martes, 25 de septiembre de 2007
teorias del poblamiento americano
Teorias del poblamiento americano
Exuisten tres teorias sobre el poblamiento americano que presentan diversas rutas:
a)Teoria del Estrecho de Bering: El checo-norteamericano Alex Hrdlicka, plantea la teoría que sostiene que todas las razas humanas tienen un origen común, así como la teoría Monogenista-Asiática que sostiene que el hombre llegó a América desde Asia cruzando el Estrecho de Bering. fue el primero en sostener que el ser humano había ingresado a América por Alaska proveniente de Siberia (Asia), cruzando el Estrecho de Bering. La teoría está desarrollada en La cuestión de hombre antiguo en América (The Question of Ancient Man in America) publicada en 1937.
Teoría Monogenista-Asiática de Hrdlicka: Alex Hrdlicka, eminente antropólogo checo (1.869-1.943) creó la segunda teoría científica cuyos partidarios forman la llamada Escuela Norteamericana. Ella aparece expuesta su obra "El Origen del Indio Americano". La base para la formulación de la misma fueron estudios realizados por el autor sobre los indios de América en comparación con los habitantes de Asia. El nombre monogenista-Asiática radica en la consideración que hace Hrdlicka de que el género humano tiene un solo origen: Asia.
Características: Según el autor, el problema del origen del hombre queda resuelto en cinco afirmaciones:
Los indios americanos, pese a escasas diferencias, tienen uniformidad racial. Son de talla mediana, color mate, contextura débil, pómulos salientes, cuerpo lampiño, cabello negro y lacio, ojos oblicuos y cráneo mesocefálico (entre redondo y alargado).
Su origen está en la región Asiática de Mongolia.
El paso de Asia a América lo realizaron los mongoles por el estrecho de Bering.
Los pueblos invasores vinieron en cuatro oleadas diferentes.
Aportaron una cultura de principio del Neolítico que se desarrolló y adquirió matices propios en suelo americano. La inmigración se hizo hace unos diez mil años.
b) Teoría Oceánica de Paul Rivet: Paul Rivet Antropólogo Francés creó la teoría "Oceánica", llamada también "Multilateral". Ella es el resultado de estudios comparados de los pueblos americanos y los del oeste del Pacífico en lo antropológico, cultural y lingüístico. Aparece expuesta en su obra "Los Orígenes del Hombre Americano" y lleva el nombre de oceánica porque los diferentes lugares de origen que Rivet atribuye a los indios están frente al Océno Pacífico.
Características: Partió Rivet de lo heterogéneo de la población encontrada por los descubridores, concluyó así:
La población de América se hizo en cuatro grandes oleadas: la australoide, la melano-malayo-polinesia, la mongoloide y la uraliana.
Los lugares de origen están en Australia, Polinesia-Melanesia, Mongolia y los Urales.
La época de invasión más antigua, es decir, la australoide, fue hace unos veinticinco mil años.
Las vías de acceso estuvieron constituidas por el estrecho de Bering y el "Puente Antártico" de que habla el científico portugués Mendes Correa: el tamaño de la Antártida era mayor y su clima propicio para ser soportado por el hombre. De Australia pasó a diferentes islas de Oceanía, de allí a la Antártida y luego a la tierra de fuego.
c) Teoría Monogenista-Autoctonista de Ameghino: Esta teoría que ocupa el primer plano en forma ascendente en cuanto a explicaciones científicas se refiere. Es, por ocupar ese puesto, la menos aceptada. Su formulador, Florentino Ameghino, fue un paleontólogo argentino, eminente en su especialidad.
Características: Detallan a la teoría la nomenclatura de monogenista, autoctonista y transformista. Es monogenista por considerar Ameghino que el género humano tiene un solo origen, se desarrolla desde una sola región de la tierra. Es autoctonista porque el autor coloca una zona de la América la pampa argentina, como cuna de la humanidad. Es transformista por asentar que el género homo (y con él todos los animales) proviene de la evolución de seres inferiores.
