No se conoce apenas nada de la religión de esta civilización, aunque se sospecha que los grandes baños públicos hallados en Mohenjo-daro desempeñaban algún papel ritual. En los sellos de terracota aparece un motivo frecuente: un hombre de gran nariz con el pene erecto sentado en la postura del loto. También se han encontrado figurillas de terracota que representan a mujeres con los ojos saltones (supuestamente excitadas) y senos exuberantes.
Estas civilizaciones construyeron ciudades inteligentemente pensadas y planificadas. Además de los cultivos mencionados anteriormente, desarrollaron su propia escritura, diseñaron joyas y moldearon figuras de terracota.
Junto con el comercio, surgió un sistema de escritura con caracteres y signos inscritos en sellos de barro cocido que no han sido esclarecidos ni descifrados por los especialistas. Se denomina Escritura del Indo y se refiere a grupos cortos de símbolos escritos en tablillas de barro o en piedras lisas.
Algunos de estos caracteres comparten una gran semejanza con caracteres encontrados en la Isla de Pascua.
En 1946, Sir Mortimer Wheeler descubrió en Harappa cientos de estatuillas de terracota. Estas figuras femeninas eran más estilizadas que las antiguas y abultadas diosas de la fertilidad. En algunas de ellas se encontraron collares e incrustaciones de metales preciosos.
Fueron también descubiertas otras artesanías, tales como reproducciones de carretas en miniatura, tiradas por animales; figura de animales de la región (rinocerontes, tigres, monos, elefantes y búfalos). Estas tablillas, se cree que eran usadas como sellos, se han hallado alrededor del año 2000 de un material terráneo como se ha dicho, fácilmente moldeable y calentado al horno para luego endurecerlo, quedaba después recubierto de un tipo barniz o laca, que representan los animales mencionados anteriormente y una cuarta parte de los mismos, representan a un animal desaparecido con un cuerno curvo, como se puede apreciar en la imagen.
La cantidad de artesanías encontradas, así como los variados diseños, demuestran que esta industria era tan importante para el comercio como la agricultura o la metalurgia.
Los sitios más grandes eran las ciudades de Harappa y Mohenjo-Daro. Su plano consiste en un montículo elevado o ciudadela que dominaba un área residencial más extensa. Las ciudadelas parecen haber contenido edificios de naturaleza religiosa, ceremonial y administrativa, pero no existen restos de ningún palacio. En algunos lugares el trazado de la ciudad es evidente, con huellas de una red regular de calles cruzadas. Los habitantes más pobres moraban en viviendas de una sola habitación. Utilizaban en la construcción ladrillos cocido de un tamaño estándar: 24 × 14 × 7 cm. Las casas individuales tenían baños y excusados que se vaciaban en un receptáculo de cerámica o directamente en el desagüe de la calles.
En el Valle del Indo aparecen las primeras civilizaciones que se organizan rápidamente. Dos de las ciudades más importantes que fueron descubiertas en 1922 son las ciudades de Harappa y de Mohenjo Daro.
En la ciudad de Mohenjo Daro podemos encontrar una ciudad baja donde transcurría la mayor parte de la vida ciudadana y la ciudadela, ubicada al oeste de la ciudad baja, planificada, donde aparecían edificios que se referían al gobierno. No se destacaba un elemento que se identifique como palacio, estructura de poder unitario que podía hacer suponer que existía algún personaje que dominaba o que controlaba, sino una serie de edificios que tenían que ver con el control político pero que no se destacaban uno del otro, lo que hace suponer que las estructuras de poder en las ciudades del Valle del Indo no eran monárquicas.
De la observación podemos sacar las siguientes conclusiones:
Había una planificación general de las ciudades,
Hay una diferencia de importancia entre calles (calles principales y secundarias) que ordenaban las viviendas.
Las viviendas formaban un sistema cerrado, las casas convivían hacia un patio interior. La relación con las calles era prácticamente nula, y protegía a las partes privadas del ruido de las calles.
Tenían un sistema tecnificado para la producción de materiales constructivos (por ejemplo, ladrillos) que se hacían con lo que le brindaba su entorno.
Contaban con una red de infraestructura: un sistema de red cloacal y canalización para la provisión de agua.
Fue una civilización que no duró mucho tiempo. Comenzó hacia el siglo XXV a. C. y terminó hacia el siglo XVII a. C. La causa de su corta duración se debe a invasiones sufridas por otras civilizaciones o por algún tipo de cataclismo que llevaron a su desaparición.
El colapso de esta civilización pudo obedecer a cambios climáticos, o a una variación del curso del río, alrededor del siglo XVI a. C.
Los signos del colapso son anteriores a las invasiones del pueblos indoeuropeos procedentes de las estepas, que con gran facilidad se adueñaron de la región gracias a las armas de bronce y los carros de combate.
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