches, pudieron enfrentar a los españoles en la guerra de Arauco.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

geografia fisica de chile

Chile: un país tricontinental

Se dice que Chile tiene una condición de tricontinentalidad, lo cual quiere decir que es un Estado que ejerce soberanía sobre territorios ubicados en tres continentes: América, Antártica y Oceanía.
Si miramos un mapamundi, nuestro país aparece como el último rincón del mundo. Esta larga y angosta faja de tierra se ubica en la parte suroeste de América del sur.

Se dice que Chile tiene una condición de tricontinentalidad, lo cual quiere decir que es un Estado que ejerce soberanía sobre territorios ubicados en tres continentes: América, Antártica y Oceanía.

La soberanía que Chile tiene en América, Chile Continental, se ubica entre los 17º30’ y 56º30’ de latitud sur, y se encuentra alineado en torno a los 70º de longitud oeste, ocupando una superficie de 756.626 Km2 y con una longitud norte-sur de 4.300 Km.

Además del territorio que ocupa en el continente americano, Chile tiene varias islas integradas a su dominio cuyas superficies suman 379,9 Km2, correspondiendo a lo que se conoce como Chile Oceánico o insular; estos territorios son: Isla de Pascua, el archipiélago de Juan Fernández y las islas San Félix, San Ambrosio, Sala y Gómez.

El territorio chileno, ubicado en el continente antártico, es una prolongación de forma triangular del Chile Continental hacia el mismo Polo Sur, que se desarrolla entre los 53º y 90º de longitud oeste y entre los 60º y 90º de latitud sur, con una superficie de 1.250.000 Km2.

La Isla de Pascua, que está a una distancia de 3.700 Km del continente, corresponde al trozo de territorio chileno ubicado en plena Oceanía.

La superficie total de Chile, es decir, de Chile americano, antártico e insular, es de 2.006.626 Km2. La longitud que posee desde la Línea de la Concordia hasta el Polo Sur es superior a los 8.000 Km. A los 52º21’ de latitud sur (Estrecho de Magallanes), posee un ancho máximo de 445 Km y a los 31º37' latitud sur (entre Punta Amolanas y Paso de la Casa de Piedra) su ancho mínimo es de 90 Km.

Una loca geografía

Nuestro territorio se caracteriza por tener un relieve accidentado y montañoso, con no más de un 20% de superficie plana y por poseer cuatro formas significativas de relieve, que se desarrollan en sentido norte-sur; estas son: las planicies costeras o litorales, la Cordillera de la Costa, la Depresión Intermedia y la Cordillera de los Andes.

Majestuosa es la blanca montaña

La Cordillera de los Andes es la columna vertebral del relieve de Chile. Nace en la Guajira colombo-venezolana y muere en el Cabo de Hornos, para reaparecer en la Antártica. De los 9.000 Km de largo que tiene la Cordillera de los Andes, 4.600 corresponden a Chile, los que han sido divididos, según sus variaciones, en cuatro zonas: el norte (desde el límite con el Perú hasta el cerro Tupungato), el centro (desde el Tupungato hasta el monte Tronador), el sur (desde el Tronador al Cabo de Hornos) y por último, los Antartandes.

En el Norte Grande se encuentra la parte más alta y ancha de la cordillera, con alturas que superan los 6.000 metros. En el Norte Chico se desarrollan cordones montañosos que se orientan en sentido este-oeste, originando una serie de valles transversales.

En el centro, el macizo cordillerano comienza a descender desde los 6.000 m frente a Santiago, hasta bordear los 3.000 m cerca de Chillán.

En la zona sur, la actividad volcánica es bastante frecuente y la altitud sigue disminuyendo; no obstante existen algunos puntos que sobrepasan los 3.000 m. Al sur del Cabo de Hornos, los Andes se sumergen en el Océano Pacífico para reaparecer en la Antártica chilena, con el nombre de Antartandes.

El rico valle

Entre la Cordillera de los Andes y la de la Costa se extiende una faja de relieve, más o menos plana, llamada Depresión Intermedia. Es en ella donde se encuentran las más grandes ciudades del país y, por lo tanto, la mayor parte de la población chilena.

Esta depresión se desarrolla a lo largo de casi todo el territorio chileno y sólo se encuentra interrumpida por los cordones montañosos que forman los valles transversales. Estos están ubicados al sur de la Región de Tarapacá (Copiapó, Huasco, Limarí, Elqui y Choapa) y luego al sur del cordón de Chacabuco (Cuenca de Santiago y Rancagua).

Desde el Seno de Reloncaví, la Depresión Intermedia se hunde en el mar y reaparece en la isla de Chiloé, para desaparecer finalmente bajo las aguas del golfo de Penas.

La importancia de esta macroforma reside en las funciones que se desarrollan en ella: las actividades agrícolas y ganaderas, el asentamiento urbano y las comunicaciones terrestres.
Cordillera propia

La Cordillera de la Costa es un relieve exclusivo del territorio chileno, que se extiende desde el cerro Camaraca (20 Km al sur de Arica) hasta la península de Taitao. Esta cordillera debe su nombre al hecho de desarrollarse casi pegada al litoral chileno.

A lo largo de su extensión, exhibe diversas alturas, aunque siempre menores respecto de la Cordillera de los Andes. En el Norte Grande, la Cordillera de la Costa tiene alturas superiores a los 2.000 m. En el Norte Chico, prácticamente no hay Cordillera de la Costa por la presencia de los valles transversales.

En Chile Central se manifiesta con alturas considerables, lo que dificulta la comunicación entre la costa y las ciudades del interior del país. Al sur del río Rapel, la Cordillera de la Costa se deprime, sin alcanzar siquiera los mil metros. Pero al sur del río Biobío retoma más altura y recibe el nombre de Cordillera de Nahuelbuta. Al sur del río Bueno aparece como Cordillera Pelada, y en la isla de Chiloé se le denomina Cordillera de Piuché y de Pirulil. Luego se manifiesta nuevamente en las islas Guaitecas y en el archipiélago de los Chonos, desapareciendo en el oeste de la península de Taitao.

Hacia la costa

Esta forma de relieve está conformada por una serie de planicies y terrazas que se desarrollan entre la Cordillera de la Costa y el mar, de manera discontinua en la zona norte del país y continua hasta el canal de Chacao.

Las planicies costeras o litorales son el resultado de la erosión marina sobre el borde oeste de la Cordillera de la Costa, especialmente en épocas geológicas pasadas, cuando las aguas alcanzaban mayor nivel que el actual.

Nuestra hidrografía

Debido a lo angosto del territorio chileno, nuestros ríos no alcanzan a recorrer grandes distancias y, por lo general, tienden a escurrir de este a oeste y a no ser aptos para la navegación. Se caracterizan, también, porque en su mayoría son poco caudalosos, aunque no por eso menos torrentosos. Sus aguas son importantes para las labores agrícolas, pues permiten la irrigación del suelo. También poseen gran potencial hidroeléctrico, aunque este no se aproveche en su totalidad.

En la zona norte, específicamente en el altiplano, las cuencas hidrográficas son del tipo endorreicas, es decir, no llegan al mar. Los principales ríos son: Azapa, Vitor, Camarones, Camiña, Tarapacá, Lauca, Isluga y Cariquima.

Entre los ríos Loa y Copiapó (pleno desierto de Atacama) no hay escurrimiento superficial (cuencas arreicas), aunque existen napas subterráneas que proveen de agua. El río Loa es el más importante y el más largo de Chile.

Desde Copiapó al sur, las aguas superficiales desembocan en el mar (cuencas exorreicas). En estas condiciones destacamos los siguientes ríos (de norte a sur): Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí, Choapa, Petorca, Aconcagua, Maipo, Rapel, Mataquito, Maule, Itata, Biobío, Imperial, Valdivia, Bueno, Palena y Baker.

El clima chileno

Como resultado de su extensión de más de 4.000 Km y de su distancia respecto del Ecuador, nuestro país presenta una gran variedad climática. Otros factores que favorecen esta diversidad son la disposición en sentido norte-sur de las formas del relieve, la que genera grandes biombos climáticos; la influencia marina, sobre todo la originada por la corriente fría de Humboldt.
Finalmente, la localización de los centros de altas y bajas presiones, que otorgan características de gran estabilidad al norte del territorio y de estacionalidad en el resto del país.

En términos generales, se puede señalar que existen tres grandes zonas climáticas. En el norte predominan los climas desérticos y estepáricos, caracterizados principalmente por escasas precipitaciones. En la zona central y sur predomina el clima templado, observándose de manera clara cuatro estaciones en el año, aumentando las precipitaciones y disminuyendo las temperaturas a medida que se avanza hacia el sur. En la zona austral encontramos un clima lluvioso y frío permanente.