d) Teoria del poblamiento por el sector de Australia de Antonio Mendez Correa: El portugués Mendes Correa fue el principal defensor de una inmigración australiana, a través de la Antártida. Según el antropólogo lusitano, los australianos utilizaron sencillas balsas para llegar a Tasmania, las islas Auckland y la Antártida. Este gélido continente pudo ser atravesado cuando gozaba de un "óptimun climáticus" (periodo de clima óptimo), unos 5 000 años a.C., durante el Holoceno. Después de varios siglos de recorrido por las costas antárticas, arribaron al Cabo de Hornos en la Tierra del Fuego y, más tarde, poblaron la Patagonia.El antropólogo Paul Rivet en apoyo de esta teoría escribió: " Esta hipótesis no es nada inverosímil. Sabemos que ha habido en el continente antártico períodos de extensión glaciar mayor que en nuestros días. Existieron pues períodos glaciares e interglaciares, como en el hemisferio norte, y no es imposible que, después del último máximo de extensión, se produjera un período de regresión glaciar, correspondiente al óptimo post-glaciar, como en Europa y en América del Norte. Esta regresión podría haber dejado una faja libre de hielos en la costa antártica, análoga a la existente en Groenlandia, permitiendo así establecimientos humanos. Por analogía con lo conocido en el hemisferio norte, se podría situar esa sazón hacia unos 6000 años antes de nuestros días." El antropólogo portugués estudió en la década de 1920, a los nativos de la Patagonia y la Tierra del Fuego (Onas, Kon, Tehuelches, Alakalufes y Yagán) encontrando similitudes físicas, linguísticas y etnográficas con los aborígenes australianos. Entre las semejanzas podemos mencionar el grupo sanguíneo, las formas craneales, la resistencia al frío, palabras comunes, uso de mantos de piel, chozas en forma de colmena y el uso del boomerang. También merece mención el zumbador o churinga, un instrumento musical de uso ritual con modelos muy idénticos en ambas regiones.
"ANTIGÜEDAD DEL HOMBRE EN AMÉRICA".
Para ser llevado a feliz término, el estudio de al antigüedad del hombre en América debe sujetarse a cierto número de reglas estrictas que fuera peligroso abandonar.
Este problema no puede abordarse con métodos distintos a los ya experimentados en la prehistoria europea. Allí como aquí, este estudio debe basarse sobre los datos geológicos y paleontológicos. Sin embargo, la asociación de un instrumento o de un resto humano a una fauna determinada de América no puede permitirnos atribuirle la antigüedad que un descubrimiento de igual naturaleza le aseguraría en Europa. En efecto, no está establecida la existencia de un paralelismo estrecho entre la sucesión y la desaparición de los animales fósiles en ambos lados del Atlántico: hasta parece más bien que el proceso es enteramente otro. "La Fauna de los Grandes Animales", escribe Marcellin Boule "es muy distinta en los dos continentes, excepto en aquellas regiones donde vivían especies circumpolares, tales como el mamut.
Parece ser también que ciertas especies han sobrevivido en América mucho más tiempo que en Europa. Por ejemplo, el mastodonte, que en nuestros países pertenece netamente a la era terciaria, y el mamut, característico de la edad cuaternaria, parecen haber existido en el Nuevo Mundo hasta la aurora de los nuevos tiempos. En el Ecuador, cerca de Alangasi, un esqueleto de mastodonte reposaba en medio de un hogar, cuyo carácter internacional era evidente, según el decir de Max Hule. Alrededor de este esqueleto se recogieron, a más de cuatro puntas de flechas en obsidiana, los hallazgos hechos en la "Cueva Eberhardt" por Ramon Lista, Moreno R. Hauthal, Otto y Erland Nordenskiöld muestran en forma muy evidente que grandes animales pleistocénicos han vivido en Patagonia hasta épocas recientes. Se trata de la especie de un perezoso gigantesco, el Glossotherium o Neomylon, cuya piel estaba llena de pequeños huesecillos. Los restos de ese animal han sido descubiertos en un estado de conservación extraordinario: fragmentos de piel que por ebullición dieron gelatina, huesos con restos adheridos de tendones y músculos, excrementos aún frescos, con fragmentos de pequeñas gramíneas y heno masticado. Todo esto nos lleva a clasificar la antigüedad en:
La Antigüedad del Hombre en América del Norte.
En América del Norte se han señalado numerosos vestigios del hombre prehistórico tanto en forma de osamentas, como en forma de utensilios. Un célebre antropólogo norteamericano, Ales Hrdlicka ha realizado una severa crítica de los hallazgos osteológicos, relacionados con la era cuaternaria, en dos memorias de verdadera autoridad.
