domingo, 27 de julio de 2008

Mapas de la corrientes marinas

Una corriente oceánica o marina es un movimiento de traslación, continuado y permanente de una masa de agua determinada de los océanos y, en menor grado, de los mares más extensos.
Generalmente se originan por la diferencia de
densidad del agua, que es mayor cuanto más fría y/o salada sea, tendiendo a hundirse para dar lugar a una circulación termohalina condicionada por la diferencia de temperatura y/o salinidad en vertical.
Este movimiento tiende a descender, provocando el afloramiento del agua más profunda y cálida para ocupar su lugar. Este descenso puede verse dificultado por el aporte de agua dulce, como podría ser la desembocadura de un río.

Desde hace unas cuantas décadas se sabe que la estructura de las corrientes marinas a escala global es tridimensional, con movimientos horizontales en los que el viento juega un importante papel y con movimientos verticales, en los que la salinidad y las temperaturas son las fuerzas impulsoras. Las corrientes superficiales, observadas y estudiadas desde hace siglos, están por lo tanto ligadas, por movimientos convectivos de agua, a corrientes profundas de características mucho menos conocidas pero cuyo estudio en los últimos años ha recibido un fuerte impulso debido a su importancia oceánica y climática.

Como observamos en la imagen, el inicio de esta circulación comienza en las proximidades de Groenlandia, cerca del límite de los hielos, dónde el agua tiende a hundirse por ser salada y fría y por lo tanto densa. Esta corriente recorre el fondo oceánico del Atlántico de norte a sur, hasta que entra en contacto con las gélidas aguas del océano Antártico y asciende, retornando parte de ella hasta su lugar de origen y el resto sumergida nuevamente, debido al intenso enfriamiento superficial discurre por el fondo del océano Índico donde una vez más asciende hasta llegar al Pacífico donde definitivamente asciende y se calienta.





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