La economía

La economía chilena se sustenta en cinco grandes grupos de actividades, que son: la minería, el sector silvoagropecuario, la pesca, el sector industrial y los servicios.
Sector minero: Chile tiene gran cantidad de minerales, por lo que se puede considerar un país “minero”. El principal recurso minero del país es el cobre, que ha hecho que Chile se encumbre como el mayor productor mundial de este metal. De hecho, la Gran Minería del cobre extrae, funde y refina el mineral en sus propias plantas, logrando una producción anual superior a las 75.000 toneladas métricas.

Otros minerales metálicos de importancia son el oro, la plata, el hierro y el molibdeno. En cuanto a los minerales no metálicos destacan: el salitre, azufre y las calizas.

Sector silvoagropecuario: en nuestro territorio continental, solo un 38% del total nacional posee aptitud agrícola, y de preferencia se localizan en la Depresión Intermedia. De hecho, la agricultura de Chile Central aporta alrededor del 45% del total de la producción nacional. En cuanto a los cultivos, estos se han especializado en la producción de frutas para exportación (uvas, manzanas, etc.), la producción cerealera (trigo, arroz, etc.), chacarera (legumbres, hortalizas, papas, etc.) y cultivos industriales (remolacha, tabaco, etc.).Con respecto al sector pecuario, se puede señalar que el ganado bovino se concentra en las regiones VIII, IX y X; que el porcino se encuentra en la Región Metropolitana, VI y IX, y el ganado ovino está en más de un 50% en la XII Región.Las plantaciones forestales más relevantes se ubican en las regiones VII y VIII, siendo esta última la de mayor producción forestal a nivel nacional. Cerca del 80% corresponde a pino insigne, cuya madera es usada, principalmente, para la producción de celulosa.

Sector pesquero: se puede dividir en dos subsectores de acuerdo con su producción, la pesca artesanal y la pesca industrial. La primera destinada al mercado local para el consumo, y la segunda, cuya captura se deriva a las industrias de harina de pescado, conservera y de congelados. La región que muestra el mayor nivel de captura de pescado es la del Biobío, con más del 52% del total. Entre las especies comerciales más abundantes se encuentran la anchoveta, la sardina española, el jurel y la merluza, y entre los mariscos más demandados, el ostión, la cholga, el chorito y las almejas.

Sector industrial: de gran importancia económica para nuestro país, no solo por los ingresos que genera, sino además, por la importante mano de obra ocupada en esta actividad. Sin embargo, el problema que presenta la industria chilena es que se sigue concentrando en la Región Metropolitana, Quinta y Octava, y no se ha desarrollado lo necesario en el resto del país.
Sector de servicios: incluye a una serie de subsectores de importancia para el país, entre ellos, el comercio, el transporte, las comunicaciones, los servicios públicos y el turismo. Todos ellos importantes colaboradores del crecimiento económico del país, aportando ganancias, generando empleo y asegurando condiciones para que otras actividades económicas se desarrollen.

GEOGRAFIA FISICA II


Las formas de la Tierra

El relieve es la configuración topográfica de la superficie terrestre, en la que existen diferencias de altura, pendientes y volúmenes.
¿Te has dado cuenta de que la superficie de la Tierra no es plana, sino que es muy irregular y accidentada? Gracias a la Geomorfología, que es la ciencia que estudia las formas de la superficie terrestre y su evolución, iremos mostrándote cómo se llaman estas desigualdades de la superficie y qué factores inciden en su modelamiento y formación.
El relieve
Es la configuración topográfica de la superficie terrestre, en la que existen diferencias de altura, pendientes y volúmenes. Existen tres grupos de formas del relieve:
Las de primer orden, que son los continentes y las cuencas oceánicas; las de segundo orden, que se refieren a los relieves menores que forman tanto las cuencas oceánicas (fosas abisales, por ejemplo) como las continentales (cadenas montañosas como la Cordillera de los Andes) y las de tercer orden, que son detalles en el relieve de segundo orden, producto de la erosión y sedimentación de los diferentes agentes de modelado (mesetas o llanuras).
El relieve no se mantiene siempre igual, porque mientras se forma por procesos internos, es alterado por fuerzas que actúan desde afuera. Estas fuerzas externas son: el viento, el agua, las olas, los glaciares, las aguas de infiltración, la gravedad y los cambios de temperatura.

Construyendo el relieve

Poderosas fuerzas que provienen del interior de la Tierra son las que provocan los desplazamientos de ascenso y descenso que van formando el relieve. Estas fuerzas son el diastrofismo y el volcanismo.

El diastrofismo es vital, pues sin él nuestro planeta estaría cubierto por el mar. Esta fuerza, que puede ser vertical o lateral, origina movimientos casi imperceptibles, llamados epirogénicos, que pueden formar continentes, pero también puede causar plegamientos, fallas y violentos terremotos, caso en que se denominan orogénicos.

Actualmente, la teoría de la tectónica de placas (ver infografía), formulada por Tuzo Wilson a mediados del siglo XX, ha provocado toda una revolución en el conocimiento y evolución del planeta Tierra.

Los plegamientos resultan de la presión lateral que ejercen las fuerzas tectónicas y aparecen en rocas sedimentarias que son lo suficientemente elásticas como para doblarse. Pero si las rocas tienen escasa plasticidad, las fuerzas tectónicas las fracturan, y el plano de la ruptura se conoce como falla. Esto provoca una parte elevada y una hundida.

¡Terremoto!

Los terremotos infunden miedo porque son movimientos violentos de la corteza terrestre que, por lo general, causan severas transformaciones en el relieve, como grietas y desprendimientos del terreno; y si se producen en el océano pueden generar grandes olas que se denominan tsunamis –nombre japonés del maremoto–, que arrasan enormes zonas en las costas.
Las causas de los terremotos son dos fenómenos: el volcanismo y la actividad tectónica.
En cuanto a su expresión, los terremotos suceden en forma de sacudidas. La principal puede durar desde segundos hasta dos minutos. Si después hay pequeñas sacudidas, se habla de réplicas.

El lugar en el interior de la Tierra donde se origina el terremoto se llama hipocentro, y el que se ubica encima de él, en la superficie terrestre, epicentro. Desde este último se forman las ondas sísmicas superficiales causantes de las mayores catástrofes.
Seguramente, has escuchado hablar de sismo y terremoto como sinónimos; pero en realidad el sismo es solo un movimiento de tierra provocado por el acomodamiento de las rocas de la litosfera (corteza terrestre). Cuando el sismo sacude con gran intensidad la Tierra se denomina terremoto. Los sismos se miden en dos escalas: de Mercalli, que mide sus efectos, y la de Richter, que registra la energía que libera.

Lanzando fuego

Los volcanes son aberturas en la superficie terrestre a través de las cuales se expulsa materia incandescente, gases y cenizas. Estos elementos provenientes del interior de la Tierra, se acumulan y forman un relieve, generalmente de forma cónica.

En las entrañas de la Tierra también existen rocas fundidas que se encuentran a altas temperaturas y presiones, llamadas magma. En su ascenso, el magma, en estado líquido, funde las rocas de la litosfera, llegando a la superficie y ocasionando una erupción volcánica. El magma sube a través de una chimenea, cuya parte superior se llama cráter. Aunque por lo general la erupción de un volcán puede provocar movimientos sísmicos, estos son más localizados y menos fuertes que los de origen tectónico.

Modelamiento

En el proceso de modelado del relieve interviene la meteorización y la erosión de las rocas. La diferencia entre ambas es que por la acción de la primera (tanto física como química) las rocas solo se desintegran y descomponen; mientras que la erosión, además de desmenuzarlas, las transporta y deposita.

Sin embargo, en la erosión no solo actúan elementos naturales. El hombre, al intervenir el paisaje natural, también erosiona, sobre todo cuando deforesta amplias zonas de vegetación o construye en lugares inapropiados.

Los materiales acarreados por los cursos fluviales se depositan en las zonas bajas de la superficie terrestre o sobre la plataforma continental o insular. Esta es la etapa que se conoce como sedimentación.

La meteorización, erosión, el transporte y la sedimentación, son realizados por los agentes del modelado. Estos son los ríos, las olas, los vientos y los glaciares, que crean otras formas de relieve. Cuando los fragmentos rocosos llegan al mar, se acumulan como sedimentos en capas llamadas estratos. Como puedes ver, en el proceso de modelado el clima tiene una gran importancia.
Relieve superficial
Los procesos externos, relacionados con el clima y la fuerza de gravedad, dan paso a las formas superficiales del relieve. Las más conocidas son las montañas, las mesetas, las colinas y las llanuras.