Los hallazgos de utensilios nos conducen pues a idénticas conclusiones que los hallazgos de huesos. Reteniendo únicamente los hechos que nos parecen sólidamente establecidos, y rechazando todos aquellos que, por su inverosimilitud o por imprecisión, no pueden ser sino errores de observación, o de interpretación, existen actualmente buenas razones para pensar que el hombre apareció en América del Norte lo más pronto hacia el final del Cuaternario, es decir, después del retroceso glaciar.
Esta es la conclusión muy prudente y objetiva que adoptó Marcellin Boule en 1.923. No parece que los hallazgos realizados desde entonces permitan modificarla. Romer, al estudiar la desaparecida fauna fósil norteamericana: desdentados, camellos, caballo, bisontes extintos, en sus relaciones con la antigüedad del hombre, concluye que la asociación de una industria con esta fauna no prueba que el hombre haya aparecido en América hace más de diez o veinte milenios, N. C. Nelson llega al mismo resultado, John C. Merriam retrotrae algo esta fecha de aparición, pero con todo no la remonta más allá del final del pleistoceno.
La Antigüedad del Hombre en América del Sur.
Los hallazgos de instrumentos con tipología paleolítica han sido señalados frecuentemente en América del sur. A lo largo de las costas del pacífico y del atlántico se hallan en este continente depósitos de conchas y desperdicios de cocina, que fueron acumulándose alrededor de los lugares habitados por el hombre primitivo. En el Brasil se los conoce con el hombre de sambaquis. Max Hule, en un yacimiento cerca del puerto de Talta (Chile), no encontró restos de cerámica sino en la capa superficial. Halló hachas y puñales de tipo chellense en la tercera capa a partir de la superficie, unos discos y raspadores de factura paleolítica en las tres capas inferiores; y asociados a estos utensilios, en las tres capas superiores, unas puntas de flecha de factura neolítica. Max Uhle concluye con razón que este depósito conchero pertenece a la época neolítica.
La muy reciente obra de J. Emperaire y A. Laming sobre los Sambaquis del sur de Brasil confirma y precisa esta conclusión. En efecto, estos autores emiten la hipótesis de que la civilización de estos depósitos de conchas podría remontarse a milenios y coincidir con los principios del Neolítico del viejo mundo. Dicha civilización habría tenido dos fases: una anterior y otra posterior al óptimo climático post-glaciar, que debe situarse hacia el sexto milenio antes de la época actual.
A unos 5 kilómetros al Noroeste de la ciudad de Miramar, situada a 450 kilómetros al Sur de Buenos Aires, en la costa del Atlántico, en un acantilado, una capa reciente al Chapadmalense, que F. Ameghino y S. Roth consideran como Mioceno y M. Boule como Plioceno, ha suministrado la siguiente serie de utensilios: un instrumento Amigdaloide en cuarcita tallada por sus dos caras, un yunque de piedra, una veintena de percutores y raspadores, unas puntas de sílex y de cuarcita, una bola piriforme de diorita bien pulida, un cuchillo de sílex, una piedra con varias concavidades, varias "bolas" esféricas, una de las cuales presenta una ranura muy bien pulimentada, manos de mortero y pilones, unos huesos cortados en bisel que pudieron haber servido de puñales o de punzones, un fémur de Toxodon, cuyo gran trocánter tenía clavada una punta tallada de cuarcita, más dos puntas de igual naturaleza hundidas entre las vértebras del mismo animal.
Todos estos objetos son absolutamente parecidos a otros de igual tipo que se encuentran por doquier en la superficie y en las capas superiores de la Pampa y de la Patagonia. El hombre Americano, que, desde la época terciaria, hubiera sabido no sólo tallar la piedra, sino también pulimentarla, descubrimiento éste que el hombre del Viejo Mundo no realizó sino en tiempos avanzados, habría vivido posteriormente, desde el Mioceno hasta la conquista española, sin modificar en nada sus costumbres, ni perfeccionar sus técnicas.
Clasificacion de periodo o estadios evolutivos
El Paleoindio en Chile: El término paleoindio inventado por los arqueólogos estadounidenses sustituyó al de Paleolítico, que se usa en Europa y otros lugares (África, Asia).
Los comienzos del paleoindio no se conocen (30000 / 20000 a.C.), pero se calcula que terminó hacia el 9000 a.C. Sin embargo, en algunos lugares se cazó fauna del Pleistoceno (ver recuadro), conocida como mega fauna, hasta aproximadamente el 7000 a. C.
Durante este período había cazadores y recolectores que pertenecían a la especie Sapiens (el Homo sapiens sapiens es la especie humana actual, surgió hace cien mil años) y tenían un bagaje cultural y tecnológico (habían perfeccionado las técnicas de fabricación de herramientas) propio del Paleolítico Superior (ver glosario).
Estos primeros habitantes de América, que estaban en Chile hacia el 10600 a.C. -como demostró el descubrimiento de Monte Verde, descrito más adelante-, vinieron de Asia, cruzaron el estrecho de Bering, y siguiendo la fauna iniciaron la conquista de estos nuevos territorios. En el territorio chileno, como hemos escrito, hay por lo menos cuatro yacimientos paleoindios desde la IV Región (Coquimbo) hasta la XII Región (Magallanes).
Los yacimientos o sitios arqueológicos pertenecientes a este período cultural son:
Quereo (IV Región)
Tagua-Tagua (VI Región)
Monte Verde (X Región)
Cueva Fell (XII Región)
Todos estos sitios fueron ocupados por antiguos pobladores, pertenecen al período Pleistoceno, que terminó hacia el 10000 / 9000 a.C.
El campamento más antiguo
Desde fines de la década del setenta se ha investigado un yacimiento paleoindio conocido con el nombre de Monte Verde. Está en el sur, muy cerca del aeropuerto de la ciudad de Puerto Montt, en las márgenes del estero Chinchihuapi, en un ambiente de bosques húmedos.
Muy probablemente se trata de una ocupación humana situada en el 10620 a.C., lo que lo convierte en el campamento más antiguo de Chile.
Estaba organizado como una economía mixta, ya que la caza del mastodonte y paleocamélidos -camélidos prehistóricos- era tan importante como la recolección de una gran cantidad de vegetales, frutos e incluso de moluscos de agua dulce.
Estos cazadores y recolectores paleoindios constituyeron un emplazamiento semisedentario, con viviendas rectangulares hechas de madera, arena y grava (piedrecillas) compacta. Cerca de estas se encontraron fogones colectivos y braseros.
Los artefactos son de madera, de hueso y también de piedra. Hay algunos artefactos líticos (de piedra) que parecen haber sido usados como boleadoras y otros como mano de molienda (mortero). Algunos trozos de madera pueden haber sido mangos de artefactos, morteros, e incluso especie de puntas.
El trabajo de cuero también está comprobado. Restos de este se han encontrado junto a los troncos de las habitaciones.
El período Arcaico: Durante este período los hombres prehistóricos eran pescadores, recolectores y cazadores de fauna y flora, que ya era como la actual.
Ya en el período geológico actual, que como mencionamos se denomina Holoceno, se produjo el período cultural conocido como Arcaico, durante el cual los hombres prehistóricos eran pescadores, recolectores y cazadores de fauna y flora, que ya era como la actual.
Este período se inició alrededor del 8000 a.C., al término de las glaciaciones, cuando el clima comenzó a cambiar en el territorio que hoy conocemos con el nombre de Chile, y la flora y la fauna se adaptaron a este gran cambio.
Los diferentes grupos humanos que existían en el norte vivían en las zonas altas de la Cordillera de los Andes, quebradas que bajaban al mar y las planicies costeras del océano Pacífico.
Más al sur tampoco había relación entre los distintos grupos. Vivían semiaislados, solo alrededor de una familia extensa (padres, hijos, abuelos, hermanos, tíos, primos, etc). Algunos practicaban la pesca y la recolección de moluscos; otros cazaban conejos, coipos, zorros, camélidos (guanacos), aves, entre otros.
Con el paso de los milenios, estos cazadores fueron aumentando. Perfeccionaron cada vez más sus herramientas, lo que les permitió dominar mejor su entorno natural.
Los arqueólogos dividen el período Arcaico en Temprano (8000? - 6000 a.C.), Medio (6000 - 4000 a.C.) y Tardío (4000 - 1500 a.C.), de acuerdo con la tecnología de los instrumentos que tenían los cazadores y a sus actividades sociales y económicas.
Hacia el Arcaico Medio, algunos de estos grupos de cazadores recolectaban plantas silvestres (aparece el mortero) y, en general, diversifican su alimentación y sus actividades.