Las montañas son las formas del relieve de mayor elevación, con una altura superior a los 1.000 metros sobre el nivel del mar, por lo general con laderas escarpadas.

En las mesetas el relieve es llano y elevado. Pueden tener valles estrechos y profundos que originan grandes desniveles. Las mesetas también se llaman altiplanicies o altiplanos, cuando se encuentran a gran altura sobre el nivel del mar.

Las colinas son semejantes a las montañas, pero las diferencias de nivel son menos marcadas. El relieve quebrado predomina sobre el llano, pero las formas son más pequeñas o redondeadas.
Las llanuras poseen un relieve casi horizontal, con alteraciones muy leves. La mayoría se encuentra a poca altura sobre el nivel del mar.
Las placas tectónicas: Son secciones rígidas de la litosfera que se mueven como una unidad sobre el material de la astenosfera.
Luego de investigaciones en las cordilleras oceánicas y retomando las ideas del científico alemán Alfred Wegener, apareció la teoría de la tectónica de placas. Esta sostiene que la parte superior de la Tierra (litosfera) está formada por bloques denominados placas, y pueden ser continentales u oceánicas. Las placas se mueven entre sí sobre una capa de rocas más blanda y viscosa (astenosfera), por efecto de corrientes de convección que se originan en el interior de la Tierra.
Debido a que las corrientes en la astenosfera poseen diferentes características, la forma de interacción entre placas varía, dependiendo del tipo de corteza en sus límites y de su movimiento. De acuerdo a lo anterior, se generan los siguientes fenómenos:
Separación o zonas de abducción: el material magmático sale y se extiende sobre el fondo marino, donde se enfría y solidifica. Se forma un nuevo suelo en ambas direcciones, lo que provoca que las placas se alejen de las dorsales.
Acercamiento o zonas de subducción: ocurre cuando una placa se hunde debajo de otra. La placa que se sumerge se transforma hasta fundirse en el interior de la Tierra. Son áreas de intensa actividad volcánica y sísmica.
Desplazamientos laterales: se produce un movimiento relativo entre dos placas con rozamiento en la falla. Estas pueden situarse tanto en la litosfera oceánica como en la continental. Un ejemplo de este tipo es la falla de San Andrés, que separa la placa de Norteamérica de la del Pacífico. El roce que se produce entre las placas provocan actividad sísmica.
El relieve:Son las diferencias de altura, pendiente, volumen y forma de la superficie terrestre.
Corresponde a la configuración que adquiere la superficie terrestre, en la que están presentes las diferencias de altura, pendiente, volumen y muy especialmente la forma de ella. El proceso permanente de construcción y destrucción del relieve terrestre a lo largo de millones de años se denomina ciclo geológico.
Las formas resultantes que muestra el relieve de la superficie terrestre pueden agruparse en tres grupos: de primer orden, de segundo orden y de tercer orden.
Las de primer orden son los continentes y las cuencas oceánicas. Las de segundo orden están constituidas por aquellos relieves menores que se encuentran formando tanto las cuencas oceánicas (borde de los continentes, fondo de las cuencas oceánicas, dorsales o cordilleras marinas y fosas abisales), y las continentales (mesetas, llanuras, planicies, cuencas, alineaciones montañosas, tales como los Apalaches, los Urales, la Cordillera de los Andes y los Himalaya). Las de tercer orden son los rasgos de menor magnitud, es decir, detalles en el relieve de segundo orden, los cuales son producto de la acción de erosión y sedimentación de los distintos agentes del modelado (valles glaciares y fluviales, cuencas, mesetas, llanuras sedimentarias, aluviales, glaciares y costeras).
Las formas del relieve
El relieve terrestre que podemos observar viene a ser la consecuencia de una serie de modificaciones que afectan continuamente la superficie de la litósfera (corteza terrestre).
La estructura de una región depende de cómo se dispongan las rocas en la litósfera como consecuencia de la acción de las fuerzas internas o endógenas del diastrofismo o tectonismo y el vulcanismo. Es así como esta estructura puede ser horizontal, formada por rocas sedimentarias, o bien deberse a pliegues o fallas, que son fenómenos de origen interno. En resumen, el relieve no se mantiene siempre igual porque mientras se va formando por procesos internos, es modificado por fuerzas que actúan desde el exterior. Las fuerzas externas son el viento, el agua, las olas, los glaciares, las aguas de infiltración, la gravedad y los cambios de temperatura. Los efectos de estos factores en su conjunto reciben el nombre de modelado, al que nos referiremos más adelante.
Formas superficiales del relieve: Las más conocidas son las montañas, las mesetas, las colinas y las llanuras.
Los procesos internos de la Tierra se han encargado de crear las grandes formas del relieve terrestre, como los continentes, los sistemas montañosos o las depresiones oceánicas. Los procesos externos, relacionados con el clima y la fuerza de gravedad, nivelan este relieve y van dando paso a lo que podemos conocer como formas superficiales del relieve. Las más conocidas son las montañas, las mesetas, las colinas y las llanuras.
Las montañas son las formas del relieve de mayor elevación, con un tamaño establecido superior a los 1.000 metros sobre el nivel del mar. Sus laderas pueden ser abruptas o moderadas. El paisaje montañoso se caracteriza por los cambios significativos en el nivel del relieve.
En las mesetas el relieve se presenta llano y elevado. Es posible encontrar en este tipo de relieve valles estrechos y profundos que originan grandes desniveles. Las mesetas también se denominan altiplanicies o altiplanos.
Las colinas son parecidas a las montañas, pero las diferencias de nivel son menos marcadas. El relieve quebrado predomina sobre el llano, pero las formas son más pequeñas o redondeadas.
Las llanuras poseen un relieve casi horizontal, con irregularidades muy ligeras. La mayoría de estas formas de relieve se encuentran a poca altura sobre el nivel del mar. Hay llanuras creadas por los depósitos de los ríos, denominadas llanuras aluviales; otras son fondos de lo que fueron mares y lagos, y las terceras son las penillanuras, provocadas por agentes erosivos.
Los plegamientos y las fallas: Dependiendo de la forma en que se produzca el desplazamiento de los bloques fracturados, las fallas pueden ser normales, escalonadas, horizontales e invertidas.
Si las fuerzas diastróficas ejercen una presión lateral, se originan los plegamientos, que ocurren en zonas de rocas sedimentarias que poseen la suficiente plasticidad como para doblarse.
En los plegamientos es posible observar estratos deprimidos, que se sienten hacia la parte media y reciben el nombre de sinclinales.
Las fallas
Cuando las rocas tienen escasa plasticidad, al verse afectadas por las fuerzas diastróficas en vez de presentar plegamientos van a fracturarse. Es por esta razón que hay áreas donde se presentan fracturas de nivel debido a fuerzas diastróficas verticales, que en geografía se conocen como fallas. Esto provoca una parte elevada y una parte hundida. El plano de ruptura se denomina falla y el valor de desnivelación es el salto de falla.
Dependiendo de la forma en que se produzca el desplazamiento de los bloques fracturados, las fallas pueden ser normales, escalonadas, horizontales e invertidas. Si hay un bloque estrecho elevado entre dos fallas normales, el fenómeno se llama horst o pilar. Si se trata de un bloque estrecho hundido entre dos fallas normales se denomina graben o fosa.
Los agentes del modelado: El proceso del modelado del relieve incluye tres procesos geológicos: meteorización, transporte y sedimentación.
La denudación (proceso de degradación de la superficie terrestre) contempla dos fenómenos: la meteorización y la erosión. La principal diferencia entre ambos radica en que la meteorización solo desintegra y descompone las rocas; mientras que la erosión, además de desmenuzarlas, las transporta y las deposita.
Los materiales transportados se depositan en las áreas bajas de la superficie terrestre, o sobre la plataforma continental o insular. Esta etapa se conoce como sedimentación.
La meteorización, la erosión, el transporte (acarreo de materiales) y la sedimentación son efectuadas por los agentes del modelado, que son los ríos, las olas, los vientos y los glaciares.
Meteorización
El proceso de desintegración física y química de los materiales sólidos de la superficie de la Tierra bajo la acción de los agentes atmosféricos se denomina meteorización.
Existen dos tipos de meteorización: la mecánica o física, y la química. Mediante la acción física se desintegran los pedazos de roca en fragmentos cada vez más pequeños; mientras que por la acción química se descomponen los complejos minerales que forman las rocas. Los principales agentes mecánicos de la meteorización son los cambios de temperatura, la congelación y descongelación del agua, los cristales de sal y las raíces de las plantas. Estos agentes inciden más fuertemente en aquellos lugares de clima seco y en las altas montañas, donde las condiciones de temperaturas son extremas.
Se conoce como exfoliación al proceso por el cual las rocas van perdiendo sus capas exteriores por efecto de los cambios de temperatura.
Por otra parte, en las regiones donde la temperatura baja a menos de cero grados, el agua contenida en las grietas se congela, y como su volumen aumenta, la presión ejercida sobre las rocas es muy grande y termina desintegrándolas.
En zonas donde el viento es fuerte, el transporte de partículas de rocas y arena corroe la superficie de las rocas.
En cuanto a la meteorización química, ésta se desarrolla por acción del agua, los gases presentes en ella, las plantas y los animales. Estos agentes se potencian en climas húmedos, donde inciden, por ejemplo, hidratando las rocas y liberando ácidos que actúan químicamente en estas estructuras.
La erosión y la sedimentación
La erosión es el desgaste del relieve y se produce cuando el agua, el hielo o el viento arrastran la tierra o la roca meteorizada. La roca blanda es más susceptible de ser fragmentada y llevada luego por acción de la gravedad, que la roca dura.
Los agentes erosivos como el agua y el viento actúan mayormente cuando las condiciones del terreno son favorables, es decir, en regiones que registran un alto porcentaje de humedad o por el contrario donde son muy secas. Pero no solo los factores naturales pueden aumentar el riesgo erosivo, el hombre al intervenir el paisaje natural, también tiene mucha responsabilidad al respecto, especialmente cuando se deforestan amplias zonas de vegetación o se construye en lugares inapropiados.
El agua, el viento y el hielo transportan los fragmentos rocosos que acaban por depositarse sobre la superficie terrestre, con lo que se van creando otras formas de relieve, o bien llegan al mar y se acumulan como sedimentos en capas llamados estratos.
A pesar de lo negativo que puedan parecerte los procesos de meteorización y erosión, la verdad es que su incidencia en el relieve es importantísima, por cuanto hacen posible la conformación del manto rocoso llamado regolito, y además crean nuevas formas de relieve.

martes, 25 de septiembre de 2007

teorias del poblamiento americano



Teorias del poblamiento americano
Exuisten tres teorias sobre el poblamiento americano que presentan diversas rutas:
a)Teoria del Estrecho de Bering: El checo-norteamericano Alex Hrdlicka, plantea la teoría que sostiene que todas las razas humanas tienen un origen común, así como la teoría Monogenista-Asiática que sostiene que el hombre llegó a América desde Asia cruzando el Estrecho de Bering. fue el primero en sostener que el ser humano había ingresado a América por Alaska proveniente de Siberia (Asia), cruzando el Estrecho de Bering. La teoría está desarrollada en La cuestión de hombre antiguo en América (The Question of Ancient Man in America) publicada en 1937.
Teoría Monogenista-Asiática de Hrdlicka: Alex Hrdlicka, eminente antropólogo checo (1.869-1.943) creó la segunda teoría científica cuyos partidarios forman la llamada Escuela Norteamericana. Ella aparece expuesta su obra "El Origen del Indio Americano". La base para la formulación de la misma fueron estudios realizados por el autor sobre los indios de América en comparación con los habitantes de Asia. El nombre monogenista-Asiática radica en la consideración que hace Hrdlicka de que el género humano tiene un solo origen: Asia.
Características: Según el autor, el problema del origen del hombre queda resuelto en cinco afirmaciones:
Los indios americanos, pese a escasas diferencias, tienen uniformidad racial. Son de talla mediana, color mate, contextura débil, pómulos salientes, cuerpo lampiño, cabello negro y lacio, ojos oblicuos y cráneo mesocefálico (entre redondo y alargado).
Su origen está en la región Asiática de Mongolia.
El paso de Asia a América lo realizaron los mongoles por el estrecho de Bering.
Los pueblos invasores vinieron en cuatro oleadas diferentes.
Aportaron una cultura de principio del Neolítico que se desarrolló y adquirió matices propios en suelo americano. La inmigración se hizo hace unos diez mil años.
b) Teoría Oceánica de Paul Rivet: Paul Rivet Antropólogo Francés creó la teoría "Oceánica", llamada también "Multilateral". Ella es el resultado de estudios comparados de los pueblos americanos y los del oeste del Pacífico en lo antropológico, cultural y lingüístico. Aparece expuesta en su obra "Los Orígenes del Hombre Americano" y lleva el nombre de oceánica porque los diferentes lugares de origen que Rivet atribuye a los indios están frente al Océno Pacífico.
Características: Partió Rivet de lo heterogéneo de la población encontrada por los descubridores, concluyó así:
La población de América se hizo en cuatro grandes oleadas: la australoide, la melano-malayo-polinesia, la mongoloide y la uraliana.
Los lugares de origen están en Australia, Polinesia-Melanesia, Mongolia y los Urales.
La época de invasión más antigua, es decir, la australoide, fue hace unos veinticinco mil años.
Las vías de acceso estuvieron constituidas por el estrecho de Bering y el "Puente Antártico" de que habla el científico portugués Mendes Correa: el tamaño de la Antártida era mayor y su clima propicio para ser soportado por el hombre. De Australia pasó a diferentes islas de Oceanía, de allí a la Antártida y luego a la tierra de fuego.
c) Teoría Monogenista-Autoctonista de Ameghino: Esta teoría que ocupa el primer plano en forma ascendente en cuanto a explicaciones científicas se refiere. Es, por ocupar ese puesto, la menos aceptada. Su formulador, Florentino Ameghino, fue un paleontólogo argentino, eminente en su especialidad.
Características: Detallan a la teoría la nomenclatura de monogenista, autoctonista y transformista. Es monogenista por considerar Ameghino que el género humano tiene un solo origen, se desarrolla desde una sola región de la tierra. Es autoctonista porque el autor coloca una zona de la América la pampa argentina, como cuna de la humanidad. Es transformista por asentar que el género homo (y con él todos los animales) proviene de la evolución de seres inferiores.
d) Teoria del poblamiento por el sector de Australia de Antonio Mendez Correa: El portugués Mendes Correa fue el principal defensor de una inmigración australiana, a través de la Antártida. Según el antropólogo lusitano, los australianos utilizaron sencillas balsas para llegar a Tasmania, las islas Auckland y la Antártida. Este gélido continente pudo ser atravesado cuando gozaba de un "óptimun climáticus" (periodo de clima óptimo), unos 5 000 años a.C., durante el Holoceno. Después de varios siglos de recorrido por las costas antárticas, arribaron al Cabo de Hornos en la Tierra del Fuego y, más tarde, poblaron la Patagonia.El antropólogo Paul Rivet en apoyo de esta teoría escribió: " Esta hipótesis no es nada inverosímil. Sabemos que ha habido en el continente antártico períodos de extensión glaciar mayor que en nuestros días. Existieron pues períodos glaciares e interglaciares, como en el hemisferio norte, y no es imposible que, después del último máximo de extensión, se produjera un período de regresión glaciar, correspondiente al óptimo post-glaciar, como en Europa y en América del Norte. Esta regresión podría haber dejado una faja libre de hielos en la costa antártica, análoga a la existente en Groenlandia, permitiendo así establecimientos humanos. Por analogía con lo conocido en el hemisferio norte, se podría situar esa sazón hacia unos 6000 años antes de nuestros días." El antropólogo portugués estudió en la década de 1920, a los nativos de la Patagonia y la Tierra del Fuego (Onas, Kon, Tehuelches, Alakalufes y Yagán) encontrando similitudes físicas, linguísticas y etnográficas con los aborígenes australianos. Entre las semejanzas podemos mencionar el grupo sanguíneo, las formas craneales, la resistencia al frío, palabras comunes, uso de mantos de piel, chozas en forma de colmena y el uso del boomerang. También merece mención el zumbador o churinga, un instrumento musical de uso ritual con modelos muy idénticos en ambas regiones.
"ANTIGÜEDAD DEL HOMBRE EN AMÉRICA".
Para ser llevado a feliz término, el estudio de al antigüedad del hombre en América debe sujetarse a cierto número de reglas estrictas que fuera peligroso abandonar.
Este problema no puede abordarse con métodos distintos a los ya experimentados en la prehistoria europea. Allí como aquí, este estudio debe basarse sobre los datos geológicos y paleontológicos. Sin embargo, la asociación de un instrumento o de un resto humano a una fauna determinada de América no puede permitirnos atribuirle la antigüedad que un descubrimiento de igual naturaleza le aseguraría en Europa. En efecto, no está establecida la existencia de un paralelismo estrecho entre la sucesión y la desaparición de los animales fósiles en ambos lados del Atlántico: hasta parece más bien que el proceso es enteramente otro. "La Fauna de los Grandes Animales", escribe Marcellin Boule "es muy distinta en los dos continentes, excepto en aquellas regiones donde vivían especies circumpolares, tales como el mamut.
Parece ser también que ciertas especies han sobrevivido en América mucho más tiempo que en Europa. Por ejemplo, el mastodonte, que en nuestros países pertenece netamente a la era terciaria, y el mamut, característico de la edad cuaternaria, parecen haber existido en el Nuevo Mundo hasta la aurora de los nuevos tiempos. En el Ecuador, cerca de Alangasi, un esqueleto de mastodonte reposaba en medio de un hogar, cuyo carácter internacional era evidente, según el decir de Max Hule. Alrededor de este esqueleto se recogieron, a más de cuatro puntas de flechas en obsidiana, los hallazgos hechos en la "Cueva Eberhardt" por Ramon Lista, Moreno R. Hauthal, Otto y Erland Nordenskiöld muestran en forma muy evidente que grandes animales pleistocénicos han vivido en Patagonia hasta épocas recientes. Se trata de la especie de un perezoso gigantesco, el Glossotherium o Neomylon, cuya piel estaba llena de pequeños huesecillos. Los restos de ese animal han sido descubiertos en un estado de conservación extraordinario: fragmentos de piel que por ebullición dieron gelatina, huesos con restos adheridos de tendones y músculos, excrementos aún frescos, con fragmentos de pequeñas gramíneas y heno masticado. Todo esto nos lleva a clasificar la antigüedad en:
La Antigüedad del Hombre en América del Norte.
En América del Norte se han señalado numerosos vestigios del hombre prehistórico tanto en forma de osamentas, como en forma de utensilios. Un célebre antropólogo norteamericano, Ales Hrdlicka ha realizado una severa crítica de los hallazgos osteológicos, relacionados con la era cuaternaria, en dos memorias de verdadera autoridad.
Los hallazgos de utensilios nos conducen pues a idénticas conclusiones que los hallazgos de huesos. Reteniendo únicamente los hechos que nos parecen sólidamente establecidos, y rechazando todos aquellos que, por su inverosimilitud o por imprecisión, no pueden ser sino errores de observación, o de interpretación, existen actualmente buenas razones para pensar que el hombre apareció en América del Norte lo más pronto hacia el final del Cuaternario, es decir, después del retroceso glaciar.
Esta es la conclusión muy prudente y objetiva que adoptó Marcellin Boule en 1.923. No parece que los hallazgos realizados desde entonces permitan modificarla. Romer, al estudiar la desaparecida fauna fósil norteamericana: desdentados, camellos, caballo, bisontes extintos, en sus relaciones con la antigüedad del hombre, concluye que la asociación de una industria con esta fauna no prueba que el hombre haya aparecido en América hace más de diez o veinte milenios, N. C. Nelson llega al mismo resultado, John C. Merriam retrotrae algo esta fecha de aparición, pero con todo no la remonta más allá del final del pleistoceno.
La Antigüedad del Hombre en América del Sur.
Los hallazgos de instrumentos con tipología paleolítica han sido señalados frecuentemente en América del sur. A lo largo de las costas del pacífico y del atlántico se hallan en este continente depósitos de conchas y desperdicios de cocina, que fueron acumulándose alrededor de los lugares habitados por el hombre primitivo. En el Brasil se los conoce con el hombre de sambaquis. Max Hule, en un yacimiento cerca del puerto de Talta (Chile), no encontró restos de cerámica sino en la capa superficial. Halló hachas y puñales de tipo chellense en la tercera capa a partir de la superficie, unos discos y raspadores de factura paleolítica en las tres capas inferiores; y asociados a estos utensilios, en las tres capas superiores, unas puntas de flecha de factura neolítica. Max Uhle concluye con razón que este depósito conchero pertenece a la época neolítica.
La muy reciente obra de J. Emperaire y A. Laming sobre los Sambaquis del sur de Brasil confirma y precisa esta conclusión. En efecto, estos autores emiten la hipótesis de que la civilización de estos depósitos de conchas podría remontarse a milenios y coincidir con los principios del Neolítico del viejo mundo. Dicha civilización habría tenido dos fases: una anterior y otra posterior al óptimo climático post-glaciar, que debe situarse hacia el sexto milenio antes de la época actual.
A unos 5 kilómetros al Noroeste de la ciudad de Miramar, situada a 450 kilómetros al Sur de Buenos Aires, en la costa del Atlántico, en un acantilado, una capa reciente al Chapadmalense, que F. Ameghino y S. Roth consideran como Mioceno y M. Boule como Plioceno, ha suministrado la siguiente serie de utensilios: un instrumento Amigdaloide en cuarcita tallada por sus dos caras, un yunque de piedra, una veintena de percutores y raspadores, unas puntas de sílex y de cuarcita, una bola piriforme de diorita bien pulida, un cuchillo de sílex, una piedra con varias concavidades, varias "bolas" esféricas, una de las cuales presenta una ranura muy bien pulimentada, manos de mortero y pilones, unos huesos cortados en bisel que pudieron haber servido de puñales o de punzones, un fémur de Toxodon, cuyo gran trocánter tenía clavada una punta tallada de cuarcita, más dos puntas de igual naturaleza hundidas entre las vértebras del mismo animal.
Todos estos objetos son absolutamente parecidos a otros de igual tipo que se encuentran por doquier en la superficie y en las capas superiores de la Pampa y de la Patagonia. El hombre Americano, que, desde la época terciaria, hubiera sabido no sólo tallar la piedra, sino también pulimentarla, descubrimiento éste que el hombre del Viejo Mundo no realizó sino en tiempos avanzados, habría vivido posteriormente, desde el Mioceno hasta la conquista española, sin modificar en nada sus costumbres, ni perfeccionar sus técnicas.