Otro aspecto muy interesante es que en el Arcaico Tardío estos habitantes de aleros –cuevas pequeñas– y cuevas comenzaron a pintar las paredes (arte rupestre, ver glosario). Es el caso de Guañure, que data del 2430 a.C., y Puxuma, hacia el 2290 a.C. –ambas en la zona cordillerana de la I Región–, donde se hallaron escenas de caza, en las que aparece descrita la fauna del período. Más al sur, cerca de los ríos Loa y Salado (II Región), hay hermosas pinturas rupestres, en las que los camélidos dominan las escenas. Es muy probable que ellas pertenezcan al período Arcaico más antiguo.
A finales del Arcaico, la multiplicación de nuevas técnicas de tejidos, nuevas formas de organización (aldeas) anuncian poco a poco un nuevo período cultural: el Agro-alfarero (o Neolítico).
Por último, pero no por eso menos importante, en el período Arcaico se desarrolló en la costa del norte de Chile una forma de vida espiritual, económica y social que se conoce como Tradición Chinchorro o Fase cultural Chinchorro. Estos antiguos pescadores y habitantes de la costa (6000 - 2000 a.C.) preparaban a sus muertos (momificándolos), para conservar sus cuerpos por mucho tiempo.
Periodo Agro-Alfarero: Es el perido en que las tribus y bandas comienzan una domesticacion de la flora dando un conocimiento basico del manejo de la agricultura , con ello vendra el asentamiento de las poblaciones en las cercanias de los rios y quebradas para sembrar la tierra, domesticar animales y comenzar a confeccionar ceramicas de diversos motivos principalmente antropomorfos y con figuras geometricas , ete periodo se divide en temprano, medio y tardio. Las huellas de los antiguos pobladores: Cuando los grupos de cazadores cazaban animales extinguidos (que en el presente ya no existen), se usa el nombre de Paleoindio, que los caracterizaba hasta el 9000 a.C. aproximadamente.
Según la información que manejan, los arqueólogos construyen cuadros cronológicos regionales y en algunos casos de tipo nacional. Otras veces solo logran una secuencia cultural relativa. Así, desde Max Uhle, pasando por Ricardo Latcham, Gustavo Le Paige y las conclusiones de varios congresos de arqueología (desde 1961 en adelante) se ha logrado un consenso en los términos usados.
Para los tiempos más antiguos, donde grupos de cazadores cazaban animales extinguidos (que en el presente ya no existen), se usa el nombre de Paleoindio, que los caracterizaba hasta el 9000 a.C. aproximadamente.
Luego, otros grupos de cazadores y recolectores dominaron por miles de años el territorio, tanto del norte como del centro-sur, entre el 9000 a.C. y el 1500 a.C. Este gran período se llama Arcaico. Dentro de estos tiempos de cazadores, también se incluyen las actividades de los pescadores y recolectores de moluscos y de los domesticadores de animales.
La aparición de la agricultura, la formación de aldeas, el comercio entre aldeas de diversos productos -alfarería, tejidos, materias primas, minerales- corresponden a lo que se conoce como período Agro-alfarero. En algunas zonas está subdividido en Temprano, Medio y Tardío, que en conjunto abarcan desde el 1500 a.C. al 1470 d.C. Durante el período Tardío se produjo la dominación del Tahuantinsuyo, como se denominaba al imperio Inca, cuya influencia llegó hasta la actual VI Región.
La llegada de los españoles en 1536 dio inicio al período Hispánico.
Pueblos Originarios de Chile: Nómades de la tierra
Lo que caracterizó en el período precolombino al norte, centro y sur de Chile fue el poblamiento de aldeas con diferentes niveles de desarrollo político, económico y social. Hoy la Chinchorro es una de la culturas prehispánicas más reconocidas arqueológicamente a nivel mundial.
En 1961, los arqueólogos lograron un consenso y construyeron un cuadro para dividir los períodos cronológicos en que se divide la historia de los primeros pueblos que habitaron Chile. Para los tiempos más antiguos, se usa el nombre de paleoindio (hasta el 9000 a.C. aproximadamente). Luego, viene el arcaico, que está subdividido en temprano, medio y tardío (entre 9000 a.C. y el 1500 a.C.) y finalmente está la fase agro-alfarera, donde apareció la agricultura, la formación de las primeras aldeas y el comercio. Esta también está subdividida en temprana, media y tardía y comprende desde el 1500 a.C. hasta 1470 d.C. La llegada de los españoles, en 1536, dio inicio al período hispánico.