Clasificacion de periodo o estadios evolutivos
El Paleoindio en Chile: El término paleoindio inventado por los arqueólogos estadounidenses sustituyó al de Paleolítico, que se usa en Europa y otros lugares (África, Asia).
Los comienzos del paleoindio no se conocen (30000 / 20000 a.C.), pero se calcula que terminó hacia el 9000 a.C. Sin embargo, en algunos lugares se cazó fauna del Pleistoceno (ver recuadro), conocida como mega fauna, hasta aproximadamente el 7000 a. C.
Durante este período había cazadores y recolectores que pertenecían a la especie Sapiens (el Homo sapiens sapiens es la especie humana actual, surgió hace cien mil años) y tenían un bagaje cultural y tecnológico (habían perfeccionado las técnicas de fabricación de herramientas) propio del Paleolítico Superior (ver glosario).
Estos primeros habitantes de América, que estaban en Chile hacia el 10600 a.C. -como demostró el descubrimiento de Monte Verde, descrito más adelante-, vinieron de Asia, cruzaron el estrecho de Bering, y siguiendo la fauna iniciaron la conquista de estos nuevos territorios. En el territorio chileno, como hemos escrito, hay por lo menos cuatro yacimientos paleoindios desde la IV Región (Coquimbo) hasta la XII Región (Magallanes).
Los yacimientos o sitios arqueológicos pertenecientes a este período cultural son:
Quereo (IV Región)
Tagua-Tagua (VI Región)
Monte Verde (X Región)
Cueva Fell (XII Región)
Todos estos sitios fueron ocupados por antiguos pobladores, pertenecen al período Pleistoceno, que terminó hacia el 10000 / 9000 a.C.
El campamento más antiguo
Desde fines de la década del setenta se ha investigado un yacimiento paleoindio conocido con el nombre de Monte Verde. Está en el sur, muy cerca del aeropuerto de la ciudad de Puerto Montt, en las márgenes del estero Chinchihuapi, en un ambiente de bosques húmedos.
Muy probablemente se trata de una ocupación humana situada en el 10620 a.C., lo que lo convierte en el campamento más antiguo de Chile.
Estaba organizado como una economía mixta, ya que la caza del mastodonte y paleocamélidos -camélidos prehistóricos- era tan importante como la recolección de una gran cantidad de vegetales, frutos e incluso de moluscos de agua dulce.
Estos cazadores y recolectores paleoindios constituyeron un emplazamiento semisedentario, con viviendas rectangulares hechas de madera, arena y grava (piedrecillas) compacta. Cerca de estas se encontraron fogones colectivos y braseros.
Los artefactos son de madera, de hueso y también de piedra. Hay algunos artefactos líticos (de piedra) que parecen haber sido usados como boleadoras y otros como mano de molienda (mortero). Algunos trozos de madera pueden haber sido mangos de artefactos, morteros, e incluso especie de puntas.
El trabajo de cuero también está comprobado. Restos de este se han encontrado junto a los troncos de las habitaciones.
El período Arcaico: Durante este período los hombres prehistóricos eran pescadores, recolectores y cazadores de fauna y flora, que ya era como la actual.
Ya en el período geológico actual, que como mencionamos se denomina Holoceno, se produjo el período cultural conocido como Arcaico, durante el cual los hombres prehistóricos eran pescadores, recolectores y cazadores de fauna y flora, que ya era como la actual.
Este período se inició alrededor del 8000 a.C., al término de las glaciaciones, cuando el clima comenzó a cambiar en el territorio que hoy conocemos con el nombre de Chile, y la flora y la fauna se adaptaron a este gran cambio.
Los diferentes grupos humanos que existían en el norte vivían en las zonas altas de la Cordillera de los Andes, quebradas que bajaban al mar y las planicies costeras del océano Pacífico.
Más al sur tampoco había relación entre los distintos grupos. Vivían semiaislados, solo alrededor de una familia extensa (padres, hijos, abuelos, hermanos, tíos, primos, etc). Algunos practicaban la pesca y la recolección de moluscos; otros cazaban conejos, coipos, zorros, camélidos (guanacos), aves, entre otros.
Con el paso de los milenios, estos cazadores fueron aumentando. Perfeccionaron cada vez más sus herramientas, lo que les permitió dominar mejor su entorno natural.
Los arqueólogos dividen el período Arcaico en Temprano (8000? - 6000 a.C.), Medio (6000 - 4000 a.C.) y Tardío (4000 - 1500 a.C.), de acuerdo con la tecnología de los instrumentos que tenían los cazadores y a sus actividades sociales y económicas.
Hacia el Arcaico Medio, algunos de estos grupos de cazadores recolectaban plantas silvestres (aparece el mortero) y, en general, diversifican su alimentación y sus actividades.
Otro aspecto muy interesante es que en el Arcaico Tardío estos habitantes de aleros –cuevas pequeñas– y cuevas comenzaron a pintar las paredes (arte rupestre, ver glosario). Es el caso de Guañure, que data del 2430 a.C., y Puxuma, hacia el 2290 a.C. –ambas en la zona cordillerana de la I Región–, donde se hallaron escenas de caza, en las que aparece descrita la fauna del período. Más al sur, cerca de los ríos Loa y Salado (II Región), hay hermosas pinturas rupestres, en las que los camélidos dominan las escenas. Es muy probable que ellas pertenezcan al período Arcaico más antiguo.
A finales del Arcaico, la multiplicación de nuevas técnicas de tejidos, nuevas formas de organización (aldeas) anuncian poco a poco un nuevo período cultural: el Agro-alfarero (o Neolítico).
Por último, pero no por eso menos importante, en el período Arcaico se desarrolló en la costa del norte de Chile una forma de vida espiritual, económica y social que se conoce como Tradición Chinchorro o Fase cultural Chinchorro. Estos antiguos pescadores y habitantes de la costa (6000 - 2000 a.C.) preparaban a sus muertos (momificándolos), para conservar sus cuerpos por mucho tiempo.
Periodo Agro-Alfarero: Es el perido en que las tribus y bandas comienzan una domesticacion de la flora dando un conocimiento basico del manejo de la agricultura , con ello vendra el asentamiento de las poblaciones en las cercanias de los rios y quebradas para sembrar la tierra, domesticar animales y comenzar a confeccionar ceramicas de diversos motivos principalmente antropomorfos y con figuras geometricas , ete periodo se divide en temprano, medio y tardio. Las huellas de los antiguos pobladores: Cuando los grupos de cazadores cazaban animales extinguidos (que en el presente ya no existen), se usa el nombre de Paleoindio, que los caracterizaba hasta el 9000 a.C. aproximadamente.
Según la información que manejan, los arqueólogos construyen cuadros cronológicos regionales y en algunos casos de tipo nacional. Otras veces solo logran una secuencia cultural relativa. Así, desde Max Uhle, pasando por Ricardo Latcham, Gustavo Le Paige y las conclusiones de varios congresos de arqueología (desde 1961 en adelante) se ha logrado un consenso en los términos usados.
Para los tiempos más antiguos, donde grupos de cazadores cazaban animales extinguidos (que en el presente ya no existen), se usa el nombre de Paleoindio, que los caracterizaba hasta el 9000 a.C. aproximadamente.
Luego, otros grupos de cazadores y recolectores dominaron por miles de años el territorio, tanto del norte como del centro-sur, entre el 9000 a.C. y el 1500 a.C. Este gran período se llama Arcaico. Dentro de estos tiempos de cazadores, también se incluyen las actividades de los pescadores y recolectores de moluscos y de los domesticadores de animales.
La aparición de la agricultura, la formación de aldeas, el comercio entre aldeas de diversos productos -alfarería, tejidos, materias primas, minerales- corresponden a lo que se conoce como período Agro-alfarero. En algunas zonas está subdividido en Temprano, Medio y Tardío, que en conjunto abarcan desde el 1500 a.C. al 1470 d.C. Durante el período Tardío se produjo la dominación del Tahuantinsuyo, como se denominaba al imperio Inca, cuya influencia llegó hasta la actual VI Región.
La llegada de los españoles en 1536 dio inicio al período Hispánico.
Pueblos Originarios de Chile: Nómades de la tierra
Lo que caracterizó en el período precolombino al norte, centro y sur de Chile fue el poblamiento de aldeas con diferentes niveles de desarrollo político, económico y social. Hoy la Chinchorro es una de la culturas prehispánicas más reconocidas arqueológicamente a nivel mundial.