Zona norte
En el período arcaico, se desarrolló en la costa norte de nuestro país la cultura Chinchorro (6000 - 2000 a.C). Esta poblaba la desembocadura del río Camarones y sus habitantes fueron pescadores, cazadores y recolectores de productos marinos.Estaban organizados en pequeños bandos de entre 30 y 50 personas aproximadamente, que al parecer estaban emparentadas entre sí. Su principal característica fue la particular visión sobre la muerte, ya que realizaron un verdadero culto a sus difuntos, los momificaron.
Luego en el período agro-alfarero surgió la cultura San Pedro o Atacameña (500 a.C - 1536 d.C). Se estableció desde el río Loa hasta el salar de Atacama. La organización económica-social o ayllus de los atacameños tenía como base un conjunto de familias que, posiblemente, constituían linajes. Cada uno poseía su propio cementerios, con un centenar de tumbas. Su cerámica se caracterizó de preferencia por objetos de color rojo o negro con formas globulares, con cuellos y base plana.
Bajo la influencia de la cultura Tiwanaku (Andes Central), nació entre los valles occidentales del extremo norte de Chile y sur del Perú, la comunidad Cabuza (500 - 1000 d.C). Estos vivían en villorrios y caseríos distribuidos en torno a ríos.
Sus viviendas eran rectangulares con cimientos de piedra y muros de caña y totora amarradas con cuerdas y estaban emplazadas junto a los cultivos. En metalurgia, trabajaron el oro y la plata con la cual realizaron colgantes y anillos con figuras de llamas.
Pica o "Pica - Taracapá" (900 - 1532 d.C) fue otro pueblo nortino que habitó en el desierto de Atacama, entre el valle de Camiña y la desembocadura del río Loa. Su organización social tenía la forma de un señorío con jerarquía y cuyo rasgo particular era una autoridad que organizaba la fuerza de trabajo dentro de un territorio delimitado.
Se dedicaron al arte rupestre, es decir, pinturas y grabados que fueron hecho sobre la superficie rocosa de una cueva.En el Norte Chico, desde el río Copiapó (III Región) hasta el río Choapa (IV Región), floreció la cultura Diaguita (900 - 1536 d.C). Se dice que sus habitantes fueron musculosos, de piel tostada y de cabellos largos, y por costumbre se pintaron la cara con líneas y triángulos negros. Se dedicaron a la agricultura, a la caza y a la crianza de camélidos, aunque su principal actividad fue la alfarería.Descendientes directos de los Cabuza, el pueblo precolombino Arica (1000 - 1532 d.C) se ubicó desde Mollendo en Perú hasta Taltal en Chile. Poseían un sistema religioso de carácter chamánico, que se veía reflejado en la importancia de los instrumentos para inhalar sustancias psicoactivas y beber liquídos que podían modificar la conciencia y producir alucinaciones.
Culturas de Chile Central
En el período temprano, surgió la cultura Llolleo (300 - 800 d.C) que se ubicó entre el los ríos Choapa (IV Región) y Cachapoal (VI Región). No formaron pueblos, ya que cada familia se ubicó a cierta distancia de sus vecinos, pero también existieron muchos lugares donde se asentó únicamente una familia.
Otro pueblo, que le siguió los pasos a Llolleo, fue Aconcagua (900 - 1536 d.C). Pertenecieron a la etapa agro-alfarera tardía. Su área de mayor concentración fue en la cuenca de los río Maipo y Mapocho (Región Metropolitana) y se dedicaron principalmente a la caza.
Aldeas Sureñas
Al sur del país nació la cultura Pitrén (600 - 1532 d.C). Fue la primera horticultora (cultivo de maíz y poroto) que habitó entre el río Bíobío (VIII Región) y la ribera norte del lago Llanquihue (X Región). Sin embargo, no fue su principal sustento, sino que fue la recolección de frutos silvestres (piñón) y la caza de guanacos y ciervos. Su alfarería, especialmente los jarros con formas de animales, es reconocida como la más antigua de la zona. Sus viviendas estuvieron emplazadas en pequeños espacios que despejaron al interior de los bosques, aunque permanentemente se cambiaron de lugar.
Finalmente encontramos a la comunidad de El Vergel (1000 - 1500 d.C.) que se concentró entre los ríos Itata (VIII Región) y Toltén (IX Región). No formaron aldeas y su economía principalmente fue agrícola. A sus muertos los enterraron en urnas de cerámica, pintadas de blanco y rojo.
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