En 1961, los arqueólogos lograron un consenso y construyeron un cuadro para dividir los períodos cronológicos en que se divide la historia de los primeros pueblos que habitaron Chile. Para los tiempos más antiguos, se usa el nombre de paleoindio (hasta el 9000 a.C. aproximadamente). Luego, viene el arcaico, que está subdividido en temprano, medio y tardío (entre 9000 a.C. y el 1500 a.C.) y finalmente está la fase agro-alfarera, donde apareció la agricultura, la formación de las primeras aldeas y el comercio. Esta también está subdividida en temprana, media y tardía y comprende desde el 1500 a.C. hasta 1470 d.C. La llegada de los españoles, en 1536, dio inicio al período hispánico.
Zona norte
En el período arcaico, se desarrolló en la costa norte de nuestro país la cultura Chinchorro (6000 - 2000 a.C). Esta poblaba la desembocadura del río Camarones y sus habitantes fueron pescadores, cazadores y recolectores de productos marinos.Estaban organizados en pequeños bandos de entre 30 y 50 personas aproximadamente, que al parecer estaban emparentadas entre sí. Su principal característica fue la particular visión sobre la muerte, ya que realizaron un verdadero culto a sus difuntos, los momificaron.
Luego en el período agro-alfarero surgió la cultura San Pedro o Atacameña (500 a.C - 1536 d.C). Se estableció desde el río Loa hasta el salar de Atacama. La organización económica-social o ayllus de los atacameños tenía como base un conjunto de familias que, posiblemente, constituían linajes. Cada uno poseía su propio cementerios, con un centenar de tumbas. Su cerámica se caracterizó de preferencia por objetos de color rojo o negro con formas globulares, con cuellos y base plana.
Bajo la influencia de la cultura Tiwanaku (Andes Central), nació entre los valles occidentales del extremo norte de Chile y sur del Perú, la comunidad Cabuza (500 - 1000 d.C). Estos vivían en villorrios y caseríos distribuidos en torno a ríos.
Sus viviendas eran rectangulares con cimientos de piedra y muros de caña y totora amarradas con cuerdas y estaban emplazadas junto a los cultivos. En metalurgia, trabajaron el oro y la plata con la cual realizaron colgantes y anillos con figuras de llamas.
Pica o "Pica - Taracapá" (900 - 1532 d.C) fue otro pueblo nortino que habitó en el desierto de Atacama, entre el valle de Camiña y la desembocadura del río Loa. Su organización social tenía la forma de un señorío con jerarquía y cuyo rasgo particular era una autoridad que organizaba la fuerza de trabajo dentro de un territorio delimitado.
Se dedicaron al arte rupestre, es decir, pinturas y grabados que fueron hecho sobre la superficie rocosa de una cueva.En el Norte Chico, desde el río Copiapó (III Región) hasta el río Choapa (IV Región), floreció la cultura Diaguita (900 - 1536 d.C). Se dice que sus habitantes fueron musculosos, de piel tostada y de cabellos largos, y por costumbre se pintaron la cara con líneas y triángulos negros. Se dedicaron a la agricultura, a la caza y a la crianza de camélidos, aunque su principal actividad fue la alfarería.Descendientes directos de los Cabuza, el pueblo precolombino Arica (1000 - 1532 d.C) se ubicó desde Mollendo en Perú hasta Taltal en Chile. Poseían un sistema religioso de carácter chamánico, que se veía reflejado en la importancia de los instrumentos para inhalar sustancias psicoactivas y beber liquídos que podían modificar la conciencia y producir alucinaciones.
Culturas de Chile Central
En el período temprano, surgió la cultura Llolleo (300 - 800 d.C) que se ubicó entre el los ríos Choapa (IV Región) y Cachapoal (VI Región). No formaron pueblos, ya que cada familia se ubicó a cierta distancia de sus vecinos, pero también existieron muchos lugares donde se asentó únicamente una familia.
Otro pueblo, que le siguió los pasos a Llolleo, fue Aconcagua (900 - 1536 d.C). Pertenecieron a la etapa agro-alfarera tardía. Su área de mayor concentración fue en la cuenca de los río Maipo y Mapocho (Región Metropolitana) y se dedicaron principalmente a la caza.
Aldeas Sureñas
Al sur del país nació la cultura Pitrén (600 - 1532 d.C). Fue la primera horticultora (cultivo de maíz y poroto) que habitó entre el río Bíobío (VIII Región) y la ribera norte del lago Llanquihue (X Región). Sin embargo, no fue su principal sustento, sino que fue la recolección de frutos silvestres (piñón) y la caza de guanacos y ciervos. Su alfarería, especialmente los jarros con formas de animales, es reconocida como la más antigua de la zona. Sus viviendas estuvieron emplazadas en pequeños espacios que despejaron al interior de los bosques, aunque permanentemente se cambiaron de lugar.
Finalmente encontramos a la comunidad de El Vergel (1000 - 1500 d.C.) que se concentró entre los ríos Itata (VIII Región) y Toltén (IX Región). No formaron aldeas y su economía principalmente fue agrícola. A sus muertos los enterraron en urnas de cerámica, pintadas de blanco y rojo.

lunes, 24 de septiembre de 2007


Poblamiento americano

Supuestamente, el hombre americano no es originario del continente. Por lo mismo existen diversas teorías respecto de cómo se pobló nuestro territorio. La más aceptada es la de la migración asiática que se produce desde Siberia hacia Alaska, a través del estrecho de Bering. Este estrecho, que separa a los dos continentes, es aproximadamente de 90 kilómetros y de poca profundidad, situación que permite que, durante las glaciaciones del Pleistoceno, las aguas del océano se congelen y el nivel del mar descienda hasta dejar un corredor o puente que une el noreste de Asia, con el norte de América. Este fenómeno sucede durante la última glaciación conocida como "de Wisconsin". El puente de Beringia habría posibilitado el desplazamiento de los primeros grupos de cazadores. A pesar de que no existe un consenso respecto de la fecha, lo más probable es que ocurriera alrededor del 12.000 a. C. Posteriormente los hielos se descongelan, cubriendo de agua nuevamente el corredor y dejando a estos grupos asiáticos sin camino de regreso. Dada las bajas temperaturas y lo inhóspito del territorio, los nuevos habitantes habrían ido paulatinamente desplazándose hacia el sur y poblando el resto del continente. En la Patagonia se han encontrado restos humanos que datan del 10.000 a. C.

Existen además otras teorías, complementarias a la ya enunciada, que se basan en las diferencias étnicas y culturales de los aborígenes americanos, y en algunas semejanzas de estos, con otras culturas, como por ejemplo las polinésicas y melanésicas, provenientes de Oceanía. Sin embargo, si los contactos con las islas polinésicas ocurrieron, lo más probable es que hayan sido contactos esporádicos, vía marítima, por el Pacífico. pero en épocas más tardías, cuando otros grupos humanos ya se encontraban en el continente.

También se ha planteado la posibilidad de movimientos migratorios provenientes de Australia, hacia América, a través del litoral antártico. Favorecidos por los cambios climáticos, grupos humanos se habrían movilizado en dirección este- oeste, alrededor del 6.000 a 2.000 a. C. Pero al igual que la teoría anterior, se piensa que de haber existido estas migraciones, los nuevos habitantes sólo se habrían fusionado a los ya existentes, es decir, no habrían sido los primeros.

La mayor parte de estas interpretaciones provienen de los hallazgos hechos por arqueólogos y antropólogos. Todo vestigio material, desde puntas de flechas utensilios domésticos o rituales y arte rupestre, hasta restos óseos, han ayudado a fundamentar estas hipótesis sobre el origen del hombre en América. Pero, por ahora aún es difícil establecer certeramente cómo y cuándo ocurrieron estos acontecimientos.

Desarrollo de los pueblos precolombinos

Situándose temporalmente desde el 50.000 a 40.000 a. C hasta la llegada de los colonizadores europeos en 1492, este extenso período ha sido trabajado fundamentalmente por geólogos, arqueólogos y antropólogos. El poblamiento americano se lleva a cabo a través de bandas de cazadores provenientes del norte de Asia, quienes cruzan el estrecho de Bering. Las migraciones son posibles producto de un fenómeno climático llamado glaciación, que hace aumentar las masas de hielo y bajar el nivel del mar, dejando un corredor por donde pasan los grupos. Estos ingresan al continente americano y se movilizan y reproducen lentamente, calculándose que llegan a habitar la Patagonia alrededor del 10.000 años atrás.

Al arribo de los españoles, se estima que la población indígena en el continente, fluctúa entre 5 a 20 millones de personas, las cuales pertenecen a diversos grupos culturales. En ese entonces, América se caracteriza por una heterogeneidad en prácticamente todos los aspectos, desde la localización geográfica de sus habitantes, hasta la lengua y los grados de complejidad en la organización social, política, económica. Así, es posible distinguir grupos nómades de cazadores, pescadores y recolectores, pero también sociedades más organizadas que llegan a constituirse como verdaderos Estados. las principales culturas americanas precolombinas, mayas, aztecas e incas, se desarrollan en lo que hoy serían México y Perú. Todas ellas cuentan con una refinada red administrativa que les permite mantener el control de su población, territorio y recursos, lo que trae consigo una sociedad altamente jerarquizada y especializada. Otro factor que las caracteriza es el despliegue de sofisticadas técnicas agrícolas, siendo el maíz uno de los principales cultivos. La ciudad se presenta como el eje central del intercambio comercial y el poder político y religioso, a pesar de las grandes extensiones de tierras que logran concentrar y que ha llevado a estas sociedades a ser caracterizadas como imperios.

Según variados estudios arqueológicos, los habitantes más antiguos que ocupan lo que hoy constituye el territorio nacional, se remontan a fechas anteriores a 9.000 a. C, período denominado Paleoindio. De esta época se han encontrado vestigios de cuatro enclaves arqueológicos que corresponden a: Quereo, en la región de Coquimbo; Tagua Tagua, en la región del Libertador Bernardo O'Higgins; Monte Verde, en la región de Los Lagos; y Cueva Fell, en la región de Magallanes y la Antartica Chilena. Desde el 9.000 a. C hasta el 1.500 AC, aproximadamente, se ubica el periodo conocido como Arcaico. Los vestigios culturales más emblemáticos de esta época corresponden a la tradición Chinchorro, ubicada en la costa norte del país, donde se han encontrado momias que dan cuenta de sus costumbres religiosas. También se han rastreado importantes vestigios de arte rupestre que datan del 2400 a de C, en cuevas como las de Guañure y Puxuma, en la zona cordillerana de la primera región. El último período que distinguen los arqueólogos es el agro- alfarero, que va desde el 1500 a. C. hasta 1470 d. C, y los grupos culturales más conocidos corresponden a los diaguitas y atacameños, asentados al norte del territor


Las culturas precolombinas chilenas que encuentran los españoles a su llegada son básicamente de dos tipos. Por una parte aquéllas que se organizan en bandas consanguíneas nómades y seminómades, cuyo sustento depende de la caza y la recolección especializada, localizándose tanto en las planicies litorales, como en la cordillera de Los Andes. Y por otra pueblos sedentarios, que se asientan mayoritariamente en la depresión intermedia de la zona norte y central del país. Esta diversidad cultural se explica fundamentalmente por la extensión del territorio, y por la variedad climática y morfológica que influencia las formas de vida de los distintos grupos humanos.

Desarrollo de las principales culturas americanas precolombinas

A partir del 600 al 700 d. C. se desarrollan en América una diversidad de culturas las cuales se destacan por su refinamiento y complejidad. las culturas maya, azteca e inca se ubican en las zonas geográficas de Mesoamérica y Los Andes centrales.Los mayas se asientan en lo que hoy corresponde a México, Guatemala, Honduras y Salvador, diferenciándose tres zonas características: la primera corresponde a la península de Yucatán, de clima seco y sin muchas fuentes de extracción de agua, donde se localizan ciudades como Uxmal, Kabah, Mayapán y Chichén Itzá, entre otras. La segunda, la zona central, cuenta con un clima subtropical, con un paisaje selvático y de grandes ríos. Allí se instalan Bonampak, Palenque, Yachilán, Tikal y Piedras Negras. En la tercera, la zona sur, geográficamente montañosa, predomina un clima variado que va desde tropical a templado y frío. Cada una de estas zonas representa también, distintos períodos de la historia maya. Durante el llamado "viejo imperio", que transcurre entre los siglos IV y X d. C, se produce la época de mayor esplendor. A través de los vestigios arqueológicos se ha podido establecer la intensa creación de ciudades, pirámides y templos asociados a la consolidación de las creencias religiosas. En ellas se han encontrado sofisticados jeroglíficos, cerámicas policromadas, estatuas, pinturas y tejidos que dan cuenta de la prospera cultura maya. Se cree que alrededor del siglo X se produce un abandono de la zona central, posiblemente por el aumento de la población y el agotamiento de las tierras agrícolas, instalándose un enclave en la península de Yucatán, desde donde se da comienzo a una segunda fase conocida como el "nuevo imperio" que perdura hasta el siglo XVI. En este período, la migración hacia el norte, lleva a los mayas a fundirse con pueblos de origen tolteca y con otro grupo denominado itzáes. Paulatinamente la cohesión se va rompiendo y hacia 1500 la desintegración del imperio en pequeños grupos es irreversible, lo que sin duda facilita el sometimiento a los invasores europeos.Al arribo de los españoles, los aztecas dominan completamente lo que hoy correspondería al territorio mexicano, formando una unidad lingüística y religiosa con todos los pueblos que habían sido sometidos luego su llegada, en el siglo XIII. Se presume que en esa fecha grupos nómades provenientes del norte se habrían asentado en la zona central de México, logrando imponerse sobre el resto. La ciudad más conocida a la fecha es Tenochtitlán, la capital del imperio azteca que se extiende geométricamente en una serie de islotes conectados por diques. El centro, un recinto sagrado formado por pirámides y palacios es habitado por las clases más altas y los sacerdotes. La religión cumple un rol fundamental en su organización, basada al igual que la maya en la divinización de la naturaleza. Su producción artística se caracteriza por ser severa y rigurosa, asociada a temas como la guerra, la muerte y los sacrificios. Uno de los aspectos destacados es la decoración con plumas, especialmente en las vestimentas. Con la llegada de Hernán Cortés, la ciudad es destruida y el imperio azteca dominado por los españoles, desapareciendo la unidad cultural que lo caracterizaba.Los incas se desarrollan como pueblo en Sudamérica, y al igual que los aztecas se convierten en imperio a partir de la sujeción de los pueblos vecinos. Se ubican en la región de Los Andes centrales, extendiéndose hacia la costa del océano Pacífico. La ciudad de Cusco es la capital del imperio. Desde allí, este pueblo logra dominar, a través del comercio y la guerra, zonas que hoy corresponden a Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Bolivia y Chile. Tahuantinsuyo es el nombre que los incas le otorgan a su imperio, lo que en lengua quechua significa "cuatro regiones unidas entre si", dando cuenta de la división administrativa y de su organización política. Para mantener el control de los súbditos, se construyen muchos caminos que conectan las distintas ciudades. De esta manera los pueblos sometidos pagan sus tributos, que generalmente son en trabajo, sistema conocido como la mita y que posteriormente lo adoptarían los españoles. Practican la agricultura utilizando el sistema de terrazas de cultivo y los canales de regadío para aprovechar las aguas fluviales. En el momento en que los españoles llegan al territorio, los incas se encuentran sumidos en conflicto interno producto de la muerte de Huayna Capác, quien al no dejar un heredero provoca una guerra civil liderada entre sus dos hijos, Atahualpa y Huáscar, ambos aspirantes al trono. Si bien Atahualpa logra vencer a su hermano, el imperio se debilita, lo que permite a Francisco Pizarro tomar el control rápidamente.


Desarrollo de las principales culturas chilenas precolombinas

Los pueblos que habitan en lo que hoy es el territorio chileno eran muy diversos. Para hablar de ellos se los suele clasificar con dos criterios, uno de acuerdo al tipo de actividades y otro dependiendo de la zona geográfica en que se localizan.En relación al primer criterio, es posible dividirlos en dos grandes ramas, nómades y sedentarios. Entre los primeros se encuentran las bandas canoeras integradas por los changos, chonos, alacalufes y yaganes; y las bandas pedestres como los chiquillanes, pehuenches, pehuelches, poyas, tehuelches y onas. Estos grupos se organizan en bandas familiares de cazadores y recolectores especializados. Las canoeras se localizan en las planicies costeras, mientras que las pedestres, en la cordillera de Los Andes. Entre los sedentarios, se encuentran tanto pueblos agricultores incipientes como los picunches, mapuches y huilliches, y otros más avanzados, como los aymaras, atacameños y diaguitas. Estos grupos se ubican preferentemente en la depresión intermedia y practican la agricultura y la alfarería.Desde un punto de vista geográfico, podemos dividirlos en aquellos que habitaron la zona norte, centro y sur. A pesar de que en la zona norte predomina el clima desértico, que dificulta la vida humana, se asientan allí varios grupos culturales, sometidos a la influencia del imperio incásico. Los changos, pueblo de pescadores que vive en el litoral norte, se organizan en bandas y al ir creciendo en número se dividen formando una nueva, y así sucesivamente. Con sus embarcaciones de madera o cuero, se dedican a buscar y a seguir los bancos de peces y moluscos. Los pueblos atacameños, se localizan en lo que hoy es la región de Antofagasta. Se dedican a la producción agrícola de maíz y papa, y al pastoreo de alpacas y llamas, posibilitada por el agua de los ríos Loa, Grande y Salado. Independientemente de las adversas condiciones climáticas, logran construir terrazas de cultivos y sistemas artificiales de regadío. Los kollas, ubicados en el sector cordillerano de las provincias de Chañaral y Copiapó, se abocan principalmente al pastoreo y en menor medida a la agricultura. Como la mayoría de los pueblos nortinos le rinden culto a la Pachamama o "madre tierra", actividad que en la actualidad se manifiesta de manera conjunta con algunas fiestas y ritos católicos. La cultura molle y los diaguitas se localizan en el Norte Chico, entre el valle del Huasco y en la zona de Coquimbo. Son pueblos de pastores y agricultores que alcanzan un gran desarrollo en la producción alfarera y de utensilios para moler semillas.El pueblo más importante se localiza en la zona central. Son los mapuches o "gente de la tierra". Sin embargo bajo este nombre se han aglutinado distintos grupos humanos. Los pikunches, como su nombre lo indica viven más al norte al interior de la zona central, aproximadamente entre los ríos Choapa y el Cachapoal. Los mapuches propiamente tal, se localizan al sur entre los ríos Itata y Toltén. Posteriormente los españoles los obligan a retroceder hacia el sur del río Biobío, siendo uno de los pueblos que más se resiste al proceso de conquista y colonización. Organizados en grupos familiares, no cuentan con una unidad política. Cada núcleo se asocia a otro de acuerdo a sus necesidades. Los williches o "gente del sur", también hablan mapudungun, lengua asociada al pueblo mapuche, y habitan al sur del río Toltén y hasta el seno de Reloncaví. Los pehuenches o "gente de los pehuenes", se localizan al interior de la actual región de la Araucanía, en el sector cordillerano.En la zona sur se ubican diversos pueblos, en su mayoría nómades canoeros y pedestres. Los selk´nam u onas, habitan las costas del estrecho de Magallanes en la Tierra del Fuego y subsisten de la caza y recolección de especies silvestres. Sus vecinos los yaganes, ocupan la región del canal Beagle e islas adyacentes, dedicándose a la pesca y caza de mamíferos marinos. Los tehuelches del sur, se sitúan al norte del estrecho de Magallanes, extendiéndose desde la cordillera de Los Andes hasta el océano Atlántico. Como grupos nómadas se dedican a la cacería y la recolección de frutos silvestres, al igual que los alacalufes. Desde la isla de Chiloé hacia el sur encontramos a los chonos, que igualmente utilizan los recursos marinos como principal sustento.